10 formas distintas de colgar la TV en el salón

Hace unas semanas le dedicamos un artículo a los salones sin TV, un paraíso para todo interiorista al no tener que condicionar la decoración del salón a este elemento.

Sin embargo, no nos engañemos, en el 95% de las viviendas hay una televisión en el salón y en el 90% de ellos tiene un papel protagonista.

De hecho, con el auge de las plataformas de streaming, una pandemia que ha vaciado los cines durante mucho tiempo y unos hábitos de vida cambiantes, en realidad la tendencia en las casas es a disponer de televisores cada vez más grandes.

Los que optan por un producto de lujo, con televisores de diseño, tienden a darle a la televisión bastante presencia y no les importa mostrarla con gracia.

Sin embargo, si optas por televisores baratos, sin más interés que utilizarlo para la función que tiene (ver la tele) pero valoras el diseño interior, probablemente quieras que pase lo más desapercibida posible.

Sea cual sea tu preferencia, en este post vamos a ver 10 maneras de colgar la TV para que elijas la que más se adapte a ti y a tu televisor.

¡Vamos allá!

1. Apoyada sobre el mueble

Empezamos por la opción más común, la que está presente en la mayoría de los hogares.

Se trata simplemente de apoyar el televisor sobre un mueble más o menos alto, más o menos ancho y más o menos profundo, llevando los cables por la parte posterior hasta algún enchufe colocado a medio camino entre el suelo y la encimera del mueble.

Es la opción ideal cuando no puedes reformar tu casa y la que menos nos complica la existencia, aunque en estos casos, es mejor elegir una televisión que tenga un sistema pensado por detrás para canalizar los cables y no tenerlos que ver por detrás o de costado.

2. Colgada en la pared

La segunda opción favorita en las casas de medio planeta a pesar de tener varios inconvenientes.

Consiste en colgar la TV directamente en la pared como si fuera un cuadro, con la ventaja de que podemos colocarla a la altura que nos venga bien (a diferencia del caso anterior, que nos condiciona el mueble).

El problema de esta opción es que tiene que requiere hacer obra previa, pues hay que situar los enchufes de forma que queden por detrás de la TV para que no se vean, y quizás llevar tubos a otras zonas.

Porque no, la opción de colocar una regleta y que se vea por debajo de la tele hasta llegar un enchufe NO es una opción. Es un quiero y no puedo y queda horrible, para eso es mucho mejor que descanse sobre el mueble.

Otro inconveniente que tiene esta opción es que si entramos al salón “de canto”, es casi imposible no ver el cableado que se oculta tras la televisión. Y además, si en el futuro surgen nuevos aparatos tecnológicos que obliguen a conectarlos a la TV como pasa con el router, con esta opción lo tenemos mal…

3. Colgada de un panel

Es una opción similar al anterior pero en lugar de colgar la TV directamente de la pared, iría colgada de un panel o trasera posterior.

Esta opción subsana el problema de los cables, pues muchas veces estas traseras o paneles están pensados para llevar los cables por dentro o por detrás de forma que incluso de canto no tendríamos que verlos.

Además, si en el futuro tenemos que llevar más cables a otro lado por un nuevo aparato, normalmente llevan algún tipo de tubo interno por el que pasarlos.

Por si fuera poco, la propia trasera puede darle un toque decorativo a la pared sin necesidad de vestirla con nada más.

4. Metida en una hornacina

Esta opción también requiere obra o carpintería pero es más limpia que el panel (ya que puede ir mimetizada con la pared) y subsana el problema de ver los cables de canto como pasaba en el caso de colgarla en la pared tal cual.

Los que se hace en este caso es un falso tabique de pladur por delante del tabique habitual al que se le hace un cajeado rectangular proporcional a la forma del televisor y, acto seguido, colgar la tv al fondo, de modo que el cableado no pueda verse de canto porque lo impide la hornacina.

También se puede hacer a medida con trabajo de carpintería incrustando la TV en un mueble realizado ad hoc para el espacio solicitado y pudiendo darle a la hornacina un tono o material distinto al resto a modo de marco.

5. Sobre la chimenea

Las chimeneas normalmente van colocadas en bloques que sobresalen de la pared para poder llevar el tiro por detrás.

De este modo, podemos aprovechar esos bloques para colocar la TV encima, si bien en estos casos hay que proteger muy bien la zona de la chimenea con lana de roca ignífuga y láminas protectoras para que cuando esté encendida el calor no afecte al televisor.

Además, como los bloques suelen ser profundos, esto nos permite hacer un cajeado u hornacina muy pegada a la tv para que no tengamos que verla de costado.

6. En una estantería

Es una forma algo distinta de colocar la TV y nos permite aprovechar todo el espacio de alrededor para almacenaje.

Es ideal en espacios pequeños donde tengamos que aprovechar cada cm, o bien en estilos informales donde queramos que la TV pase más o menos desapercibida entre otros elementos.

7. En un mueble giratorio

A veces, la configuración del salón o los asientos nos obligan a tener que girar la TV en según qué ocasiones.

Por ejemplo, puedes tener la zona de estar a un lado del salón y el comedor al otro y querer ver la TV desde ambos lados.

Para eso, la TV puede colgarse en muebles giratorios que ya vienen pensados para que colguemos la tele en ellos.

El más común es aquél que tiene una trasera donde se cuelga la TV y es ésta la que gira a 45, 90 o incluso 180º

Otras veces sólo lleva una simple trasera apoyada sobre el mueble que gira desde la pared con un brazo articulado (una opción menos estética cuando la TV está girada pero más económica)

Por último, en otras ocasiones es el propio mueble el que gira al completo, siendo en estos casos una pieza exenta.

8. Mimetizada con el fondo

Una opción para que la TV pase desapercibida sin que tengamos que meterla en un mueble oculto es haciendo que se mimetice con el fondo de forma que, a menos que esté encendida, prácticamente no se note.

Para ello necesitamos crear una atmósfera oscura tras la TV, bien con pintura antracita en la pared, revistiéndola con porcelánico efecto pizarra o con algún juego de carpintería en tonos gris marengo o negro.

9. Como parte de una galería

Esta es una opción muy original que quita protagonismo a la TV en el salón al integrarla en una galería de cuadros o láminas.

La idea es colgar la tv para qué ésta sea solo “una más”. De esta forma, rodeando la televisión de láminas de distintos tamaños y formatos, el ojo capta la composición sin fijarse en un elemento concreto y de esta forma pierde importancia.

Lo ideal para esto es que la televisión vaya colgada en la pared, pero si por lo que sea no es posible, siempre puedes rellenar la pared del fondo de láminas para que, sin ser una composición al uso, al menos lo parezca.

10. Integrada en un armario

Por último, una opción que tenemos es aprovechar la pared para crearnos todo un mueble almacenaje en el que cajeemos una pequeña zona central para dejar la pared y podamos aprovechar todo el resto de arriba abajo.

Podemos crear un armario entero con puertas abatibles con la forma de la TV, o bien cajear únicamente la zona central con baldas detrás y disponer de todo resto del espacio como si de un armario normal se tratara.

Como ves, existen muchos modos de colgar la TV en el salón, sin contar con sistemas de ocultación completa, que esos también dan para mucho y los veremos otro día 😊

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