Si hubiera que elegir un complemento representativo del mundo de la decoración de interiores, probablemente uno de cada dos entrevistados elegiría el cojín.
Es un elemento que a la par que decorativo es muy funcional. ¿Quién no ha utilizado alguno de ellos para acomodarse en el sofá o en la cama? Es un recurso archiutilizado tanto en sofás y camas, como en sillones, suelos y rincones.
Son tremendamente versátiles en formas y colores,y dicho sea de paso, muy agradecido para el bolsillo…
En la cama, basta utilizar tres o cuatros de ellos para decorar el dormitorio en un pis pas.
En sofás o sillones, según el diseño elegido, conseguirán darle al salón un toque chic, divertido o sobrio.
En todo esto influye el color, la forma y por supuesto la textura y el tacto de la tela. Hay unas que dan un toque más elegante como el terciopelo, en cambio hay otras como el lino que dan un aspecto más informal.
Al igual ocurre con las formas, donde un cojín cuadrado es más clásico y elegante que uno redondo. Este último destaca por su originalidad dando un estilo más desenfadado (aunque a día de hoy ya están bastante metidos en la decoración).
Incluso la propia pieza se puede utilizar como asientos si queremos crear un ambiente chill-out, tan buscados en espacios veraniegos.
Con las múltiples opciones que encontramos en el mercado en cuanto a estampados (cuadros, rayas, flores, letras), formatos (alargados, redondos), tamaños, colores y acabados (brillos, lentejuelas, terciopelo, plumas, etc.), podemos cambiar en cuestión de minutos la decoración de la casa. Si lo que buscas es un relooking, cambia los cojines y sorpréndete del resultado.
A continuación, os dejamos algunos ejemplos para que elijáis el tipo que más os guste.
Vía: pinterest.com
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