Queda poco para la primavera y el cielo empieza a ser cada día más azul, los primeros rayos de sol nos llenan de vitalidad y esa brisa mañanera va activando nuestro lado creativo. Para muchos es momento de actualizarse y liberarse de la sensación de pesadez invernal y dar un toque de color a nuestra rutina realizando pequeños cambios en la decoración del hogar.
Aunque todavía es pronto para cambiar la cálida alfombra del salón, guardar el nórdico, apagar la chimenea o hacer el cambio de ropa de armario, sí hay otros elementos cotidianos a los que muchas veces no prestamos atención y que podemos renovar fácilmente, como es el caso de la vajilla. Y es que algo tan presente en nuestra rutina como los platos, vasos y cuencos que empleamos en nuestra mesa a la hora de comer pueden suponer un cambio significativo muy sencillo a nivel estético y de relativo bajo coste. Por eso hoy nos vamos a centrar en ellas, y en concreto, en las vajillas de estilo boho y étnico, tanto por su colorido como por sus bonitas formas orgánicas y su trazado artesanal.
Ambos estilos se caracterizan por la riqueza cultural de la que se nutren: el étnico del folclore de la propia cultura y el boho de la mezcla de motivos de diferentes culturas artísticas. Como provienen de la creación artesanal su carácter es irregular, sus motivos se definen por un trazo manual en el dibujo y sus colores pueden ser variables haciendo que cada pieza sea única.
Los rasgos propios de estas vajillas ya sean artesanales o producidas comercialmente son:
1. Formas orgánicas en mayor o menor grado
2. Empleo general de materiales arcillosos por su fácil maleabilidad, su densidad media-alta y por su valor rústico. Otra variante son aquellas talladas en madera, de creación más compleja y acabado más tropical.
3. Acabado más o menos poroso según el tratamiento final o de imprimación.
4. Se decoran a mano con colores lisos o degradados complementados con motivos geométricos y/o florales mediante esmaltes cerámicos o vidriados. Los pequeños defectos como manchas, grietas superficiales en el esmalte al cristalizarse o impurezas en la superficie, no se entienden como tales sino como símbolo característico de su artesanía añadiendo valor a las piezas.
Las técnicas de creación han ido evolucionando tanto en la aplicación texturas sobre la pasta una vez moldeada como en la ampliación del grado de detalle o el estilo pictórico de su decoración final. Las vajillas de corte étnico contarán con motivos mucho más densos y en patrones, mientras que las de estilo boho dan rienda suelta a la libertad del dibujo decantándose por elementos más sencillos como una mancha, una pincelada o la combinación de éstas con una ilustración a línea.
Si eres de alma creativa y te identificas con sus valores artísticos, echa un vistazo a estos ejemplos de vajillas de estilo boho y étnico que hemos recopilado para ti. ¿Te ves desayunando en una de ellas?
Vía: pinterest.com