¿Cansado de mirar esa pared vacía sin saber qué hacer con ella ni cómo darle algo de gracia? En el post de hoy te proponemos utilizar papeles pintados geométricos.
Para vestir una pared no hay por qué recurrir siempre a cuadros, espejos, una pintura de contraste o un mueble tipo estantería para cubrirla.
Podemos llenarla de color, textura y volumen con un recurso tan fácil como un papel pintado.
Dentro de este maravilloso mundo existen un montón de opciones que pueden adaptarse a todos los estilos decorativos y dentro de todos ellos, los papeles geométricos le dan un aire de lo más actual.
Además, son perfectos para aquellos espacios donde no hay mucho hueco para poner muebles, por ejemplo, pasillos interminables, entradas pequeñas o incluso baños y aseos mini.
También resultan muy útiles como cabeceros de cama, ya sea porque tu piso es de obra nueva y han hecho la habitación demasiado justa sin dejarte espacio para poner uno tapizado, o porque aún teniendo cabecero, quieres alegrar esa pared para que se lleve el foco de atención.
El único requisito para la mayoría de los papeles que existen en el mercado, es que la pared esté perfectamente lisa. Así que si tienes gotelé, el primer paso será eliminarlo o bien buscar un tipo de papel muy específico que permita adaptarse a él.
En cualquier caso, resulta un recurso decorativo tan práctico y atractivo que nos declaramos oficialmente fans y le dedicamos este post para que no te quedes con ninguna duda. ¡Vamos allá!
¿Dónde colocar un papel pintado geométrico?
Ya hemos contado que cualquier pared que te resulte sosa, es susceptible de llevarlo. Pero hay otras muchas en las que quizás no te hayas fijado.
Porciones de pared
Por ejemplo, si tienes la suerte de contar con una chimenea en casa, a cada lado de ella puede quedar estupendamente.
Tanto en chimeneas modernas que cuenta con un gran volumen, generalmente revestido de piedra, como en aquellas que son más clásicas, suelen haber un espacio a ambos lados. Los papeles pintados geométricos en esas zonas contribuyen a realzar la chimenea.
Eso sí, al tener mucha fuerza visual, este tipo de papel debes ponerlo sólo en esas zonas, no en toda la estancia, pero puedes combinarlo con un papel pintado de tono liso y quedará estupendo.
En mobiliario
Sí, sí, los papeles pintados geométricos se pueden instalar sin problema en la trasera de una librería o vitrina para darle un toque original.
Y si además se trata de un mueble que has rescatado y restaurado, con una laca blanca en el exterior, la geometría del papel del fondo resalta aún más y queda de lujo.
Desde luego es una forma fantástica de proporcionar una nueva vida a esa pieza de mobiliario, ya que la actualiza sin perder la esencia que la caracteriza.
En estancias pequeñas
En un aseo de cortesía pequeñito, donde hasta el grosor de un azulejo resta espacio, ahí sin duda alguna un papel pintado geométrico le irá perfecto.
Y para que parezca más grande y luminoso, te recomendamos escoger uno con base blanca con el toque de color en la geometría. Emulará el efecto del azulejo y le dará un toque muy particular.
Para realzar zonas de trabajo
En especial, en esos despachos domésticos que se ubican donde buenamente se puede. Por ejemplo, un escritorio en un dormitorio principal o en el de invitados.
Un papel pintado geométrico que abarque la mesa y las estanterías las remarcará y evitará que se perciban como ubicadas en cualquier rincón porque no había una zona mejor.
De este modo se convertirá en foco visual y se percibirá como una zona creada específicamente a tal efecto.
En estos casos, según el trabajo que realices o para qué destines el escritorio (tareas más creativas o que requieran más concentración) podrás elegir o un papel con geometría más colorista, o bien más suave y sutil.
En la pared principal del dormitorio
En un dormitorio, la pared que debe llevarse las miradas es aquella donde se coloca la cama, y los papeles pintados geométricos te ayudarán a que esto suceda.
Ya comentábamos antes que el papel pintado puede sustituir al cabecero si no hay suficiente espacio a los pies.
En ese sentido, lo bueno del papel pintado es que se puede colocar a la medida que queramos, por ejemplo de suelo a techo con una anchura algo mayor que la cama para que nos enmarque esta pieza.
También podemos utilizarlo para resaltar el cabecero, si es que existe. En este caso, podemos empapelar toda la pared.
¿Qué estilo escoger?
Que no te lleve a engaños el hecho de estar tratando la geometría. Para muchos puede parecer demasiado “cuadriculado” pero su diversidad de formas y colores hacen de los papeles pintados geométricos una opción súperestética que quedará bien en cualquier estancia.
La geometría puede ser muy diversa, en el mercado encontramos desde opciones minimalistas de líneas sencillas, hasta diseños más recargados con dibujos más ricos cuyo patrón es más pequeño y se repite una mayor cantidad de veces.
El color influye
Un papel pintado geométrico puede llevar el color tanto la forma del patrón como en el fondo.
Además, el trazo del dibujo puede ser más o menos grueso con un color más o menos intenso.
Este contraste nos permite jugar con la intensidad y presencia del papel pintado. Si escogemos un modelo con el trazo negro sobre blanco, el efecto será muy llamativo y destacará sobre el resto de elementos.
Pero si preferimos un modelo más sutil, entonces podemos escoger papeles pintados geométricos cuyo trazo tenga un color más suave, como por ejemplo un gris medio o claro sobre blanco.
Si por el contrario queremos que el efecto sea más continuo, como podría ser el que aporta una pared pintada, entonces un papel cuyo fondo tenga un color potente será la opción ideal.
Cuando el papel tiene un color subido de tono, nos permite crear juegos de contraste con el mobiliario.
Es el ejemplo de esta imagen con un papel pintado geométrico de tonos más fuertes y colores muy alegres. El resultado es una pared llamativa que se lleva todas las miradas.
¿Y si me canso?
Pues estás de suerte, porque a diferencia de un azulejo o un revestimiento de carpintería, el papel permite una más fácil colocación y retirada.
Para colocarlo, además del propio papel, no necesitarás más que un cúter y preparar un engrudo adhesivo (salvo que el papel sea autoadhesivo y en ese caso no será ni siquiera necesario).
Además, a diferencia de la pintura, que requiere varias manos, no hará falta colocarlo más que una vez, y el proceso será mucho más limpio (solo necesitas un poco de espacio en el suelo para trabajar los rollos antes de colocarlos, ya que tienen una medida estándar de 53cmx10m.
Para retirarlo, es cierto que en algunos casos requerirá arreglar algo la pared si quieres poner otro, pues es probable que el adhesivo se lleve parte de ella (salvo de nuevo los autoadhesivos, que suelen retirarse fácilmente), pero aún así es algo más sencillo de ejecutar que cualquier otra opción.
Incluso existen papeles pintados texturados o en relieve que permiten su colocación en paredes con imperfecciones (los hay incluso para gotelé, como comentábamos al principio), por lo que todo es cuestión de buscar el que más se adapte a ti.
Así que cuando te apetezca renovar la decoración de tu espacio, puedes cambiar tus papeles pintados geométricos sin muchos remordimientos: hoy tienes un papel de color fuerte o vivo y en dos o tres años puedes cambiar a uno de tonos pastel :).
Más inspiración…
Como puedes comprobar, los papeles pintados geométricos son una fantástica opción para vestir cualquier pared, y existen tantos diseños y tan variados que es imposible no encontrar uno que nos cuadre.
Así que por si te has quedado con ganas de más, te dejamos con algunas imágenes para tu inspiración.
¡Anímate y dale un poco de glamour a tus paredes!
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