En esta ocasión viajamos hasta Olgiata (Roma) para visitar una pizzeria donde se conjuga tradición e innovación, tanto en la decoración como en el menú: ofrecen comida de la abuela con toques del Chef rodeados de un ambiente relajado y afable.
El interiorismo gira en torno a un único protagonista, un olivo recogido dentro de una estructura de hierro acristalada situado bajo una claraboya que lo ilumina y deja pasar la luz natural hacia el interior del restaurante. El olivo simboliza la sabiduría y la longevidad y se convierte en el elemento decorativo más destacable del local.
Los diseñadores basaron el proyecto en una mezcla de materiales fríos como el hormigón o la baldosa hidráulica con elementos cálidos como la madera clara y el mobiliario vintage, dejando a la vista la instalación eléctrica y los conductos de ventilación pintados en color blanco. Todo ello con la idea de generar un ambiente propicio para disfrutar de los platos, como muestra el guiño tipográfico grabado en el panelado de madera de una de las paredes, que en su traducción del italiano diría algo así: “el que no disfruta de la comida es un loco, furioso y carente de sentido común”.
Buon appetito!
Vía: yatzer.com