En el post de hoy queremos hablaros de un mueble que suele asociarse con la decoración que hicieron nuestros padres en su día y que por tanto, tiende a crear cierto rechazo a los amantes de los ambientes modernos: las vitrinas.
Si lo primero que se te viene a la cabeza es una vitrina clásica con mucha madera, molduras, cornisas y tiradores dorados, sin duda procedes de una familia con gusto por los muebles clásico. Sin embargo, todavía estás a tiempo de conocer sus versiones más modernas, capaces de adaptarse a cualquier estilo.
Su mayor enemigo es el aparador, pero si lo que queremos es vestir una pared de arriba abajo y no de lado a lado, nuestro mueble es la vitrina. Así que sin miedo, vamos a hacer un hueco a este mueble en nuestro comedor.
Seguid leyendo y no os perdáis el resumen que hemos preparado con lo más destacado en vitrinas.
Vitrinas clásicas
El estilo clásico está presente en el origen de prácticamente todo el mobiliario que utilizamos en la actualidad y, por lo tanto, también en la vitrina. De hecho, se siguen utilizando en multitud de casas en su versión más clásica.
Podemos distinguirlas por su gran formato, generalmente hasta el techo, y por los dos cuerpos que la conforman: uno inferior de mayor fondo con puertas opacas y otro superior remetido que tiene sus puertas de cuarterones con vidrios.
Las molduras y tiradores clásicos, junto con la madera como material base, son los elementos que terminan de definir este tipo de vitrinas.
Vitrinas modernas
Después de ver las anteriores, las vitrinas modernas se hacen fácilmente reconocibles.
Aquí las líneas se depuran, se eliminan las molduras y su forma permite diferentes versiones. Se hacen de un solo cuerpo y sus puertas tienden a ser enteras de cristal.
Vitrinas en esquina
Pertenece principalmente a un ámbito más tradicional, por lo que es más frecuente verlas en comedores de estilo Shabby Chic o clásico.
Estas vitrinas se suelen colocar en las esquinas de la sala enmarcando la mesa de comedor. Lo que se pretende es jugar con la simetría. Además, es posible destacarlas de algún modo, ya sea con iluminación, con puertas de color o bien pintando de un tono llamativo su interior.
Vitrinas con cajones
Independientemente de su estilo, es posible encontrar vitrinas que permitan almacenar de forma oculta, es decir, mediante cajones o puertas inferiores. Esta opción resulta perfecta para todas aquellas cosas que no queremos mantener a la vista.
Vitrinas con patas altas
Si lo que queremos es optar por un mueble más ligero, lo mejor será optar por una vitrina con patas que eleve el volumen del suelo.
Según elijamos la altura de las patas, el ancho total variará. Si no son muy altas podrá ser ancha, mientras que si decidimos optar por unas patas bien altas nuestra vitrina será mucho más estrecha. En definitiva, se trata de compensar las diferentes partes que componen el mueble.
Y por último, independientemente de la opción que más nos guste, esta tipología suele ganar cuando se colocan de dos en dos.
Vitrinas de cristal
Generalmente la vitrina de toda la vida suele estar formada por una estructura de madera con sus puertas transparentes. Sin embargo, con las nuevas versiones podemos encontrarlas enteras de vidrio. Su estructura se reduce a la mínima expresión, quedando en un segundo plano.
Estas vitrinas son las más ligeras de todas y quedan estupendamente en ambientes contemporáneos.
Y si os habéis quedado con ganas de más vitrinas, no os perdáis las siguientes imágenes porque no tienen desperdicio.
Vía: pinterest.com