¡Mirad que magnifico salón de té hemos encontrado! Hoy nuestra sección de locales de diseño se la dedicamos al Nanas green Tea Café, verdadera arquitectura en movimiento. Este local se encuentra en Hiroshima (Japón) y es un claro ejemplo de interiorismo pulcro, sencillo y bien resuelto, en este caso por el estudio Kamitopen.
Los japoneses como ya sabemos tienen una especial delicadeza a la hora de diseñar. Sus espacios tienden a ser luminosos y limpios, de líneas puras, relajantes y calmadas pero a la vez con un punto de creatividad e innovación.
En el caso de este salón de té, a diferencia de lo que suele hacerse a la hora de diseñar un local (ocultar la estructura de la construcción), se ha decidido potenciarla de una forma muy original, retroiluminando la estructura que resalta y se marca a través de características pinturas estampadas japonesas.
El local está formado por una gran envolvente que incorpora a su vez varias subenvolventes más pequeñas dispuestas a lo largo de todo el recorrido. Estas subenvolventes funcionan como pequeñas casitas abiertas o cerradas que hacen las veces de pequeños reservados para tomar el té, de un modo más público aquellas que están abiertas y de forma más íntima las cerradas. Entre ellas se entremezclan zonas comunes, como la barra y otras zonas para tomar café que se disponen en los espacios libres.
Para la ejecución del proyecto de diseño se utilizan materiales muy del estilo japonés, como la madera y el papel, a base de tonos neutros y claros que generan una sensación de tranquilidad, de lugar donde “evadirse”. Las únicas notas de color las dan los cuadros presentes tanto en el interior de las casitas como en las zonas comunes. Además, en el interior de las casitas cerradas se emplea un tono más oscuro para potenciar la intimidad.
El papel de la iluminación en este caso es crucial, creando una especie de juego del escondite con la estructura (“ahora se ve, ahora no se ve”), embelleciendo vigas, pilares y travesaños y generando una conexión entre las casitas con estructura vista y las que no la tienen.
Además de este curioso y original efecto, el resto de la iluminación también tiene importancia: destaca en primer lugar una iluminación general sutil, combinada con raíles en las casitas abiertas que iluminan el centro de cada mesa e iluminación directa hacia los cuadros más potentes, que resaltan los colores y actúan como añadido lumínico a las zonas de comer.
En cuanto a la fachada se opta por tono más oscuro para hacer contraste con el interior, utilizando el mismo estampado que aparece cuando se ilumina la subestructura de las casitas cerradas, excepto que en este caso resalta de forma indirecta por la proyección de la iluminación del rótulo del salón de té.
En resumen, todo un ejemplo digno de ocupar un puesto en nuestra selección de locales de diseño. ¿Quieres verlo por dentro?
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Vía: pinterest.com