¿Buscas un efecto de impacto para la pared de tu sala de estar? Aunque lo más habitual en estos casos es usar una pintura diferente o un papel pintado, los azulejos para salón son tu mejor opción si buscas practicidad, elegancia y un toque de calidad.
Habitualmente solemos tender a pensar en los azulejos como el material idóneo para cocinas y baños, pero colocarlos en el salón suele ser menos común, y sin embargo los interioristas lo usamos muchísimo como recurso.
Normalmente van aplicados en el suelo, ya sea igual o diferente al resto de la casa, pero probablemente donde más impacto decorativo tienen es en alguna pared.
En cualquier caso los azulejos son una excelente opción para dar un toque decorativo y práctico a un salón pero además tienen muchas otras ventajas, como su fácil limpieza, a prueba de niños o mascotas :), o el hecho de que puedan vestir una pared sin necesidad de nada más.
Eso sí, son una opción algo más cara que una pintura o un papel pintado, ya que no sólo el material suele ser más caro sino también la instalación, pero el efecto es mucho más sofisticado y duradero, por lo que a largo plazo compensa y sale rentable sin dudarlo.
Pautas para elegir los azulejos para el salón
Antes de ponerte a comprar a lo loco el primer azulejo que te entre por los ojos, debes tener en cuenta una serie de consejos para no equivocarte al elegir.
Estilo
Lo primero que tienes que definir es el estilo que deseas para el salón.
Existe una amplia variedad de opciones disponibles, desde azulejos con diseños tradicionales hasta opciones más modernas y contemporáneas.
Si buscas un estilo contemporáneo, opta por piezas de tonos homogéneos (lisos, destonificados o amarmolados).
En cambio si tu vivienda es modernista, elige mejor azulejos para salón de tipo hidráulico o mosaico.
Tamaño
El tamaño de los azulejos puede influir en la percepción visual del espacio.
Los azulejos grandes hacen que una estancia se perciba más amplia y espaciosa, mientras que los más pequeños resultan ideales para enfatizar una zona concreta o resaltar algún detalle.
Para los salones modernos y contemporáneos, las piezas de gran formato son las ideales, tanto para suelo como para pared, pues tienen menos cortes y las juntas se minimizan.
En cambio, si buscas darle un toque original a un suelo o una pared, puedes optar por teselas de pequeño formato para un efecto de impacto.
Por otro lado, si te encantan los formatos extragrandes (algunos los hay de hasta 2×3 metros), ten en cuenta que te saldrá más caro el transporte y la colocación (suelen usarse ventosas y un proceso cuidado para ello), por no hablar de que si en obra se rompe uno (cosa que pasa a menudo), el precio a pagar es mucho mayor que si se rompe una tesela de gresite.
Además, tendrás que evaluar si cabrá por la puerta o si podrá subirse por la escalera (muchas veces este tipo de azulejos se usan más en bajos por los problemas que dan los giros a la hora de subirlo a un piso o manipularlo por dentro de la vivienda).
Formato
Cuadrados, rectangulares, hexagonales, romboidales, irregulares… ¡será por opciones!
En este caso el formato dependerá del estilo y tamaño que busques para tus azulejos, así como su colocación, pues afecta a la percepción visual del espacio.
Ten en cuenta por ejemplo que un azulejo estrecho y estilizado colocado en vertical tenderá a “subir” la pared como efecto visual, mientras el mismo azulejo colocado en horizontal “bajará” el techo y potenciará la horizontalidad de la pared, que parecerá más larga de lo que es.
Colores y patrones
Con el color hay que tener cuidado, porque condicionará el resto de la decoración.
Debes pensar si quieres poner el foco colorista en el azulejo (en cuyo caso es mejor que el resto de muebles sea neutro, salvo algún pequeño detalle a juego), o si prefieres poner el color en el mobiliario o la decoración (para lo cual será mejor que escojas azulejos monocromáticos en tonos poco contrastados).
Lo mismo puede decirse de los patrones, dependiendo de si buscas sólo un toque de elegancia en el azulejo o si prefieres resaltar el patrón buscando motivos geométricos marcados.
Sea cual sea la elección, ambos (tonos y patrones) deben armonizar con el resto de la decoración de tu salón.
Puedes optar por azulejos monocromáticos, con colores contrastados o patrones geométricos, según tus preferencias.
Resistencia y durabilidad
Aunque el azulejo para salón es una de las opciones más prácticas por las que puedes optar, debes seleccionar azulejos que sean resistentes y duraderos para soportar el tráfico y el desgaste diario en el salón, sobre todo si los pones en el suelo.
Para estos casos, la opción más interesante es el porcelánico rectificado, que minimiza juntas y resulta muy resistente.
En cambio, es mejor evitar los azulejos de pasta roja o pasta blanca porque se pueden astillar si les cae bruscamente un objeto pesado y dejará al descubierto el color de la arcilla.
Si en cambio optas por azulejos para la pared de salón, en ese caso puedes relajar un poco la resistencia y durabilidad, pues sufren menos, y centrarte más en el diseño.
Mantenimiento
En general los azulejos son muy fáciles de mantener, ya que se limpian con un trapo, agua y jabón.
No obstante, algunos pueden requerir más cuidado y limpieza que otros.
Por ejemplo, si optas por azulejos para el salón en formato pequeño, ten en cuenta que llevarán más juntas y por tanto más lechada, que suele desgastarse con el tiempo, por lo que una pared o un suelo de formato grande necesitará menos mantenimiento que uno pequeño.
Iluminación, mobiliario y decoración
Debes tener en cuenta el resto del diseño del salón a la hora de elegir qué azulejos poner, y eso incluye la iluminación, el mobiliario y la decoración presente en el salón.
La idea es combinar los azulejos con todos estos elementos para conseguir una estética coherente o potenciar los elementos que más deseemos.
Por ejemplo, si tienes un sofá con tapizado con motivos florales (y no te planteas cambiarlo), no le irá bien un suelo de patrón geométrico marcado tipo hidráulico que compita con él. Mejor un azulejo neutro que resalte el tapizado.
Si en cambio optas por un sofá en tonos crudos, de líneas orgánicas y lana bouclé, un suelo de tipo modernista que contraste le quedará de lujo.
En cuanto a la iluminación, si tienes una pared bañada por luz indirecta o unos apliques con luz superior e inferior, los azulejos en relieve o con algún tipo de textura quedarán estupendos, pues la luz la resaltará.
Igualmente, si el salón es muy luminoso podemos permitirnos elegir un azulejo de tono oscuro para decorar una pared, pero si tiene poca luz, mejor optar por tonos crudos o claros.
Qué tipo de azulejos para salón elegir
El mundo del porcelánico es inmenso y hoy en día existe tal diversidad de opciones que lo difícil es decantarse con una.
Además, no sólo influye el diseño sino también el acabado: mate, brillo, satinado, “lappato” (semisatinado, semibrillante), reflectante, vitrificado…
No obstante, a rasgos generales, aquí tienes algunos ejemplos de tipos de azulejos con los que te puedes encontrar para decorar tu salón:
Azulejos cerámicos: Los de toda la vida. Son versátiles, resistentes y vienen en una amplia variedad de colores y patrones.
Azulejos porcelánicos: Son más resistentes y duraderos que los cerámicos y vienen en una gama diversa de diseños y formatos (especialmente indicados en formatos grandes).
Azulejos de vidrio: Reflejan la luz y aportan un efecto espejo, aunque para salón son menos habituales.
Azulejos de piedra natural: Como el mármol, el granito o la pizarra, que aportan elegancia y durabilidad, aunque suelen ser más costosos.
Azulejos tipo mosaico: Pequeños azulejos distribuidos de tal forma que pueden crear patrones interesantes y llamativos tanto en el suelo como en la pared.
Azulejos 3D: Son azulejos con relieve, texturados en mayor o menor medida o formando figuras o dibujos marcados.
Azulejos de imitación madera: Proporcionan el aspecto cálido de la madera, pero con la durabilidad y facilidad de mantenimiento de los azulejos.
Otras imitaciones: hormigón, ladrillo visto… según sea tu estilo, hay un azulejo para todos los gustos.
Eso sí, si optas por una pared de imitación ladrillo o piedra, elige azulejos sueltos o, en su defecto con forma contrapeada, para que al colocarlos las piezas parezcan enteras, ya que si las eliges rectangulares el efecto será el de algunos ladrillos partidos y quedará horrible.
Dónde colocar los azulejos de salón
A la hora de utilizar azulejos para el salón, lo habitual es optar por colocarlos 5 zonas:
Suelo
Es la opción más común, normalmente porque así se coloca en el resto de la casa.
Aunque en el pasado se optaba por formatos cuadrados o rectangulares, hoy en día existen tantos diseños e imitaciones a materiales naturales tan bien conseguidas que los de efecto madera se han puesto en cabeza.
También es habitual crear “alfombras” de azulejos mezclando dos diseños distintos (ej. efecto hormigón o imitación madera en los bordes, y patrones geométricos o modernistas en la alfombra central).
Y una última opción es optar por un suelo de piezas diferentes o coloristas y alto impacto visual, sobre todo si quieres que sea él el que se lleve todas las miradas.
Pared
Menos habitual pero muy interesante como soporte, forrar de azulejo una pared suelta, como la trasera del sofá o la del comedor, viste muchísimo el salón y le aporta un glamour que no tienen otras opciones.
Puedes optar por una pared neutra, en la que sólo se enfatice la textura, o bien por una pared de impacto con algún patrón geométrico que resalte.
Si te lo permite el presupuesto, también puedes forrar todas las paredes del mismo material del suelo, especialmente en salones de grandes dimensiones, pues mitigan el efecto desangelado de la pintura y aportan muchísima elegancia.
Frente TV
No deja de ser una pared, pero algo diferente al resto, ya que en este caso trata de enmarcar la televisión, especialmente cuando tiene un gran tamaño o va colgada en la pared.
Aquí debemos evitar los patrones geométricos marcados o contrastados, así como el mosaico, pues tienden a cansar los ojos al ver la televisión.
En estos casos, las texturas suaves y los tonos neutros son un must.
Otra opción para resaltar más este frente es o combinar el azulejo con algún material más cálido (como los listones de madera).
Si además lo acompañas de iluminación indirecta (por ejemplo, detrás del mueble TV enfocando hacia arriba o con un foseado superior), conseguirás un efecto de lujo o sofisticación pura.
Chimenea
Si tienes una chimenea y optas por los azulejos para el salón como material decorativo, una de las zonas más recurrentes suele ser la pared que la recubre.
Puedes optar por enfatizar el dintel con un azulejo diferente o bien utilizar el mismo material del suelo para un efecto más homogéneo.
Precisamente por las propiedades intrínsecas del material porcelánico (resistencia, buena conducción del calor, etc.) resultan perfectas para esta zona, pues otros materiales como la pintura, la madera o el papel pintado podrían sufrir con los cambios de temperatura tan marcados.
Elementos concretos
El azulejo también puede servir para resaltar alguna zona más concreta del salón o un elemento arquitectónico que queramos enfatizar porque no lo podemos ocultar (por ejemplo, un pilar).
Como ves, existe todo un mundo de azulejos para el salón que aportan muchísimo a la decoración, así que anímate por ellos porque son una apuesta segura.
Eso sí, en caso de duda, recuerda siempre pedir muestras de los azulejos que te interesen para comprobar cómo quedan en tu espacio antes de tomar una decisión final.
Igualmente, si la elección se te hace un mundo, busca asesoramiento en tiendas especializadas o contrata a un interiorista que se adapte a tus preferencias y necesidades específicas.
¡Y diviértete alicatando!