En posts anteriores ya hablamos de las múltiples maneras de colocar los cuadros que hay para una buena decoración de paredes.
Tratamos la colocación de estos apoyados y en cuadrícula, sin embargo, otra forma de decorar paredes con cuadros, y que complementa a las anteriores, es utilizar el concepto de simetría.
Este concepto, como ya hemos dicho, es válido tanto para cuadros apoyados en el suelo como colgados en la pared, y consiste en colocarlos a ambos lados de una línea imaginaria que actuará de espejo, de forma que las dos mitades parezcan iguales o casi iguales.
En decoración, la simetría puede ser perfecta, como por ejemplo al colocar dos o varios cuadros exactamente iguales en forma, tamaño, dibujo y color.
Pero también cabe la posibilidad de que sea imperfecta. Esta se debe a que se añaden pequeñas discordancias en colores, formas o diseños, aunque siempre respetando ese reflejo imaginario que hemos comentado.
La simetría perfecta se utiliza tanto en ambientes de estética minimalista o arquitectónica, como en espacios muy clásicos. No olvidemos que la simetría es uno de los principios básicos de este estilo.
Aunque también se utiliza en estancias que queremos que luzcan perfectamente ordenadas.
La simetría imperfecta en cambio da un toque más visual, dinámico, vivo y alegre a la decoración de salones, pasillos o dormitorios, al final acaba rompiendo un poco con la establecido y le da un toque a la vivienda más desenfadado y natural.
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Vía: pinterest.com