El dormitorio es la estancia más personal e íntima del hogar, la que refleja nuestra personalidad y donde nos sentimos más cómodos. En él guardamos nuestros enseres más privados y, actualmente, hasta puede llegar a ser nuestro lugar de trabajo. Por todos estos motivos es por lo que el ambiente ha de ser lo más agradable posible. Para ello, la decoración textil juega un gran papel, ya que puede convertirse en nuestro gran aliado.
Cuando comenzamos a construir el dormitorio suele ser difícil, ya que debemos seleccionar elementos de los que no vayamos a cansarnos rápido, con los cuales nos sintamos cómodos para llegar al final del día y sentirnos abrazados por la estancia durante un largo periodo de tiempo.
Y en este sentido, muchas veces no nos damos cuenta de la importancia que tienen en este espacio los elementos textiles. Casi siempre son los que acaban definiendo nuestro estilo, además de ser los más fáciles económicamente de renovar cada cierto tiempo.
Por ello, hemos querido enseñaros en este artículo los diferentes elementos textiles para vestir los dormitorios: ropa de cama, cojines, cortinas y alfombras.
¡Vamos a ello!
Ropa de cama
Un básico en la estancia, ya que se encarga de vestir el elemento principal: la cama.
Cuando entras en un dormitorio es el ocupa una gran masa de espacio visual. Por lo tanto, decorarla adecuadamente es fundamental.
Y no sólo por la estética, ya que a todos nos gusta sentirnos arropados con un tacto suave y un color u estampado agradable para nuestros ojos.
A la hora de elegir la ropa de cama habrá que decidir para qué tipo de cama se necesita (individual, matrimonial, king size…) así como la combinación de elementos (por ejemplo, que las fundas de almohada vayan a juego con la sábana o con la funda nórdica).
Veamos en cualquier caso los principales elementos:
1. Sábanas
El complemento que nos acompaña durante todo el año. Tienen gran importancia, ya que son los elementos que te pueden aportar la temperatura correcta para dormir, además de un tacto agradable y cómodo para tener un sueño reparador.
Estéticamente, es en verano cuando más importancia tienen, ya que es cuando hay más posibilidades de que se vean, al no tener funda nórdica o colcha para que sea más cómodo el día a día durante los meses más calurosos del año.
En este caso, pueden combinarse con pequeñas mantas para que siga viéndose bien decorada.
2. Colchas y edredones
Utilizadas tanto en verano como en invierno. Muchas personas las utilizan más en verano para cubrir su cama y no dejar a la vista las sábanas, ya que son ligeras en comparación con las fundas nórdicas.
Hay diferentes tipologías dentro de ellas: pueden tener un pequeño relleno o únicamente ser de un material más ligero como la lana o el algodón.
Dentro de esta tipología entran los edredones (colchas rellenas de fibra no desenfundables), utilizadas más en invierno, ya que abrigan más en comparación con los demás tipos de colchas.
3. Nórdicos
Son los más indicados para las épocas de frío, ya que son los que más abrigan.
Se diferencian de los demás porque son más gruesos y desenfundables, y tienen una funda exterior con un relleno que puede ser sintético o de plumón o plumas.
Los hay cálidos, frescos y una combinación de ambos que consisten en dos nórdicos unidos para utilizarlos como uno solo en invierno, pero divisibles para eliminar uno de ellos en verano y aligerar el abrigo.
Únicamente necesitan una sábana bajera gracias al tacto suave y cómodo de las fundas nórdicas, aunque algunos utilizan también la sábana encimera para proteger la funda del contacto con la piel y así protegerla de lavados continuos.
En cuanto a diseños, es la opción más versátil, pues podemos encontrar desde lisos a estampados, desde tramas geométricas a florales, desde tonos vivos a tonos pastel. ¡En la variedad está el gusto!
Cojines
Un elemento decorativo que parece insignificante pero que es capaz de cambiar la atmósfera de tu dormitorio.
Se pueden combinar de muchas maneras: colocando un par o un montón de ellos, utilizando telas lisas o estampadas, incluso combinar las dos tipologías, combinarlos con las fundas nórdicas y los edredones, o introducirlos en otros lugares como en sillas o sillones.
Una cama con muchos cojines nos resultará más agradable, pero hay que tener en cuenta que hay que dejar un espacio en la habitación para guardarlos por la noche y que todas las mañanas debes colocar cada cojín en su sitio.
Por otro lado, los cojines son una opción ideal para decorar habitaciones infantiles ya que sus formas, mensajes dibujos y colores le pueden dar ese toque divertido a la decoración.
Cortinas y estores
La decoración textil que cubre las ventanas es la que aportará la intimidad que necesitas a tu dormitorio, dejando pasar la luz si lo requieres sin ningún problema.
En este sentido, podemos optar por vestir nuestras ventanas con cortinas, estores, o añadirle visillos decorativos de diversos colores y estampados.
Exiten diferentes tipos de cortinas, lo que nos permite jugar con espesores y colores. Si optas por una cortina de tonalidad oscura, deberá ser de un espesor fino, ya que si no, provocará que la luz no la traspase, perdiendo de este modo luminosidad.
Esto conducirá a una sensación agobiante y oscura. En cambio, los colores más claros nos aportarán mucha más luminosidad y el espacio parecerá incluso más amplio.
La longitud de las mismas también hay que tenerla en cuenta. Si el espacio es amplio, puedes hacer que cuelguen bastante, mientras que, si la habitación es más bien pequeña, lo preferible es que éstas queden a ras de suelo.
Además, ten en cuenta que para que la habitación parezca más alta, lo ideal es colgar las cortinas cerca del techo, y no cerca de las ventanas o ventanales si éstas quedan bastante más bajas.
No nos olvidemos de los estores, una tipología que nos permite ocultar las cajas de las persianas y son más limpios que las cortinas en sí.
Dependiendo de la tipología que elijas irán mejor para un estilo u otro. Los estores enrollables son perfectos para ambientes más “minimalistas”, los de paqueto para ambientes más femeninos o acogedores.
Alfombras
Parecen pasar desapercibidas, pero nada más lejos de la realidad. Las alfombras aportan muchas más ventajas de las que pensamos: nos regalan un ambiente más confortable y acogedor, al pisarlas descalzos nos protegen del frío del suelo aportando también una sensación más agradable y, además, contribuyen a absorber los ruidos.
Eso sí, hay que mantenerlas limpias regularmente, ya que si no, sus fibras pueden estropearse con el polvo.
Existen muchas tipologías: lisas o estampadas, regulares o irregulares, de tejidos más suaves o de fibras más rugosas, con o sin borlas, de pelo largo o pelo corto, naturales o sintéticas, etc.
Según sea el estilo de tu dormitorio, así deberás escoger tu tipo de alfombra.
También es importante saber dónde las vas a ubicar.
Lo ideal es hacerlo a los pies de la cama para levantarte y tener la sensación de pisar una pequeña nube. Y lo recomendable es situarla antes de colocar la cama, especialmente si ésta tiene canapé.
Como véis, existen muchas maneras de dar un nuevo ambiente a tu dormitorio de una manera económica, cambiando únicamente la decoración textil.
Si estás creando desde cero esta estancia, ya sabes que tienes que tener en cuenta más factores y no únicamente las piezas grandes.
¡Anímate a dar un nuevo rumbo a tu dormitorio!
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Vía: pinterest.com | soikos.es