Para los aficionados viajeros, os sonará el Grupo Mandarin Oriental, conocido por contar con algunos de los hoteles más lujosos de todo el mundo. Esta cadena hotelera, que comenzó en 1963 con su buque insignia, el Mandarín de HongKong, ofrece lujo del siglo XXI con el encanto oriental y sus establecimientos son reconocidos por su cuidada decoración y diseño interior, teniendo en la actualidad hoteles en 27 países por todo el globo.
Hoy os traemos a este nuestro pequeño blog de decoración uno de ellos en concreto: el hotel Mandarin de Barcelona, ubicado en pleno Paseo de Gracia en un edificio de la posguerra española (el antiguo Banco Hispano Americano) y en el que ha participado la diseñadora Patricia Urquiola (en este mismo blog puedes ver su biografía y un artículo sobre otro de sus hoteles Wreatreat & Spa).
Ya desde el acceso el diseño invita al público a entrar gracias a una rampa colgante a modo de puente levadizo que arranca prácticamente desde la calle. La propia Urquiola se ha encargado de diseñar la alfombra que reviste la pasarela para guiar al cliente por el recorrido ascendente, dando un toque de distinción renovado y rememorando los accesos de los hoteles más clásicos. Si además echamos la vista hacia arriba veremos el juego de ventanas iluminadas de distintos tamaños y una banda vertical que asciende hasta lo más alto para albergar el reconocido logotipo de la empresa.
Dentro destacamos la preciosa decoración del patio interior, donde se encuentra el restaurante Blanc, en este caso diseñado también por la paisajista Bet Figueras, un verdadero pulmón verde con aires naturales. Las macetas caen del techo y junto con los centros de mesas, el mobiliario en tonos blancos y arenas, el estampado del suelo, el mobiliario de formas redondeadas y la celosía blanca que envuelve la parte alta del perímetro, consiguen crear un ambiente relajante alejado del bullicio de la ciudad.
La decoración del interior de las habitaciones y suites también sigue ese esquema de colores y mobiliario, creando contraste con algún detalle en negro (pilares, ventanas, lámparas…) o dorado en los baños e iluminación en los dormitorios más lujosos.
Por el contrario, la zona de bar tiene un diseño de interiores más nocturno, hay más presencia de negros, una barra dorada, una iluminación más tenue y un fantástico techo construido a base de planchas metálicas de distintos tamaños.
En fin, si os planteáis pasar una estancia especial en Barcelona y queréis tirar la casa por la ventana, este hotel es una verdadera delicia 😉
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Vía: pinterest.com