Comienza un agosto un tanto atípico pero no por ello menos veraniego y caluroso. Cientos o miles de personas emigran a la playas o montañas a disfrutar del mar, del sol y del aire puro.
Y entre los que cuentan con su propia casa de veraneo o los que la alquilan, los hay que tienen la fortuna de contar con una cocina exterior para poder comer al aire libre o tomar unos pinchitos junto a la piscina.
Las cocinas exteriores son uno de esos lujos en los que uno no suele pensar a priori. Cuando a cualquiera de nosotros nos preguntan qué le pediríamos a una casa si pudiéramos elegir, la mayoría piden un jacuzzi, una sala de cine, una biblioteca o un baño con bañera y ducha pero rara vez se pide una cocina exterior.
Y sin embargo, cuando se prueba, entonces se suelta un “buf, esto es un lujo asiático”. Eso de no tener que entrar a casa a cocinar quedándote aislado mientras los otros charlan amigablemente, ni tener que sortear caminos varios para llevar los platos a la mesa exterior es toda una ventaja. Todo calentito y listo para servir 🙂
Eso sí, para tener una cocina exterior hay que tener varias cosas:
1. Espacio
Obvio. Cuando hablamos de cocinas exteriores hablamos de casas unifamiliares en medio del campo o al menos con un patio lo suficientemente amplio como para que quepa una cocina.
2. Electrodomésticos protegidos
Tener una cocina exterior implica proteger los electrodomésticos, pues hay que tener en cuenta que al aire libre “pasan cosas” como lluvias, tormentas, viento que arrastra hojas, pajaritos que se posan y dejan elementos no deseados…
Por eso las cocinas exteriores suelen estar protegidas con una carcasa y los fregaderos con tapas.
3. Porches
No es estrictamente necesario y hay cocinas de exterior que no los llevan, pero ayudan a resguardarse un poco del sol de las 3 de la tarde a la hora de comer y de la suciedad exterior.
Los porches suelen ser de madera de exterior (teka o similares) y pueden ser de lamas abiertas para dejar pasar la luz, o más tupidas para proteger mejor la cocina.
También existen porches de cemento o acero si se busca una estética más industrial.
Y otras veces se aprovechan las vigas de la propia vivienda para una estética más rústica.
4. Barra separadora
Algunas cocinas exteriores cuentan con una zona de barra, con o sin taburetes altos, para separar la zona de cocina estrictamente dicha y esconder de paso todo lo que ocurre en ella para que no se visualice el caos desde el otro lado.
5. Iluminación
Siempre hay que tener pensado algún sistema de iluminación para poder ver bien en la cocina (aparte obviamente de los puntos de luz necesarios para los electrodomésticos).
Es cierto que al aire libre no hay nada mejor que el propio sol para iluminar, pero cuando cae la tarde o si se quiere disfrutar de una cena al aire libre, en la cocina no bastan las clásicas velitas que se pueden poner en las mesas.
Cuando hay porche o la cocina está semiintegrada en la vivienda es más fácil, pero si va completamente al aire habrá que idear un sistema que lo palíe.
6. Indoor-outdoor
Tener dos cocinas en casa implica mucho gasto: doble amueblamiento, doble gasto en electrodomésticos, doble limpieza… Así que si se puede, ¿por qué no tener una misma cocina para una doble función?
Para ello se puede diseñar la cocina de forma que la zona de cocina y aguas quede dentro y continúe fuera con zona de trabajo y encimera.
Otra opción sería plantear la cocina completamente en el interior pero en una zona anexa al exterior separada del mismo con algún tipo de cerramiento, de forma que en invierno quede completamente cerrada y en verano tenga una apertura al exterior.
7. Cocinas mini
¿Sólo las grandes mansiones se lo pueden permitir?
La verdad es que una cocina grande necesita un gran terreno, pero aunque sólo tengas un porche con piscina, existen módulos pequeños (que suelen contar sólo con cocina o barbacoa y zona de almacenaje para vasos, platos e intendencia básica) que te pueden servir.
8. ¿Y si no hay sitio?
Si vives en el campo pero no tienes terreno suficiente o no te quieres plantear una cocina exterior, siempre puedes plantear sustituir los muros exteriores o los techos por grandes cristaleras que lleven el exterior a tu casa. Será como cocinar fuera sin estarlo.
Como ves, quien no tiene una cocina exterior es (casi) porque no quiere 🙂
Aquí va unas cuantas imágenes más como inspiración y con ellas terminamos. ¡Buen verano!
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Vía: pinterest.com
Muy buen post para tener las bases de una cocina exterior, desde luego es una idea muy útil!
¡Gracias por compatir!
Muchas gracias por tus palabras 🙂 ¡La verdad es que eso de poder cocinar en el exterior es todo un lujo!
Unas ideas maravillosas, muchas gracias por compartir sin duda los exteriores de las casas en esta época del año son lo mejor que se puede tener.
Desde luego, y más después de un confinamiento tan duro como el que tuvimos. Parece que desde entonces los espacios exteriores se han revalorizado muchísimo, y la verdad es que nos dan la vida.
Muchas gracias a vosotros por estar ahí detrás 🙂
Muy bonito,
Quienes son los fabricantes y distribuidores de este tipo de cocina?
Hola Francisco,
Lamentablemente no podemos dar referencias, ya que este blog es sólo inspiracional, pero seguro que preguntando a cualquier tipo de proveedor de cocina tradicional te pueden dar una idea.
Un saludo,
Eva