Probablemente el elemento más característico a la hora de decorar el salón sea el sofá. Tanto por su volumen como por la importancia del mismo (es el sitio donde más tiempo pasaremos en esta estancia y la pieza que más usaremos) debe elegirse cuidadosamente, poniendo igual atención a la estética que a la funcionalidad.
Si sólo nos basamos en el aspecto funcional podremos tener sofás muy cómodos pero arruinar estéticamente el salón, pues es un elemento muy voluminoso que sin duda condicionará toda la estancia. Por otro lado, si sólo atendemos a la estética, corremos el riesgo de tener un sofá muy bonito pero incómodo, lo cual será un problema por el uso intensivo que le daremos todos los días.
Dentro de las opciones de sofás para el salón, una de las más extendidas y solicitadas es la del sofá chaiselongue. Se trata de un sofá común con un asiento más largo de lo habitual en uno de sus extremos, especialmente pensado para recostar los pies y alargar las piernas.
El sofá chaiselongue no debe confundirse ni con una chaise longue suelta ni con un sofá en L. De las chaise longue ya hablamos en un post anterior. En cuanto al sofá en L, éste incorpora un respaldo continuo en todo el perímetro, además de contar con brazos en ambos extremos cerrando el conjunto, mientras que el sofá chaiselongue termina habitualmente en un asiento con brazo hasta la mitad (ya que sirve para apoyar los pies) y es más corto que el sofá en L.
A la hora de decorar el salón, hay que tener cuidado con la elección del sofá chaiselongue, pues si ya un sofá normal ocupa mucho espacio, en este caso el tamaño aumenta considerablemente. Ninguno suele tener menos de un ancho de 2,80m, por lo que puede no entrar en todas las casas, así que si tienes un salón pequeño donde debas además meter la mesa de comedor, puede que tengas que renunciar a esta opción. En cambio, si tienes un salón alargado pero estrecho, el sofá chaiselongue irá perfecto, pues el lado extremo no suele ser muy largo y cerrará visualmente la zona de estar sin resultar agobiante.
Si te preocupa la estética, siempre será mejor elegir un sofá de respaldo relativamente bajo (puedes completarlo con cojines o reposacabezas independientes) y evitar que tenga riñonera, es decir, quedan mejor los sofás cuyos cojines de respaldo forman una sola pieza continua.
En cuanto a colores, dado su volumen es mejor optar por los claros, pero si decides decorar con uno oscuro, trata de que el resto del salón tenga tonos neutros a excepción de uno o dos puntos más a juego con el color del sofá (por ejemplo, la lámpara o las sillas de comedor), además de aligerar el peso del tono con cojines de color claro.
Así mismo, resultan más ligeros los sofás con pata alta (elevados) que los que descansan sobre el suelo, por lo que si tu sofá tira a alto, intenta compensarlo con patas que lo eleven.
Aquí dejamos algunas ideas para decorar el salón con sofá chaiselongue por si te sirven de inspiración.
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Para mí un chaise longue es una solución buenísima tanto para aprovechar el espacio del salón como por la buena estética que tiene.
Este tipo de producto es la mejor solución para optimizar el espacio de mi salón, gracias a este tipo de producto mi familia pasa grandes momentos sin pelearse por el sitio..