Decorar el baño con papel higiénico

A la hora de decorar el baño, solemos centrarnos en varios recursos: la iluminación (apliques especiales, luces indirectas, leds), los textiles (cortinas de ducha, toallas, alfombrillas), los sanitarios (lavabos, bañeras, inodoros y bidet) o los revestimientos (azulejos, papel pintado, para el aseo de cortesía, etc.) Sin embargo, como ocurre con los interruptores, nunca solemos pararnos demasiado a pensar en el diseño del toallero, la escobilla o, como en el caso de este post, el papel higiénico.

Opciones para decorar el baño con este elemento hay muchas:

Una opción es colocar un portarrollos neutro y centrarnos en el propio papel higiénico (los hay de colores para aportar un toque alegre al baño, negros para darle elegancia, y divertidos (con sudokus, ejemplos de papiroflexia, agenda de teléfonos, imitación a billetes…) En este último caso más que decorar hacen divertida la experiencia y pueden ser adecuados para baños de invitados o en locales temáticos.

Otra opción por supuesto es enfocar nuestra atención al portarrollos: Los diseños van desde más puro y limpio diseño (una simple barra de acero atornillada a la pared, un gancho en forma de L, con o sin tapa, etc.) hasta los más ingeniosos y ocurrentes:

También podemos optar por los portarrollos DIY: Desde atornillar un ganchito en la pared y colgar de él una redecilla para agrupar rollos de papel, hasta tomar un par de cuerdas de lana gruesa en el color que queramos y unirlas en vertical entre dos ganchos para que sujeten los rollos de papel que colocaremos entre ellas y la pared. También podemos utilizar una tira de color por la que introduzcamos el rollo y luego unir ambos extremos en un gancho, o bien fabricarnos una percha de alambre que cuelgue del mismo.

Si el baño es rústico podemos utilizar una rama gruesa como portarrollos o utilizar un portarrollos específico, normalmente artesanal, para baños tipo shabby chic. O comprar unas bolsitas rígidas de plástico de colores y engancharlas a la pared con una ventosa, o incluso, si nuestro muro tiene espacio suficiente, reservar uno de los azulejos para dejarlo suelto y hacerle un agujero  por donde saldrá el papel higiénico.

Po supuesto, siempre puedes potar por portarrollos ya existentes en el mercado. Si eres un “techie” los hay con ordenador incorporado o con mecanismos para cargar el ipod, los hay con forma de carrete fotográfico para los fans de esta disciplina o los que te avisan cuando se va acabando el rollo. Un montón de opciones que prueban el ingenio de los diseñadores hasta en los más pequeños detalles.

Finalmente también podemos encontrar los combinados, normalmente con estructuras de pie (ideal para los que no pueden atornillar las paredes, muy útil en pisos de alquiler),: lo más habitual es encontrarnos elementos que sirven tanto para colocar el rollo de papel higiénico como la escobilla, pero también los hay con espacio para periódicos o revistas, o bien para almacenaje de más de un rollo, de forma que siempre haya uno de repuesto a mano por si se nos acaba en el peor de los momentos 😉

Por si queréis echar un vistazo, os dejamos numerosos ejemplos de cómo utilizar el papel higiénico y su portarrollos para decorar el baño.

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