La electricidad es un recurso vital para la vida diaria, porque nos proporciona una comodidad inmensa en el ámbito doméstico, pero hay que tener cuidado con ella a la hora de instalar electrodomésticos u otros aparatos, ya que cualquier pequeño fallo puede estropearlo o poner en riesgo nuestra seguridad.
Por ello, en este post queremos tratar sobre algunos problemas típicos al instalar los electrodomésticos más comunes de la cocina: el lavavajillas, el frigorífico, la lavadora, la secadora, el microondas y el horno. Así podrás evitarlos a la hora de cambiar tu cocina o montarla por primera vez.
¡Comencemos!
El lavavajillas
Hoy en día prácticamente todas las marcas facilitan información sobre el tipo de fallo que puede tener tu lavavajillas. Por ello, siempre hay que tener a mano el manual de instrucciones y consultarlo antes de ponerte a arreglar un fallo por tu cuenta.
En cualquier caso, existen diferentes tipos de problemas con más o menos complejidad, así que para conseguir un resultado perfecto a la hora de poner tu lavavajillas, es recomendable solicitar asistencia profesional para que te lo instalen de manera sencilla.
Sin embargo, si eres fan del dIY, ten en cuenta a la hora de comenzar la instalación las siguientes recomendaciones para evitar problemas:
- Ajusta la altura del lavavajillas para evitar que los conductos y el desagüe estén a desnivel.
- Si estás realizando una obra integral, coloca el enchufe este aparato bajo el fregadero o mueble anexo para que te sea más cómodo acceder a él, ya que si lo colocas detrás tendrás que retirar el aparato si alguna vez quieres desenchufarlo.
- Para evitar pérdidas de agua y cortocircuitos, corta la luz y el agua a la hora de realizar la instalación.
- Conecta cada tubo en su lugar: por un lado la manguera del desagüe asegurándote que realice bien su cometido para evitar atascos; por otro ajustando con seguridad la toma de agua a la pared para evitar pérdidas de agua; y por último sellando bien todas estas conexiones para evitar todo tipo de pérdidas y que éstas puedan causar cortocircuitos.
- Ten en cuenta que si el lavavajillas va integrado, la puerta al abrir desliza hacia abajo y por tanto suele chocar con el zócalo. Para evitarlo, tendrás que hacer un cajeado a este último para que pueda correr con facilidad o bien, como recomendamos, elegir desde el principio un lavavajillas con puerta deslizante que evitará estos problemas.
Por último, antes de realizar el primer lavado deberás ponerlo en funcionamiento únicamente con agua y comprobar que no haya pérdidas y que limpie correctamente.
El Frigorífico
Es el electrodoméstico de mayor tamaño y por lo tanto el más difícil de manipular.
Antes de realizar la compra del producto asegúrate de que éste se encuentre en un lugar alejado de fuentes que produzcan calor, ya que puede alterar su temperatura interior.
Por eso, aunque es muy común, lo ideal es no colocarlo junto a la columna horno-micro, sino por ejemplo, situar entre los dos el armario despensa o escobero.
También debes tener en cuenta sus medidas y colocar un enchufe detrás a una altura media baja para poder conectarlo a la corriente sin que quede tensado.
Cuando vayas a realizar la instalación ten en cuenta los siguientes puntos para evitar problemas:
- Haz el desembalaje cerca del sitio donde vas a ubicarlo, en la medida de lo posible. Ya que luego al desplazarte para ubicarlo, debes tener cuidado de que no se desequilibre y se caiga por su gran altura.
- En las instrucciones suele venir el tiempo de espera que necesita el frigorífico para poder enchufarlo a la corriente. Esto se debe a que el transporte suele ser horizontal y los líquidos internos tienen que volver a su posición inicial para que este no funcione de forma incorrecta.
- Deja que el frigorífico “respire” tanto por encima como por debajo: sitúa una rejilla en el zócalo inferior y deja hueco por encima en la parte posterior, es decir, no lo bloquees con una balda o mueble justo encima para evitar problemas.
- Muchas veces a la hora de instalarlo se decide cambiar el sentido de la puerta sobre la marcha, ya que la mayoría de frigoríficos abren hacia la derecha y puede necesitarse lo contrario. En estos casos, hay que tener en cuenta que si luego surge un problema, la garantía no suele cubrirlo, pues se considera que el electrodoméstico ha sido manipulado.
Por tanto, si necesitas un frigorífico con apertura diferente a lo estándar, pídelo así a fábrica cuando lo encargues o bien elige un modelo que tenga la posibilidad de elegir la dirección de apertura.
Y un tip estético a la hora de instalarlo: “calza” la altura del frigo para que la línea del congelador quede alineada con la de las puertas del resto de los muebles, y si es integrado y lleva tiradores, pide que te instalen los tiradores antes de enganchar el frigorífico a la puerta porque después será más complicado.
En resumen, aunque instalar el frigorífico parece fácil, ya que únicamente hay que conectar el cable a la luz, pero siempre hay que tener en cuenta lo mencionado anteriormente para su perfecto funcionamiento.
La lavadora
Este electrodoméstico tiene un cierto parecido al lavavajillas, ya que necesita tuberías de conexión similares.
A la hora de poner a conectar tu lavadora, es esencial encontrar un lugar alejado de fuentes de calor, ya que se puede producir una fuga.
Además,el suelo debe estar nivelado y ser firme, porque la lavadora producirá movimientos y de otra forma el lavado no llegará a ser del todo correcto.
Además, ten en cuenta los siguientes puntos:
- En primer lugar, cuando una lavadora es nueva el embalaje lleva incluido unos tornillos en el tambor para que éste no se desplace ni sufra daños en el transporte. No hay que olvidarse de retirarlos con cuidado siguiendo las instrucciones, pues si te descuidas (un problema muy común), al ponerla en funcionamiento se moverá como loca y no podrás controlarla.
- Realiza correctamente la conexión de los tubos con el agua caliente y fría, para evitar que pueda producir en un futuro fugas y cortocircuitos. Además, es importante que no tenses demasiado los cables, ya que son fáciles de romper.
- Haz el mismo paso anterior con el tubo de desagüe.
Después de ello únicamente debes comprobar su buen funcionamiento con un lavado sin ropa ni detergente y descubrir así los posibles problemas que puede tener: funcionamiento, pérdidas…
En cualquier caso, si su funcionamiento no es el correcto y no sabes cual es el problema, opta por ayuda profesional para instalarla. Podrás asegurar el resultado sin riesgo de desperfectos o causar algún daño al electrodoméstico.
La secadora
Este electrodoméstico no es esencial, pero está más presente de lo que parece en multitud de viviendas.
Las secadoras ofrecen más ventajas de las que pensamos: reducen el tiempo de lavado y de secado (por lo que ahorras tiempo) y eliminan gérmenes gracias al secado con altas temperaturas…
Si vas a comprar una, es recomendable que la sitúes al lado de la lavadora y si es posible en un sitio donde no se produzcan cambios de temperatura, ya que puede producir alteraciones en su funcionamiento.
A continuación os mostramos los dos tipos puedes elegir de secadora, y sus posibles problemas
- Secadora de condensación: funcionan a partir de aire y corriente eléctrica. El aire calentado por las resistencias eléctricas de la secadora entra en el tambor y seca la ropa, aire que pasa después por un intercambiador o refrigerador que funciona con aire del exterior para poder extraer la humedad.
Debes ubicarla en un lugar donde la ventilación trasera de la secadora sea óptima, ya que si algo obstruye la salida y entrada de aire de la misma puede provocar modificaciones en su funcionamiento.
En particular, la obstrucción del aire puede retrasar el tiempo de secado y por lo tanto tendrás un mayor consumo de electricidad.
- Secadora de evacuación: son las primeras que salieron y funcionan a partir de agua. El aire calentado por las resistencias eléctricas de la secadora entra en el tambor y seca la ropa, y la humedad sale por un tubo de desagüe expulsándola hacia fuera.
Por lo tanto, en estos casos hay que tener las mismas precauciones que al instalar cualquier otro electrodoméstico que lleve un tubo de desagüe, como el lavavajillas o la lavadora.
El microondas
El microondas tiene varias maneras de instalarse. Dependiendo de cómo vas a introducirlo en tu cocina, puedes integrarlo en los muebles o apoyarlo en alguna de las encimeras.
Esta última instalación es la más sencilla, pues solo tienes que colocarlo en su lugar y enchufarlo a la corriente eléctrica.
En cambio, la primera opción lleva a cabo un procedimiento algo más complejo. Hay que tener en cuenta que cada marca puede tener un montaje diferente, por ello siempre hay que revisar las instrucciones y, si es posible, encargar su montaje a un profesional.
Sin embargo, si lo vas a hacer tú mismo, de forma general tendrás que tener en cuenta lo siguiente:
- Utiliza el embellecedor de encastrar para una correcta instalación, si no, no quedará integrado.
- Enchúfalo a un punto de corriente antes de insertarlo en el hueco.
- Por último, utiliza los tornillos que aporta el fabricante para sujetarlo en la zona de instalación. Si utilizas otros puede que no quede sujeto de forma correcta.
El Horno
Los hornos pueden ubicarse en diferentes lugares: lo más común es integrarlo en una columna bajo el microondas o situarlo debajo de la vitrocerámica.
En ambos casos ten en cuenta que el horno lleva más potencia de lo habitual, por lo que requiere un enchufe de 25 amperios.
En general, para instalar un horno hay que desconectar la corriente eléctrica, desatornillar los cuatro tornillos que lo sujetan frontalmente, desconectar el enchufe el horno actual, conectar el nuevo al mismo enchufe, colocarlo dentro del hueco y volver a atornillar los cuatro tornillos.
Sin embargo, hay hornos cuyos mandos controlan a la vez el horno y la vitro, por lo que su instalación es algo diferente:
- Corta la luz para evitar electrocuciones, ya que hay que crear un conjunto de conexiones entre los dos aparatos.
- Al realizar esas conexiones, únicamente hay que conectar el horno a la luz para obtener corriente en los dos aparatos. En el caso de no poder realizar este empalme, se debe conectar un enchufe a cada corriente.
- A continuación atornillar el horno al mueble, habiendo enchufado antes el mismo. Antes de atornillar del todo, comprueba que funcionan correctamente los dos electrodomésticos.
No obstante, hay que tener cuidado con este tipo de empalmes pues pueden producirse daños graves, así que en estos casos es más que recomendable contactar con un especialista para su instalación.
Y por último, ten en cuenta que muchos de los problemas pueden venir del propio electrodoméstico (fallos de fabricación) y no por la instalación.
En esos casos, se debe contactar con la marca o el fabricante lo antes posible para que un técnico oficial venga a revisarlo o en su defecto te lo cambien por otro, dependiendo de la garantía en vigor y el tipo de fallo.
En cualquier caso, como comentábamos al principio, a la hora de instalar electrodomésticos siempre es recomendable revisar el manual de instrucciones antes por si la solución fuera más sencilla de lo que parece.
Si a pesar de lo anterior, no sabes bien de dónde puede venir el fallo, acude siempre a un técnico especialista.
Y si en cambio eres un manitas de los que lo llevan en la sangre… ¡Adelante!
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Vía: pinterest.com