Aunque en el hemisferio norte estamos ahora en pleno otoño, en algunas zonas del globo, como las tropicales o el hemisferio sur, andan ya buscando ideas para conseguir un ambiente refrescante que les haga pasar las horas más calurosas del día de forma más plácida.
Por eso, dedicamos el post de hoy a daros unos cuantos consejos para refrescar una casa a todos los que tengáis una segunda vivienda en Canarias, un apartamento en el Caribe, o viváis en Argentina, Chile o Bali, entre otros.
Y es que, si crear un ambiente refrescante en casa es esencial durante los meses más cálidos del año, lograr que combine frescura y estilo es fácil aplicando algunos sencillos trucos de diseño y una buena selección de materiales, colores y elementos decorativos.
Así que si eres de los que está pensando ahora mismo cómo combatir el calor en casa, vamos con unas cuantas ideas prácticas y elegantes para transformar tu hogar en un oasis de frescura sin sacrificar el buen gusto.
¡Al lío!
1. Opta por una paleta de colores frescos y naturales
Los colores juegan un papel fundamental para transmitir sensaciones para lograr un ambiente refrescante, es ideal usar tonos claros y fríos que evoquen frescura.
Colores como el blanco, el beige, los grises suaves y tonos pastel, como el verde menta o el azul cielo, aportan luminosidad y dan sensación de amplitud.
También puedes incluir tonos arena y terrosos que recuerdan a la naturaleza y aportan equilibrio.
Estos colores no solo refrescan el espacio visualmente, sino que también combinan perfectamente con cualquier estilo decorativo.
2. Materiales naturales y orgánicos para mantener la frescura
El uso de materiales naturales como el lino, el algodón y la madera sin tratar es clave para crear un ambiente refrescante.
Estos materiales permiten que el espacio respire y no retienen tanto calor como los materiales sintéticos.
Las cortinas de lino o algodón en tonos claros, por ejemplo, permiten que la luz natural entre suavemente, sin sobrecalentar el ambiente.
Por otro lado, los muebles de madera clara y acabados naturales (como el roble o el abedul) generan una atmósfera ligera y relajada, mientras que los detalles en ratán o mimbre aportan un toque mediterráneo y tropical.
Las alfombras de fibras naturales, como el yute, también ayudan a mantener los suelos frescos.
3. Ventilación y circulación del aire
Para combatir el calor en casa, además de los aspectos decorativos es esencial mantener una buena ventilación constante, así que, si es posible, abre las ventanas temprano en la mañana o al final de la tarde para que el aire fluya.
Complementa esto con ventiladores de techo o de pie de diseño. Actualmente, hay modelos muy estéticos, con acabados en madera o metal, que pueden integrarse a cualquier estilo de decoración.
Otra opción es instalar ventanas correderas, que facilitan la ventilación sin ocupar espacio adicional y pueden abrirse para dejar que el aire circule sin obstáculos, o ventanales plegables si tienes un porche, pues podrás tenerlo completamente abierto todo el día.
4. Plantas: el toque verde para refrescar y decorar
Las plantas no solo aportan un toque natural y estético a los espacios, sino que también ayudan a purificar el aire y a reducir la temperatura en el hogar.
Plantas como el helecho, la sansevieria, el lirio de la paz o el aloe vera son opciones populares que requieren poco mantenimiento y aportan frescura.
Además, el color verde de las hojas ayuda a crear un ambiente más relajante y acogedor.
Y si quieres añadir un toque decorativo extra, elige macetas de cerámica, terracota en tonos neutros, mimbre o ratán, que además de mantener la frescura visual, se adaptan muy bien a estilos decorativos como el boho, el mediterráneo o el escandinavo.
Eso sí, distribuye las plantas en distintos puntos de la casa para que haya un flujo de aire constante y un efecto refrescante.
5. Textiles ligeros y frescos
El cambio de textiles en verano es una forma sencilla y efectiva de refrescar el ambiente. Los tonos neutros o pastel y las texturas ligeras serán tus aliados para mantener un estilo elegante y un ambiente fresco.
Para el dormitorio, opta por fundas de cojines de lino, sábanas de algodón y colchas ligeras. Estos materiales permiten que el aire circule y aportan una sensación de frescura al tacto muy agradable al dormir.
Además, los estampados en tonos suaves o con motivos naturales, como hojas y flores, también pueden contribuir a la sensación refrescante, siempre que se utilicen en proporción moderada para no sobrecargar el ambiente.
6. Iluminación natural y artificial adecuada
Aprovechar la luz natural es fundamental, pero para mantener el frescor, es conveniente usar cortinas ligeras que difuminen la luz sin calentar el espacio.
Para la iluminación artificial, utiliza luces LED, que no emiten calor, y selecciona bombillas de luz neutra para reforzar esa sensación de frescura.
Y si dispones de un porche o piscina, opta por lámparas flotantes sin cables o pequeñas bombillas para adornar árboles o barandillas y conseguirás un ambiente refrescante de lo más chic.
En cuanto al interior, las lámparas de mesa y de pie en materiales naturales o con acabados metálicos claros son una excelente opción, ya que aportan una luz suave y funcional sin generar calor adicional.
Eso sí, asegúrate de colocar las luces estratégicamente, evitando el exceso de iluminación en áreas que no lo requieran.
7. Espacios abiertos y mobiliario minimalista
Un espacio refrescante se asocia a menudo con amplitud y ligereza visual.
Para ello, reduce el número de muebles y elementos decorativos, y selecciona piezas funcionales y de líneas sencillas.
Los muebles minimalistas no solo contribuyen a una mayor circulación del aire, sino que también transmiten una sensación de orden y calma.
Un salón con pocos muebles, por ejemplo, no solo se verá más amplio y fresco, sino que facilitará la ventilación.
Si tienes la oportunidad de unir espacios, como el salón y la cocina, puedes crear una sensación de mayor amplitud que contribuirá a que el ambiente sea mucho más refrescante.
Y si quieres darle un puntito adicional de frescor, opta por un frente de cocina en azulejos de tonos turquesa o verde menta. ¡Verás qué diferencia!
8. Agua y elementos decorativos refrescantes
Incorporar elementos que evocan agua, como las fuentes de interior o exterior, puede ser un buen truco para refrescar el ambiente.
El sonido del agua, aunque sea mínimo, genera una sensación de paz y frescura, y contribuye a reducir el estrés.
También puedes colocar recipientes con agua y piedras, plantas o velas flotantes, así como flores frescas para un toque decorativo sutil.
Las fuentes son también ideales para espacios exteriores como terrazas o porches, donde puedes crear un pequeño rincón refrescante para relajarte.
En resumen, con estos consejos y una selección cuidadosa de materiales, colores y accesorios, es posible conseguir un hogar fresco y acogedor que transmita estilo y elegancia.
Desde una paleta de colores claros hasta el uso de materiales naturales y textiles ligeros, cada detalle puede contribuir a crear un ambiente refrescante que te invite a relajarte y disfrutar, especialmente en los días de verano.
Así que, ya sabes, si vives en un lugar cálido o tienes la suerte de tener buen clima todo el año ¡transforma tu casa en un refugio de frescura con mucho glamour!