Otro elemento que lleva ya tiempo usándose en diseño de interiores, especialmente a la hora de decorar salones, son los troncos. Grandes o pequeños, irregulares o perfectamente cortados, lo cierto es que siempre aportan un toque de calidez a la decoración de la casa.
Podemos incorporarlos al salón tengamos o no chimenea. Pueden ir en una hornacina hecha a propósito (quedan muy bien metidos en un tira vertical empotrada en la pared), o en casetones de pladur o de madera a media altura, en el hueco de la escalera o incluso forrando toda una pared (obviamente sólo con las puntas; incluso ya hay papeles pintados que los imitan para que esta opción resulte más sencilla).
Por supuesto, si en tu salón has incluido una chimenea, ya sea de bioetanol o de las de toda la vida, podrás poner unos tronquitos debajo como si los utilizaras todos los días aunque nunca la enciendas, y sus tonos marrones y arena aportarán calidez a la vez que un contrapunto de modernidad a tu zona de estar.
En resumen, en trocitos pequeños o grandes, utiliza troncos para decorar tu casa y te encantará el resultado.
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Vía: shelterness.com