Si vais de vacaciones por Estocolmo no dejéis pasar la oportunidad de visitar el restaurante Jonas, en Fleminggatan 39; un local dirigido por el galardonado chef Jonas Lundgren. Este restaurante de lujo se encuentra situado en una zona agitada de la ciudad, y se presenta como un oasis en mitad del bullicio.
El diseño del restaurante corre a cargo del estudio Formforyou y han concebido la decoración del espacio dividiéndola por zonas: por un lado la zona de comidas y por otro el vino-bar. Del edificio (construido en 1940) han conservado como parte del interiorismo una pared de azulejos pintados a mano por las hermanas Jobs, azulejos que según el propio estudio, les han servido de inspiración.
Inspirador también ha sido para ellas la naturaleza, y es que en Suecia la fauna, los prados verdes y la naturaleza supone la base de este proyecto al igual que lo es para muchos artistas, arquitectos y diseñadores de este país.
El estudio quería capturar y reflejar el espíritu de la naturaleza e integrarlo en el contexto urbano, por ello decidieron integrar un jardín vertical de unos 30 m2 que además de decorar el ambiente proporciona a un mismo hierbas para la cocina del restaurante.
En cuanto al resto de la decoración del local, por un lado la zona de restaurante es elegante y sencilla, cuenta con grandes ventanales vestidos con paneles blancos de formas circulares de distintos tamaños que le aportan originalidad y dan más intimidad a los comensales, un techo técnico que destaca por su particular perforado de formas geométricas, lámparas colgantes de cilindros alargados y tonalidades suaves en contraste con el suelo oscuro.
Por otro lado, y de forma totalmente diferente, se encuentra la zona Food & Wine Bar, con un carácter mucho más desenfadado y relajado. Aquí la gama cromática pasa por los blancos, negros y rojos, las líneas son más marcadas tanto en el suelo que emplea una moqueta de rombos, en los ventanales que tienen cortinas de hilos formando líneas diagonales, como en los muebles, especialmente en los taburetes y también en las sillas que fueron diseñadas por el propio estudio, producidas por Lundbergs y galardonadas con el premio Good Design Award 2011. Destaca también una de las paredes por tener un mural de graffiti (obra de Disey) como símbolo del arte del siglo XXI; en él se resumen las ideas de diseño concebidas para espacio: el uso del color rojo y las líneas y los ángulos marcados.
Por último, el baño ha sido diseñado como reflejo de la calidad de la cocina que se sirve en este restaurante, es decir, como un baño de lujo, con acabados dorados en grifos y baldosas, con grandes espejos tintados que hacen el espacio más grande y en general con un toque bronceado que aporta un ambiente más agradable.
Si te gusta el diseño de este restaurante, no hay nada mejor que conocerlo en persona, pero como sabemos que puede quedar un poco lejos, os dejamos una cuantas fotos de decoración del local para que podáis disfrutarlo, aunque sea desde la pantalla.
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