Como ya comentamos en el post de distribución de cocinas, vamos a ir desgranando paso a paso cada una de las posibles distribuciones, y en esta ocasión comenzaremos por la más sencilla de todas: la cocina en línea.
Este tipo de distribución no es exactamente ni la más cómoda ni la óptima, ya que al disponerse en un mismo bloque o lineal todos los elementos clave de la cocina (frigorífico, lavado y cocción), perdemos el triángulo de trabajo necesario para una óptima preparación de los platos, debiendo desplazarnos siempre a lo largo de una misma línea para sacar los alimentos del frigorífico, llevarlos al fregadero y cocinarlos.
No obstante esta opción también tiene sus ventajas, que podemos resumir en las siguientes:
1. Única solución para cocinas muy estrechas y alargadas
Cuando hay poco espacio en la cocina y nos enfrentamos a un hueco “tipo tubo”, sólo disponemos de una pared para colocar el mobiliario de cocina y los electrodomésticos.
Para paliar el efecto tubo se puede hacer una pequeña L al fondo y pintar o alicatar ese muro de un color más oscuro para “acercar” la cocina hacia nosotros, pero siempre que el lineal sea largo y la colocación de electrodomésticos lo permita (recordemos que las esquinas a la hora de distribuir una cocina son relativamente complicadas).
2. Ideal para integrar la cocina en el salón en estudios o pisos pequeños
Cuando disponemos de un pequeño salón comedor y una pequeña cocina y queremos ampliar visualmente el espacio, la mejor solución es tirar el tabique que las separa, colocar una cocina en línea, a continuación la mesa de comedor y después la zona de estar.
(Un inciso: Obviamente cuando disponemos de un salón grande con espacio suficiente y nos gustan las cocinas abiertas, esta opción no aplica, puesto que en esos casos se aprovecha para colocar una cocina con isla, que veremos en un post posterior 😉
3. Interesante para colocarla en pasillos anchos y cubrirla en forma de armario para aprovechar otras zonas de la casa
A veces un pasillo o una zona de paso lo suficientemente ancha permite la colocación de una cocina con distribución lineal y así destinar el espacio que antes era cocina a otros usos, como una habitación de invitados o una zona de trabajo.
En cuanto a las pautas para la distribución de cocinas en línea, dependiendo de los metros que tengamos para el lineal podremos colocar más o menos elementos, pero la opción básica sería la siguiente (por este orden, empezando desde la entrada):
Frigorífico – lavavajillas – fregadero – lavadora – almacenaje – cocción – almacenaje
Es decir, normalmente se coloca el frigorífico en una esquina, a continuación se deja un espacio de encimera equivalente a un módulo estándar (60cm) bien para el lavavajillas o lavadora, a continuación se coloca el fregadero, después otro módulo de 60cm para el otro electrodoméstico de agua (lavadora o lavavajillas), seguido de un módulo de cajones o puerta y finalmente la zona de cocción con el horno (cerca del muro de la ventana para que el recorrido de la campana al exterior sea el más pequeño posible), pero dejando siempre un espacio al final (puede ser un pequeño módulo de almacenaje de unos 20cm) para poder cocinar con comodidad y que las sartenes no choquen con la pared ;-). Si tenemos una cocina muy larga podemos colocar además una columna horno-micro, aunque lo ideal será separarla del frigorífico por una columna-despensa añadida, para evitar que el calor del horno afecte a la temperatura del frigorífico y ahorremos en consumo.
En el caso contrario, si tu cocina tiene muy poco espacio, puedes ahorrarte el lavavajillas o bien llevarte la lavadora al baño o al tendedero y colocar el microondas en la zona de muebles superior, pero aún así siempre se debería respetar un espacio suficiente entre el fregadero y la vitro o cocina de gas para cumplir normativa y poder trabajar bien (al cocinar siempre vamos a necesitar un espacio para dejar los alimentos y otro para prepararlos). Una opción si no tienes espacio es colocar una vitro de 2 fuegos, un fregadero de un solo seno y un lavavajillas de 45cm de ancho para ahorrar espacio en el lineal. Incluso si tu espacio es mínimo y no cocinas demasiado puedes hacerte con un microondas que haga las veces de horno y ahorrar un electrodoméstico.
Por otro lado, un tip importante para este tipo de cocinas (siempre que sean cerradas) es evitar la puerta batiente para entrar, ya que tendríamos que cerrarla cada vez que quisiéramos abrir el frigorífico (el elemento más cercano a la puerta). Para ello es mejor colocar una puerta corredera que nos libere el espacio de entrada y el acceso a este electrodoméstico.
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Vía: pinterest.com