Ahora que llega el verano, muchos estaréis poniendo a punto vuestras segundas residencias para alojar a la mayor parte de la familia en el mínimo espacio posible.
Como suele ser un poco complicado compaginar varias camas con un espacio limitado, en esta ocasión dedicamos nuestro artículo de la semana a cómo elegir un sofá cama, para que pasar un par de semanas con todos tus familiares resulte algo más sencillo.
Elegir el sofá cama adecuado no es tarea fácil, pero si tienes en cuenta los siguientes aspectos, elegirás mucho más rápido y sin perder de vista las necesidades de tu vivienda.
Aspectos a tener en cuenta al elegir un sofá cama
1. Dónde irá colocado
No es lo mismo un salón que un dormitorio, así como tampoco un salón comedor que una salita de estar. Conocer bien el espacio donde vas a colocar el sofá cama es imprescindible.
Debes determinar tanto la funcionalidad y uso de la estancia, como la cantidad de veces que se le va a dar uso al mueble en sí mismo.
Si vas a colocar el sofá cama en un salón pequeño y vas a utilizarlo como cama todas las noches, necesitarás dejar espacio libre por delante para evitar tener que mover los muebles que coloques frente al sofá cada día.
En cambio, si el sofá cama está en un espacio más amplio o de menos uso, podrás adquirir uno más grande sin miedo a entorpecer el paso.
No te olvides de tomar medidas con precisión para garantizar que, una vez abierto, quede espacio de paso junto al sofá cama y entre éste y el resto de muebles.
2. Para cuántas personas se necesita
Un sofá cama será muy diferente si sólo se necesita para que duerma una persona o dos.
Lo más habitual es buscar un sofá matrimonial, pero si sólo queremos tener una cama extra, podremos optar por un sofá cama fijo o un sillón cama (que nos ocupará mucho menos espacio).
Si en cambio se quiere un sofá para dos personas que no duermen juntas, podríamos optar incluso por un sofá cama litera, una opción convertible que nos ahorrará espacio por delante al optar por aprovechar la altura.
3. Tipo de sofá cama
El mecanismo de apertura de un sofá cama es uno de los factores más importantes a la hora de elegir la pieza ideal para tu vivienda.
Tendrás que analizar la practicidad y comodidad de esta apertura (cómo de sencillo sea para hacer la cama), así como la facilidad con la que podrás abrirlo en el interior de la estancia en la que lo coloques.
Entre las aperturas más habituales podemos encontrar:
- la italiana (dando la vuelta al asiento para sacar el colchón de debajo y tirando hacia delante)
- clic-clac (apertura tipo libro)
- sofá fijo (para cama individual, sólo requiere quitar el respaldo y dormir encima)
- apertura plegable (se “despliega” hacia delante)
- tipo acordeón (el asiento se despliega hacia delante y/o hacia atrás hasta formar la cama).
Puedes ver con profundidad cada uno de ellos en nuestro artículo sobre tipos de sofá cama, en los que analizamos también otros factores que identifican cada tipo de sofá para que puedas valorar cuál es el ideal para tu espacio.
4. Comodidad
Aunque la impresión general que solemos tener de este tipo de muebles es que son algo incómodos, lo cierto es que hay opciones muy buenas que garantizan el descanso ideal.
Ten en cuenta que la comodidad debe estar presente tanto en la forma de sofá, como cuando este se encuentre convertido en cama.
En este sentido, son más cómodos aquellos sofás cama en los que el asiento es distinto al colchón (como los de apertura italiana) ya que cada uno realizará su función.
Además, este sistema nos permitirá también tener una cama hecha debajo para no tener que poner las sábanas todos los días.
Si en cambio el asiento fuera el propio colchón, lo ideal es que no resulte ni demasiado duro ni demasiado blando para poder sentirnos igualmente cómodos en horizontal que en vertical. Recuerda que un colchón duro no siempre es lo mejor para la espalda 🙂
A la hora de elegirlo, puedes buscar reseñas de otros compradores y, en cualquier caso, si es posible, probar en tienda ambas posiciones antes de adquirir tu sofá cama.
Asegúrate también de que los cojines del sofá y el colchón de la cama no sean demasiado finos para conseguir un buen descanso.
5. Calidad y materiales
Si quieres evitar que, tras poco uso, tu sofá cama se deteriore, presta especial atención a los materiales y a sus calidades, pero sobre todo al entorno en el que lo vas a colocar.
No se deteriora igual el mismo mueble en un ambiente húmedo que en uno seco, así como tampoco lo hace al aire libre que en interior.
Lo ideal es que busques materiales duraderos y adaptados al entorno en el que se encuentra tu vivienda, así como materiales que resistan sin problemas el uso frecuente.
Además, te recomendamos que revises antes de comprar los mecanismos de apertura y las costuras de los cojines y el colchón para evitar posibles errores de fábrica o incluso que éstos fallen en poco tiempo por tener una resistencia baja.
6. Diseño y estilo
Lo último que queremos es que nuestro sofá cama desentone con el resto de la vivienda y que, sin buscarlo, destaque en la estancia en la que lo coloquemos.
Para evitar esta situación, busca un sofá cama que se ajuste a la estética general del espacio y decóralo con textiles que complementen el resto de la decoración.
Intenta potenciar la línea horizontal y evita los sofás “mamotreto”, es decir demasiado altos y pegados al suelo.
Los de brazo fino (o directamente sin brazos) resultarán más ligeros y aprovecharás mejor el espacio de cama.
En la actualidad existe una gran variedad de diseños y estilos para sofás cama, por lo que no te costará encontrar una opción adecuada para tu espacio.
7. Presupuesto
Fija un presupuesto máximo antes de empezar con la búsqueda del sofá cama ideal.
Existen muchísimas opciones en el mercado, por lo que no tendrás problema en encontrar un sofá cama adaptado a tu presupuesto.
Eso sí, ten en cuenta que en sofás cama muchos no resultan muy estéticos, y que cuanto más de diseño resulten, más caros serán.
Además, te recomendamos que, aunque establezcas un presupuesto previo, tengas en mente que un sofá cama es una inversión a largo plazo, sobre todo si lo vas a usar a menudo.
En estos casos, es mejor que además del diseño primes la calidad y la comodidad aunque gastes algo más para garantizar un buen descanso, en lugar de comprar el más barato y que no se consiga pegar ojo a la hora de utilizarlo.
8. Aspectos extra
Además de todos los aspectos que ya hemos repasado, muchos sofá cama incluyen características adicionales que pueden facilitarte mucho la vida.
Por ejemplo, si la estancia en la que vas a colocar el sofá cama es pequeña, busca muebles con almacenamiento integrado para colocar la ropa de cama o los cojines y almohadas cuando no los estés utilizando y así ahorrar espacio.
Como has visto, existen múltiples opciones para asegurar tu descanso en espacios pequeños o en habitaciones que no han sido originalmente planteadas como áreas de descanso.
Esperamos que estas pautas te hayan servido para hacerte una idea general de cómo elegir un sofá cama y recuerda, esta es una decisión totalmente personal y debe ajustarse a tus necesidades espaciales y de descanso, pero para ello no tienes por qué dejar de lado el estilo y la decoración que has elegido para tu espacio.
Por lo demás, ya sólo te queda analizar todos estos aspectos y ponerte a buscar ¡y probar!