Cuando nos preguntan por el piso de nuestros sueños, aquél que compraríamos si nos tocara la lotería, hay dos tipologías en particular que suelen ser respuesta recurrente: un ático y un loft. Curiosamente, el piso más alto y el piso más bajo del edificio…
Cada uno de los dos tiene su encanto particular. Si bien los áticos disponen de magníficas terrazas para cenar en días de verano o sentarse a leer un mediodía de primavera, los loft en cambio se caracterizan por unos techos altísimos y grandes ventanales que le dan una majestuosidad tremenda al espacio y nos permiten además jugar con los metros cúbicos más que con los cuadrados, multiplicando de este modo las posibilidades de decorar y amueblar.
Los salones construidos en loft suelen ser de dos tipos: aquellos que deciden aprovechar la altura para construir una segunda planta, de forma que suelen contar con algún tipo de escalera en el medio o a un lado del salón; o aquellos que se disponen en una sola planta y aprovechan la altura en su vertiente estética para conseguir una sensación de espacio fuera de lo habitual, libre de pisos dobles o escaleras.
Los salones tipo loft, además de espacio en vertical suelen contar también con espacio horizontal: son grandes áreas que hay que distribuir y decorar adecuadamente para evitar caer en el mayor error de este tipo de distribuciones: la sensación desangelada. Lo ideal, además de emplear mobiliario de grandes dimensiones en proporción con el espacio, es crear distintas zonas para rellenar los huecos (una zona de estar, un rincón chimenea, otro de lectura o un jardín interior) además de colocar grandes alfombras que delimiten los espacios y rellenen visualmente amplias áreas de suelo que de otro modo quedarían demasiado vacías.
También es bueno, ya en vertical, “texturar” algunos muros de arriba a abajo (con ladrillo, madera, hormigón), así como colocar varias lámparas colgantes de cable largo o dimensiones XL que rellenen el espacio que media entre suelo y techo.
Los ventanales, muchas veces suelen dejarse sin cubrir, quizás porque con sus amplias dimensiones es difícil conseguir telas de una sola pieza. Esto ocurre especialmente cuando los ventanales dan a exteriores con vistas (mar, bosque, jardín privado, etc.) o en países nórdicos donde es muy habitual prescindir de cortinas o persianas en los pisos, de modo que desde la calle puedes ver lo que ocurre dentro de las casas y nadie se escandaliza por ello (los que hayáis visitado Holanda sabréis de qué hablamos 😉
En fin, como soñar es gratis, aquí os dejamos algunos ejemplos de decoración de salones loft espectaculares para que los admiréis mientras ahorramos para poder hacernos con uno.
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Vía: pinterest.com