Decoración de cocina con la iluminación

Cómo decorar la cocina con la iluminación: claves para acertar

Cómo decorar la cocina es una de las dudas más frecuentes a la hora de reformar la casa, dado que esta estancia suele ser el corazón del hogar, un espacio donde no solo se preparan los alimentos, sino donde compartimos momentos en familia, conversamos con amigos y disfrutamos del día a día.

Es un lugar acogedor, lleno de vida, donde el olor a café por la mañana o una cena improvisada con amigos crean recuerdos imborrables.

Por eso, su iluminación juega un papel clave, ya que no solo nos ayuda a cocinar con precisión, sino que también influye en la atmósfera del espacio, aportando confort y personalidad.

Por todo ello dedicamos el post de hoy a darte los tips clave que te ayudarán a mejorar la luz artificial de tu cocina. ¡Vamos allá!

Tipos de iluminación en la cocina

Para lograr una cocina bien iluminada y con estilo, es clave tener en cuenta los siguientes aspectos:

Iluminación general

Si te preguntas cómo decorar una cocina en lo que a iluminación se refiere, es importante que tengas en cuenta siempre la sensación que quieres recrear y el estilo de cocina que lleven los muebles (no es lo mismo una cocina minimalista que una shabby chic).

No obstante, el punto de partida será siempre la iluminación general. Es la base de la iluminación y debe ser homogénea para evitar sombras molestas en todo el área.

Lo más habitual es recurrir a plafones downlight o focos LED de cocina empotrados en el techo (orientables o fijos).

No obstante, también puedes optar por un rail con focos de superficie si no tienes hueco para empotrar o si te gusta la estética que transmite.

Para cocinas grandes, se recomienda distribuir varios puntos de luz para evitar zonas oscuras o bien cubrir todo el techo con una tira de led perimetral alojada en una candileja: eso hará que todo el techo quede iluminado.

De hecho, un truco sencillo si tienes techos altos y tus muebles superiores de cocina dejan un mínimo de 30 cm por encima es colocar una tira de led apoyada en esos muebles superiores a lo largo de todo el lineal. ¡Verás como iluminas tu cocina mágicamente!

Otro aspecto importante es elegir una temperatura de color adecuada: las luces tirando a cálidas o neutras (entre los 3.000 y 4000K) proporcionan un equilibrio entre calidez y visibilidad, mientras que las luces frías pueden resultar más funcionales para algunas personas, pero ojo, porque si te pasas, tu cocina puede parecer el interior de una nevera, lo que no resulta nada acogedor.

Así que ya sabes, una buena iluminación en la cocina comienza con una luz general bien pensada.

Iluminación puntual o de trabajo

Imprescindible en zonas como la encimera, la zona de cocción o el fregadero.

Aquí, las tiras LED bajo los muebles altos o los focos dirigidos son una gran opción (si usas focos, puedes ponerlos orientables, ya que permiten dirigir la luz exactamente donde lo necesites y mejorar así la visibilidad al cocinar).

También pueden instalarse luminarias empotradas en la parte inferior de los armarios altos para conseguir una luz uniforme sin generar sombras molestas.

Iluminación ambiental o decorativa

Aporta calidez y estilo y es la que más ayuda si dudas cómo decorar una cocina.

Puede lograrse con luces indirectas, lámparas colgantes sobre islas o penínsulas o con iluminación en vitrinas y estanterías.

Este tipo de iluminación ayuda a crear una atmósfera acogedora y resaltar detalles arquitectónicos o decorativos.

Por ejemplo, las luces LED empotradas en el suelo o en los zócalos de los muebles pueden añadir un toque moderno y sofisticado.

También se pueden incorporar tiras LED en el interior de vitrinas de cristal para destacar la vajilla o los elementos decorativos que pongas, así como en estanterías abiertas para realzar la decoración.

Cómo iluminar una cocina según su tamaño y distribución

Cada cocina es diferente y su iluminación debe adaptarse al tamaño y distribución del espacio para conseguir la perfecta combinación entre funcionalidad y estilo.

Cocinas pequeñas

En estos espacios, es clave maximizar la luz para evitar que se vean más reducidos. Se recomienda optar por luces neutras y colocar focos empotrados en el techo para una iluminación uniforme.

Además, en cocinas pequeñas las tiras LED bajo los muebles altos ayudan a iluminar las superficies de trabajo sin ocupar espacio visualmente, optimizando la iluminación en la cocina de dimensiones reducidas.

Cocinas en línea

En este tipo de distribución, donde todos los elementos se encuentran en una misma pared, es importante iluminar bien la encimera con luces bajo los armarios y utilizar una luz general potente que no genere sombras.

Como iluminación general, puede resultar interesante empotrar en el techo una tira de led larga que cubra todo el lineal de la cocina.

Cocinas en L o U

Estas distribuciones permiten jugar con diferentes tipos de iluminación.

Las luces empotradas en el techo pueden garantizar una iluminación general homogénea, mientras que las lámparas colgantes pueden destacar las zonas de encimera que queden libres de muebles superiores o la barra de desayuno.

Cocinas con isla o península

Al ser un punto focal, la isla puede beneficiarse de una iluminación decorativa, como lámparas colgantes o focos dirigidos. También es recomendable instalar luz puntual en la zona de trabajo para garantizar una visibilidad óptima al cocinar.

Cocinas abiertas al salón

En cocinas abiertas al salón este caso, la iluminación debe ayudar a delimitar las zonas. Con una hilera de focos puedes delimitar la zona, al tiempo que proporcionas una buena iluminación a la estancia, marcando la transición entre la cocina y el salón.

Es recomendable que no sean focos grandes y que, a ser posible, estén integrados en el falso techo quedando enrasados con éste. Así quedará más limpio al tiempo que aprecias su presencia.

Además, en este caso deberás tener cuidado con la temperatura de la luz. Intenta que sea homogénea en ambas zonas, evitando la luz fría o blanca en la cocina porque no cuadrará con la del salón.

Consejos finales

Elige bombillas o focos LED

Consumen menos energía, duran más y generan menos calor. Además, permiten elegir entre diferentes temperaturas de color, desde luces cálidas para ambientes acogedores hasta frías para una mayor visibilidad en zonas de trabajo.

Apuesta por luces regulables

Permiten adaptar la intensidad según el momento del día. Una luz intensa es ideal para cocinar con precisión, mientras que una iluminación tenue crea un ambiente agradable para cenas relajadas.

No olvides la luz natural

Si tienes ventanas, aprovecha al máximo la entrada de luz con cortinas ligeras o estores translúcidos. Además, los espejos y superficies reflectantes pueden ayudar a distribuir mejor la luz natural y hacer que el espacio parezca más amplio y luminoso.

Añade sensores de movimiento

Una opción práctica para iluminar zonas como despensas o interiores de armarios, optimizando el consumo energético.

También son ideales para aquellas áreas donde frecuentemente tenemos las manos ocupadas, como la zona del fregadero o la encimera.

Gracias a esta tecnología, la luz se enciende automáticamente al detectar movimiento y se apaga cuando no es necesaria, mejorando la comodidad y la eficiencia de la iluminación en la cocina.

Utiliza diferentes escenas de iluminación

Permite encender solo las luces necesarias en cada momento, ahorrando energía y adaptando la iluminación a diferentes usos del espacio.

Además, puedes crear diferentes escenas de luz, para los diferentes momentos que pasas en la cocina: no necesitarás la misma intensidad ni tipo ni cantidad de luz cuando es temprano y estás desayunando, que cuando estás trabajando entre fogones preparando la cocina.

Por ejemplo, puedes contar con un circuito independiente para la iluminación general y otro para la iluminación de trabajo, activando solo lo que realmente necesites.

Además, disponer de circuitos separados para la luz ambiental ayuda a crear distintas atmósferas sin necesidad de encender todas las luces al mismo tiempo.

En resumen, con una iluminación en la cocina bien pensada, tu espacio no sólo resultará más funcional, sino que también ganará en estilo y calidez.

Así que ya sabes, ¡manos a la obra y a disfrutar de tu cocina!

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