Cómo distribuir y decorar un piso de 29 m2

Hoy, en nuestro blog de decoración, traemos un post que cambiará la percepción que tienen muchos sobre el espacio. Generalmente todo el mundo piensa que el mínimo de metros cuadrados que debe tener un piso para que una persona pueda vivir cómodamente, ha de rondar los 40m2. Lo cierto es que mientras más metros tenga la vivienda en cuestión mejor será, más capacidad de almacenaje tendrá, más habitaciones y baños podrá albergar y en definitiva más confortable será para la persona que la habite. Pero como suele ocurrir, siempre hay excepciones que nos obligan a cambiar de idea. Es el caso del piso que vamos a tratar hoy. En las imágenes que acompañan a este artículo podéis ver cómo distribuir y decorar un piso de 29 m2 diseñado por los arquitectos del estudio 3XA en Wroclaw (Polonia).

Si analizamos las características del apartamento, vemos que hay ciertos aspectos que facilitan el interiorismo y otros que por el contrario suponen una dificultad añadida. Como punto a favor, sin lugar a dudas, nos encontramos con la altura libre, lo que permite jugar con doble piso y por lo tanto permite contar con más metros de los que se tenían inicialmente. Por el contrario, el hecho de ser una planta cuadrada está dentro de la lista de contras, ya que las formas cuadradas siempre son más difíciles de distribuir que las rectangulares. Sin embargo, el hecho de que las ventanas estén en uno de los lados y la puerta de entrada a la vivienda en lado opuesto es una gran ventaja en lo que a distribución se refiere.

Este piso tiene 3,70 m de altura libre, es lo justo como para poder aprovechar el espacio a lo alto. Esta medida no permite crear un doble piso porque no es bastante como para que una persona camine erguida, pero sí lo suficiente como para crear un entresuelo y colocar en él la cama.

En general, los principales aspectos a destacar de este piso son: cama en piso superior para aprovechar el espacio al máximo, escalera con almacenaje y cocina unida al salón, sin tabiques, para ganar sensación de espacio.

Los diseñadores han optado por diseñar una escalera con acabado OSB, aprovechando el hueco que queda bajo ella para incluir unos estantes para almacenaje. La escalera sube hasta una altura de 180cm que desemboca en el dormitorio, donde el inquilino prácticamente llega para tumbarse ya que el techo no es demasiado alto.

Bajo el dormitorio, se crea un pasillo que a un lado da acceso al baño y al contrario a los armarios. Al quedar el baño como un módulo en el centro del piso, la cocina se pude crear junto a él, de tal forma que la instalación de agua se concentra en un mismo área y puede contar con una de las ventanas, ideal para ventilar y contar con iluminación natural.

La cocina reúne en un solo frente los elementos indispensables que toda cocina ha de tener: una vitrocerámica de dos fuegos, un módulo de 60cm de encimera, fregadero y frigorífico. Todo esto rematado por módulos de almacenaje de doble altura que llegan hasta el techo. Además, el hueco de la ventana es aprovechado también para crear una encimera más con almacenaje bajo ella. Y para separarla visualmente del salón, ya que ambos comparten el mismo espacio, se ha instalado una barra adosada a la pared con dos taburetes para comer.

El salón tiene la suficiente capacidad como para incluir un sofá de tres plazas y un sillón enfrentado para poder conversar con las visitas. Además, al ser un sofá con chaise longue, junto a ésta se pude poner un escritorio de trabajo de la misma medida. Y aunque no aparezca en las imágenes, la televisión podría estar suspendida en la pared que da al baño (siempre y cuando el muro sea lo bastante grueso como para no coincidir con las tuberías).

En cuanto a los acabados, los diseñadores han elegido acertadamente una gama cromática de tonos claros para dar amplitud al espacios. Paredes blancas que reflejan la luz, madera en el suelo para dar claridad, tableros OSB en le mesa de la cocina y en la escalera para dar textura y unificar espacios y toques negros en una pared de la cocina, en lámpara, taburetes y en el suelo del pasillo para crear un punto de contraste.

Y como toque de distinción, destacar la conservación de las molduras originales de la vivienda combinadas con elementos más modernos como el sillón mostaza del salón.

Como veis, el espacio puede dar mucho de sí cuando se aprovecha al máximo. Si en Polonia ha sido posible distribuir y decorar un piso de 29 m2 ¿por qué no lo puedes hacer tú en tu casa? Desde Decofilia os animamos a seguir aprendiendo a decorar vuestra casa. Para ello ponemos a vuestra disposición nuestra escuela de decoración online, donde encontraréis una gran variedad de cursos.

Vía: pinterest.com