(Pécs, 1902 – Nueva York, 1981) Marcel Breuer, arquitecto y diseñador industrial húngaro de origen judío, es conocido como uno de los maestros del Movimiento Moderno y uno de los más influyentes del siglo XX. Comenzó sus estudios en Allami Foreaiskila, en Pecs (Hungría), pero terminó de formarse en la Bauhaus de Weimar durante los años en que Walter Gropius dirigió la escuela.
Posteriormente se hizo cargo del taller de muebles de la misma y fue entonces cuando comenzó a diseñar los famosos muebles de acero tubular. El primero de sus diseños con tubo de acero fue la silla B3, en 1925 (más tarde conocida como la silla Wassily) cuya principal característica en la época fue la facilidad para la producción a gran escala.
En 1928 se trasladó a Berlín y comenzó su etapa arquitectónica. Fue en esta ciudad donde realizó su primer proyecto de arquitectura, la vivienda Harnischmacher, una casa modular de hormigón con estructura de acero (Wiesbaden 1932).
En esta etapa también diseñó los almacenes de muebles Wohnbedard y, por encargo de la Deutscher Wekbund, el interiorismo de la sección alemana para la exposición Wohnbedardf, ambos en Zurich.
En 1930 con al auge del partido Nazi, Marcel Breuer se vio obligado al exilio. En un primer momento se trasladó a Inglaterra (1933) para más tarde establecerse definitivamente en Estados Unidos (1937). Allí coincidió nuevamente con Gropius y ambos impartieron clases en Harvard.
Sin embargo, su andadura en solitario comenzó en 1941 tras disolver la sociedad con su maestro y fue entonces cuando diseñó la Casa Geller con el concepto de vivienda Binuclear (caracterizada por tener alas separadas para los dormitorios y para el resto de estancias, y por utilizar el “techo mariposa”, formado por dos cubiertas anguladas hacia el centro) que él mismo creó.
En 1946 Marcel Breuer diseña junto a Pier Luigi Nervi y Bernard Zehrfuss el edificio de la Unesco en París y en 1956 fundó en Nueva York la Marcel Breuer Associates, una etapa en la que el cemento se convirtió en su material predilecto para la construcción, y con su uso, la llegada de un nuevo estilo arquitectónico conocido como Brutalismo, del que fue uno de los máximos exponentes.
Con este lenguaje es como concibió el que probablemente sea su proyecto más destacado, el Museo Whitney de Arte Americano (1966, Nueva York).
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