La Coconut Chair (o silla Coco) fue diseñada en 1955 por el reconocido arquitecto George Nelson para la firma Herman Miller, naciendo así uno de esos iconos intemporales del mobiliario del siglo XX.
Como su nombre indica, su diseño se asemeja a un trozo de coco de esos que podemos encontrar en puestecillos de verano en múltiples sitios de playa, aunque (entendemos por motivos prácticos) con los colores invertidos. Nelson aportaba así su particular toque de humor a esta pieza, al igual que haría con otras como el sofá Marshmallow (o sofá Nube).
Fresca, informal, atractiva, de formas curvas y redondeadas y doble color, uno siente el relax y el confort de un ambiente tropical al recostarse en esta particular butaca.
Su sencilla y original forma, unido a una comodidad extraordinaria a la hora de sentarse, que recoge el cuerpo al tiempo que permite una total libertad de movimientos en cualquier posición, son las principales razones por las que la silla Coconut se ha mantenido siempre presente en la decoración de salones, viviendas y oficinas de todo el mundo.
La Coconut Chair se sigue comercializando en su diseño original sin apenas variación, compuesta por un ligero y liviano armazón metálico de acero cromado con una base de 3 patas y un asiento basado en una carcasa de plástico blanco por fuera y un acolchado en piel o tapizado por dentro, que integra en una sola pieza tanto brazos como respaldo.
La silla Coconut, disponible hoy en una amplia gama de colores, es parte de la colección permanente de numerosos museos de todo el mundo. El original lo comercializan las firmas Vitra y Herman Miller.
Vía: pinterest.com