Cualquiera que navegue un poco por Idealista u otra web del ramo, podrá observar que cada vez hay más personas que optan por convertir un local en una vivienda.
Y es que a día de hoy, los precios de las viviendas se han disparado, lo que genera que cada vez sean más las personas que optan por alquilar un local comercial y convertirlo en un acogedor hogar, en vez de buscar una vivienda, en la cual el gasto es mayor, tanto de compra como de mantenimiento.
Sin embargo, debido a la crisis sanitaria, muchos de los comercios y negocios se vieron obligados a deshacerse de sus locales, teniendo que colgar el cartel de “se vende” o “se alquila”.
Debido a esta situación, algunos de los dueños de estos locales decidieron darle un giro drástico y hacer de un comercio un pequeño hogar, tanto para ellos mismos como segunda vivienda o principal.
Además, convertir un local en una vivienda es un modo práctico de evitar la degradación de algunas calles, donde la proliferación de locales vacíos pueden dar una imagen de desolación. De esta forma se aprovecha el espacio urbano para sus habitantes y sus calles se dinamizan en lugar de convertir sus negocios en zombies.
Por eso, para aquellos que estéis buscando comprar o alquilar un pequeño estudio o quizás un local vacío os proponemos esta solución y realizar tú mismo la transformación a tu gusto.
Los trámites
Lo primero que es lógico que te preguntes es si realmente esta idea es una buena opción, ya que no son los mismos requisitos los que se necesitan para tener un local comercial que una vivienda habitable.
En este sentido, lo primero que debemos hacer es informarnos sobre los requisitos legales para convertir un local en una vivienda, que varían según el municipio y comunidad autónoma donde se encuentre.
Aún así, las normas más comunes son que debe contar con comedor, cocina, dormitorio y aseo, así como una superficie útil mínima de 38 m2, salvo el caso que se trate de un estudio donde solo serán necesarios 25m2.
Además, tendrá que tener un techo mínimo de unos 2.5m y un porcentaje mínimo de iluminación natural frente a la artificial. Lo mismo pasa con la ventilación, aunque también depende de cada normativa.
Y por último, habrá que comprobar que cumpla las normas de urbanismo del Código Técnico de Edificación (CTE) vigente.
La economía
Sabemos que el motivo económico es el principal factor de peso a la hora de tomar decisiones de este tipo, ya que es una de las ventajas principales de convertir un local en una vivienda.
Comprar un local puede llegar a ser hasta un 50% más barato que una vivienda común, y aunque los trámites para convertirlo en vivienda pueden conllevar un tiempo (en algunos casos pueden tardar hasta un año, aunque los ayuntamientos cada vez más están agilizando la burocracia precisamente para dinamizar las calles llenas de negocios cerrados), a pesar de todo compensa.
Y es que esa diferencia de precio puedes utilizarla para hacer reformas en el propio local, aunque no hay que olvidar otros gastos que una vivienda no tiene, como el cambio de uso, la cédula de habitabilidad e incluso la propia licencia, pero aún así estos costes son inapreciables respecto al ahorro total.
Además, dado que los locales se ubican en plantas bajas, evitan los costes del mantenimiento del ascensor (y aveces los de su compra), así como los gastos del mantenimiento o iluminación de la escalera del edificio, por lo que su gasto en comunidad por estos conceptos también suele ser menor que el de las viviendas.
El diseño
Una vez ya hayas pasado todos los trámites legales, podrás empezar a diseñar e imaginar como quieres que sea tu futuro hogar, y dependiendo de la superficie disponible, podrás poner en marcha un diseño u otro.
La mayoría de las personas optan por un loft de estilo industrial, tiran todos los tabiques, dejando un espacio completamente abierto y sin distribución alguna, donde sean los propios muebles quienes marquen las diferentes estancias.
Esto además es consecuencia de que muchos locales sólo tienen una fachada por la que entra la luz natural (o como mucho otra opuesta), por lo que la apertura de espacios es fundamental para que la luz entre a todos los rincones del espacio.
Además, muchos dejan las paredes de ladrillo y las vigas vistas, e incluso las instalaciones, lo que abarata muchísimo los costes de obra.
Otro recurso bastante utilizado para aprovechar al máximo el espacio es la división de alturas que se comunican a través de una escalera.
Esto es porque los locales comerciales suelen tener una altura mayor que la vivienda común, lo que permite dividir el espacio y obtener el doble de oportunidades a la hora de distribuir las estancias.
Normalmente se aprovechan las zonas superiores para construir altillos convertidos en estancias que requieran mayor privacidad, como el dormitorio.
Inspiración
La verdad es que un local convertido a vivienda tiene una personalidad fuera de lo común, así que para aquellos que os animéis, aquí os dejamos algunas ideas más que os pueden servir de inspiración.
Un gran espacio común
Algunas estancias como el salón, comedor y cocina pueden compartir un único espacio y generar un hogar más acogedor y amplio.
Puertas de cristal
Un elemento divisorio permite separar estancias sin bloquear la luz ni evitar el contacto visual entre ellas, a la vez que protege de ruidos, humos y olores.
Ya sean correderas o fijas, darán al espacio una sensación de continuidad.
Biombos
Resultan una solución decorativa y muy práctica para lograr intimidad si no quieres liarte a construir estructuras fijas o separadores en cristalera.
Estructura y pilares vistos
Olvídate de los falsos techos. Dejar a la vista las vigas (ya sean metálicas o de madera) y los pilares, darán al espacio una estética de loft muy característica de este tipo de locales y te darán una enorme sensación de amplitud.
Como has visto, convertir un local en vivienda te facilita conseguir tu casa de ensueño a un precio mucho más económico, permitiendo diseñar tú mismo el espacio y adaptarlo a lo que necesitas.
Así que a partir de ahora, camina por las calles con otros ojos y busca ese local donde te encantaría residir 🙂