A diferencia de hace unas décadas, a día de hoy decorar un restaurante con gusto es un “must” a la hora de planificar su apertura, pues la gente ya no acude solo por la buena comida sino atraídos también por un buen diseño (de hecho, a veces atrae más lo segundo que lo primero).
Además, la irrupción de grandes grupos de restauración en las grandes ciudades que han entendido la importancia del diseño, ha generado una sana competencia en este sentido, y por eso hoy es tan importante decorar un restaurante como planificar una buena carta, para que “entre por los ojos”.
No obstante, la mayor parte de las veces podemos pensar que un diseño de este estilo saldrá caro, y que sólo los grandes conglomerados pueden hacerle frente.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad: decorar un restaurante con poco presupuesto no tiene por qué significar sacrificar estilo o personalidad. Al contrario, muchas veces las limitaciones económicas agudizan la creatividad y permiten encontrar soluciones originales, creativas y llenas de carácter.
Tanto si estás abriendo un nuevo local como si quieres darle un aire nuevo a uno existente, existen muchas maneras de transformar un espacio de estas características con recursos limitados.
Así que hoy dedicaremos el post a ofrecer ideas prácticas, económicas y efectivas para lograr una decoración atractiva sin que tu bolsillo sufra. ¡Vamos con ello!
1. Define el concepto antes de gastar
Antes de invertir en decoración, es vital tener claro el concepto de tu restaurante. ¿Qué tipo de cocina ofreces? ¿Cuál es tu público objetivo? ¿En qué ciudad o barrio vas a abrirlo? ¿Buscas un ambiente informal, romántico, familiar, moderno o tradicional? ¿Quieres impactar?
Es obvio que si tienes un restaurante chino, aunque desees modernizarlo, la decoración deberá recordar de alguna forma a Asia, o si tu público objetivo son bolsillos pudientes de cierta edad, deberá tender más a la elegancia que al rupturismo.
En resumen, a la hora de decorar un restaurante, el tener una línea estética clara te ayudará a tomar decisiones más efectivas y a evitar compras impulsivas o incongruentes.
Además, podrás aprovechar elementos decorativos que ya tienes o que puedes conseguir gratis o muy baratos si sabes exactamente lo que buscas.
2. Aprovecha lo que tienes (o consigue materiales reutilizados)
El siguiente paso una vez definido “el concepto” es echar un vistazo a lo que ya tienes (o te pueden donar), dado que una de las formas más efectivas de ahorrar es reutilizando muebles, utensilios y materiales.
Aquí van algunas ideas:
- Muebles restaurados: Sillas y mesas antiguas se pueden lijar, pintar en cualquier color o barnizar para darles una nueva vida. De hecho, el estilo vintage o rústico puede aportar mucho valor si se hace bien.
Si prefieres un estilo más informal o divertido, puedes pintar la mitad de las patas en un color diferente al resto.
Otra opción económica para redecorar las mesas, si son lisas, es poner algún tipo de vinilo con diseño en el sobre. Dependiendo del diseño elegido puede resultar muy impactante. - Palets de madera: Para determinados estilos resultan una opción ideal para decorar, pues son baratos (incluso gratis) y muy versátiles. Puedes hacer desde mesas hasta estanterías decorativas o jardineras verticales para las paredes.
- Botellas y frascos de vidrio: Puedes usarlos como floreros, portavelas o lámparas colgantes sin que te cueste dinero, reciclando las que te sobren en el día a día. También se pueden pintar o añadirle complementos como cuerdas o adhesivos.
- Cajas de frutas: Funcionan como estanterías, contenedores decorativos o incluso mesas auxiliares.
3. Mantelería
Uno de los aspectos más importantes al decorar un restaurante son los manteles de hostelería.
No sólo cumplen una función práctica, sino que son una herramienta decorativa muy potente en su ambientación, y más cuando se tiene un presupuesto ajustado.
¿Por qué son importantes los manteles en hostelería?
- Primera impresión: el mantel es lo primero que ve el cliente al sentarse a la mesa. Un mantel limpio, bien elegido y en buen estado transmite profesionalidad, elegancia y cuidado por el detalle.
- Refuerzan el concepto: los manteles ayudan a crear coherencia estética. Por ejemplo, un restaurante rústico puede usar manteles de lino natural, mientras que uno elegante puede optar por colores neutros y tejidos satinados o ligeramente nacarados.
- Mejoran la experiencia del cliente: los manteles aportan confort, reducen el ruido ambiente (al amortiguar el sonido de platos y cubiertos) y protegen el mobiliario.
¿Cómo elegir manteles económicos y con estilo?
- Material: Elige tejidos resistentes y fáciles de lavar, como poliéster, mezcla con algodón o tejidos antimanchas. Los manteles de PVC o hule pueden ser útiles para zonas exteriores, aunque en este caso también puedes optar por salvamanteles.
- Colores neutros o versátiles: el blanco, el beige, el gris o los colores pastel combinan fácilmente con otros elementos decorativos y resultan muy elegantes. No obstante, si quieres “romper” con un color o un diseño, nada mejor que hacerlo con el mantel, pues ocupa una gran parte visual del restaurante.
- Compras online o al por mayor: a la hora de ahorrar en mantelería, lo ideal es ir a proveedores especializados en textiles para hostelería que ofrecen precios competitivos por grandes cantidades. Las tiendas online también permiten ahorrar, dado que no asumen costes añadidos como el alquiler de un local y pueden ofrecer mejores precios.
- Mantelería desechable de calidad: en restaurantes con alta rotación o eventos especiales, puede resultar útil utilizar manteles de papel de calidad (tipo “airlaid”) que imitan la textura de un textil.
- Caminos de mesa o salvamanteles: Usar caminos de mesa puede resultar más económico que un mantel completo y aporta un toque decorativo moderno. Los salvamanteles por su parte, si van sueltos le dan un aspecto más informal, y si van sobre un mantel aportarán un plus decorativo.
Además, puedes complementar los manteles con servilletas textiles del mismo estilo para una presentación cuidada, sin gastar demasiado.
4. Iluminación económica pero acogedora
La iluminación puede cambiar completamente el ambiente de un local (o arruinarlo), así que debes poner mucha atención en este aspecto.
Hoy en día no hace falta gastar grandes sumas en lámparas de diseño, pues las hay para todos los bolsillos. Lo importante es elegir una iluminación cálida, bien distribuida y adaptada a cada espacio.
- Luces LED cálidas: hoy en día resultan esenciales. Son de bajo consumo, duran mucho y se pueden encontrar en diferentes formatos (bombillas, tiras adhesivas, focos, etc.)
En este sentido, las tiras de led indirectas (por ejemplo, por detrás de un sofá corrido si dispones de él en tu restaurante, o encima de determinados muebles iluminando el techo, o escondidas en el rodapié o en baldas de estanterías, aportan mucha calidez y sensación de calidad).
- Lámparas DIY: si tienes poco presupuesto y un estilo informal, puedes hacer tus propias lámparas con coladores de cocina, botellas cortadas, papel reciclado, o latas. ¡Incluso para estilos rústicos o industriales puede quedar bien dejar las bombillas colgadas, sin pantalla por encima!
- Apliques de pared: si vas a hacer obra desde cero es una opción muy interesante, ya que además de iluminar el local, “llena” y decora la pared, por lo que matarás dos pájaros de un tiro y ahorrarás en elementos decorativos.
- Velas y luces solares para exterior: Para mesas exteriores o rincones con poca luz, las velas decorativas o luces solares pueden dar un toque romántico y acogedor.
- Igualmente, si no tienes puntos de luz sobre cada mesa, también puedes usar pequeñas lámparas con batería o velas artificiales en el interior, para aportar un aire íntimo a tu espacio.
5. Pintura: cambio radical de bajo coste
Una mano de pintura es una de las formas más económicas para transformar totalmente la decoración de un restaurante por poco dinero.
Puedes optar por pintar una pared, el techo, el suelo, medio restaurante o zonas sueltas, utilizar pintura homogénea o realizar diseños específicos… ¡hay todo un mundo de opciones esperándote!
Algunos consejos:
- Colores claros: úsalos para ampliar visualmente el espacio o reflejar mejor la luz.
- Paredes de acento: si no quieres pintarlo todo, elige una pared y dale un color fuerte o diferente.
- Papel pintado: igualmente puedes combinar la pintura general con un papel vinílico para determinadas paredes. Existe tal variedad de diseños que puedes elegir aquél que vaya más acorde con tu estilo.
- Murales o esténciles: puedes crear un arte mural tú mismo o contratar a un artista local por un precio razonable, o bien optar por patrones o plantillas ya existentes y pintar sobre ellas.
- Pintura pizarra: dependiendo del estilo,también puedes optar por pintar una pared en este material y escribir ahí el menú del día o frases inspiradoras, incluso dejando que el comensal participe escribiendo sus propias frases.
6. Crea un rincón selfie
En un mundo donde las redes sociales están a la orden del día, o donde hacer fotos se ha convertido en un deporte, tener un rincón selfie en el restaurante puede mejorar la experiencia del cliente.
Además, puede convertirse en una perfecta herramienta de marketing gratuita, pues tus propios clientes viralizarán tu restaurante a través de fotos suyas en redes, por lo que merece la pena invertir un poco en ello.
No obstante, tampoco es necesario gastarse grandes sumas de dinero. Un espejo, un led-neón, un columpio, un pequeño mural pintado o un arco de flores artificiales son opciones sencillas pero de impacto para crear un rincón de este estilo.
7. Plantas: decoración viva y accesible
Las plantas no solo mejoran la calidad del aire, sino que alegran cualquier espacio y dan sensación de frescor. Además, no necesitas un gran presupuesto para tener verde en tu restaurante:
- Usa plantas de bajo mantenimiento como potus, cactus, suculentas o sansevierias
- Colócalas en macetas recicladas: tazas viejas, latas decoradas, cubos de metal, etc.
- Considera crear un jardín vertical en una pared sin uso
Y si prefieres no tener que estar pendiente de ellas, opta por plantas artificiales allá donde quieras y cúbrelas de material ignífugo, así estarán tan frescas como el primer día 🙂
Puedes cubrir con ellas toda una pared a modo de jardín vertical o colocar plantas colgantes en el techo, ¡la creatividad al poder!
8. Arte y decoración para las paredes
Si sientes que las paredes de tu restaurante quedan demasiado vacías o necesitan algo de decoración, no necesitas llenarlas con cuadros caros. Aquí tienes alternativas económicas:
- Fotografías vintage: Imprímelas en blanco y negro y enmárcalas con marcos baratos.
- Láminas de arte digital: Hay muchos sitios web donde puedes comprar ilustraciones o diseños descargables e imprimirlos tú mismo.
- Objetos cotidianos decorativos: Cubiertos grandes, platos decorativos, relojes antiguos o utensilios de cocina pueden hacer de las paredes algo único.
Como tip añadido, un truco de impacto que funciona siempre es utilizar la repetición: da igual el elemento que uses, desde patitos de goma a vasos de plástico, cualquiera vale.
Por barato que sea: si lo repites múltiples veces en una pared o en un techo creando una especie de cuadrícula con el objeto, conseguirás una pared que se llevará todas las miradas.
9. Señalética, un plus de estilo
La señalización interna también es parte de la decoración, y es algo a lo que la mayoría de restaurantes no suele ponerle atención.
Usa pizarras con marco rústico o paneles de estilo moderno para mostrar el menú del día, promociones o frases originales. Puedes comprarlas por poco dinero o fabricarlas tú mismo con madera reciclada y pintura de pizarra.
Dale un toque también a la señalética de los baños. Busca formas originales de diferenciar el género y sorprenderás a tus comensales.
Las letras corpóreas hechas a mano con cartón o madera también aportan un aire personalizado y moderno. Y si te atreves a invertir algo más, compra tiras de pared y juega con las letras corpóreas que vienen incorporadas para crear mensajes o menús de una forma menos habitual.
10. Música y aroma: elementos invisibles pero esenciales
Aunque no son decorativos en el sentido visual, el ambiente sonoro y olfativo de tu restaurante influye mucho en la percepción del cliente.
Es cierto que implican un plus de gasto añadido (seguramente te tocará pasar por la SGAE), pero no son opciones caras y mejorarás la experiencia del cliente por poco dinero:
- Música ambiental adecuada: escoge listas de reproducción que se alineen con tu concepto. No tiene que ser música en vivo ni costosa: una buena selección de fondo puede marcar la diferencia.
Además, puedes tener varias listas según el momento del día dependiendo de la reacción que quieras provocar en el cliente: música más animada para las horas de luz o si deseas más rotación, música más relajante para las cenas cuando no tienes turnos o quieres dar a tu restaurante un aire más íntimo o tranquilo.
- Aromas agradables: existen empresas que ofrecen aromas predeterminados (con olor a pan, a dulce, etc.) y otras que crean aromas personalizados solo para ti (aunque esta opción implica un mayor desembolso).
Simplemente evita ambientadores artificiales intensos. Tampoco elijas aromas muy florales, pues es un restaurante cuadran menos que en una tienda. Mejor opta por aceites esenciales suaves, olores neutros o el propio aroma de la comida bien cocinada.
11. Detalles que cuentan: lo pequeño también decora
Como colofón, puedes añadir pequeños detalles que marcan la diferencia y aportan estilo y sensación de mimo y cuidado en el diseño de tu restaurante.
Aquí te dejamos algunos ejemplos:
- Tarjetas de visita con mensajes personalizados
- Cartas o portamenús hechos a mano o de estilo moderno
- Cuencos o cajitas especiales para llevar la cuenta
- Vajilla diferente con elementos originales para presentar los platos (por ejemplo, cucuruchos, minivasitos, bandejas planas de pizarra…)
Este tipo de elementos cuestan muy poco, pero transmiten cuidado y personalidad. ¡Usa y abusa de ellos!
En resumen
Decorar un restaurante con poco dinero no sólo es posible, sino que puede ser una oportunidad para crear un espacio con identidad propia, cálido y auténtico.
Con un poco de creatividad, atención al detalle y planificación, puedes lograr una ambientación encantadora sin grandes inversiones.
Si no te surgen ideas, haz tú mismo un tour por varios restaurantes de referencia en tu ciudad e “inspírate” 😉
Y recuerda: el objetivo final es que tu cliente se sienta cómodo, bienvenido y que no vea la hora de volver. Y eso, muchas veces, no tiene nada que ver con el dinero, sino con el alma del lugar.
¡Ponte manos a la obra y triunfa con tu restaurante!