Pocos trabajadores suelen ser conscientes de la importancia de la distribución, el ambiente y el mobiliario en la creación de determinados tipos de oficinas y en cómo nos afectan al trabajo diario.
La mayoría pasamos muchas horas en nuestros lugares de trabajo enfrascados en nuestra tarea y achacamos al trabajo una incomodidad que en realidad puede tener más que ver con el espacio que con el tipo de tareas realizadas.
El tipo de oficina en el que trabajar también varía según la persona: hay quien piensa que el lugar de trabajo debe ser solo eso y que prefieren la sobriedad para no distraerse de las tareas.
Por el contrario, otros prefieren un ambiente más relajado que potencie su creatividad o permita momentos de descanso para recargar la mente.
Lo cierto es que hoy en día conviven muchos tipos de oficinas y cada una transmite sensaciones muy distintas, atrayendo a un tipo de trabajador u otro.
Su distribución, los colores empleados, la decoración o el mobiliario que se aplique, la iluminación o la forma en la que se coloquen los puestos de los trabajadores tienen mucha más influencia de la que parece tanto en la transmisión de la imagen de la empresa como en la atracción del talento.
Pero vayamos al grano y veamos los tipos de oficina que existen según su distribución y amueblamiento para que decidas con cuál te quedas.
Tipos de oficinas según su distribución
Oficina cerrada
En este tipo de oficinas cada puesto de trabajo se encuentra en una habitación cerrada, es decir, los típicos despachos.
Esta opción dejó de estar de moda hace unos años con el auge del “open space”, pero algunas empresas están volviendo a adoptarla por los problemas de ruido y concentración que provocan las oficinas abiertas, generando mucho descontento laboral.
Además, determinados tipos de empresas también la requieren por privacidad. En estos casos es recomendable poner alguna pared traslúcida para que pueda entrar luz.
Hay que tener en cuenta que el ambiente que se crea en estos casos es bastante serio e individualista, no sugiere compartir ideas ni establecer vínculos, por lo que es más habitual en bufetes de abogados, notarías o servicios financieros y menos en empresas tecnológicas o relacionadas con el diseño.
Oficina abierta
Esta idea lleva en auge varios años y se caracteriza por no tener divisiones, de modo que todos (o al menos varios) puestos de trabajo se encuentran en la misma sala abierta.
Aquí entra en juego la estética del espacio y del mobiliario, ya que tanto el “continente” o espacio en sí como las mesas, sillas, el sillón escritorio o los archivadores marcan la diferencia, ya que con ellos se pueden marcar o diferenciar los distintos departamentos.
Esta opción es perfecta para equipos creativos ya que permite el intercambio de ideas de forma muy rápida y sencilla, aunque a costa de perder privacidad y concentración para aquellos que necesitan silencio.
Oficina mixta
Es una de las más solicitadas por su versatilidad. Esta opción reúne las dos anteriores: cuenta con un área abierta pero permite espacios cerrados.
Los espacios cerrados son muy útiles para celebrar reuniones, ubicar a los directivos o simplemente para ocasiones que requieran algo de privacidad.
Oficinas coworking
Es un concepto muy en boga desde la última década, pero en la época post-pandemia ha vivido otro boom.
Se trata de oficinas en las que se juntan varias pequeñas empresas o emprendedores y promueve el estrechamiento de relaciones con otros profesionales y futuros clientes.
Es perfecto como oficina para startups y freelances, ya que al contar inicialmente con pocos trabajadores no suele compensar el alquiler de un local entero y les basta con un espacio pequeño para trabajar.
También están siendo muy utilizados por grandes empresas para ubicar a personas desplazadas temporalmente a un país, ya sea para un par de días o de forma permanente.
De ahí que en este tipo de oficinas el mobiliario debe ser muy versátil, pues muchas cuentan con puestos flexibles que deben servir para todo tipo de perfiles (hombres o mujeres, altos o bajos, de distinto peso y necesidades).
Además, suelen contar con zonas informales con una estética lúdica, donde las tapicerías de color en el mobiliario o el uso de piezas poco convencionales (pufs, etc.) suelen ser lo habitual.
En cuanto a su distribución, por lo general suelen ser mixtas para contribuir a esa versatilidad tan necesaria. Los espacios cerrados son perfectos para reservarlos para reuniones importantes.
Oficina social
Con esta llegamos al máximo contraste con los despachos clásicos. Aquí es donde vemos claramente esta idea del lugar de trabajo como un espacio para estimular la creatividad, no dejando lugar al estrés.
Este tipo de oficinas están enfocadas a la distracción y el entretenimiento de los trabajadores, es un modelo que usan empresas como Google y otras tecnológicas, muy enfocadas a un perfil de trabajador joven o millenial, contando con muy buenos resultados para este tipo de perfiles.
El mobiliario y la decoración según el tipo de oficina
La oficina es una proyección visual de la empresa y por tanto cuidar su imagen y estética es esencial para transmitir ciertos valores empresariales.
Si el continente es esencial (no es lo mismo vigas vistas que techos lisos, o grandes ventanales que pequeños ventanucos), el mobiliario de oficina contribuye sin duda a potenciarlo.
En especial por su versatilidad, ya que, así como la estructura del inmueble no se puede modificar, con el mobiliario sí podemos jugar tanto en forma como en color, tamaño, número de piezas, etc.
Sí es cierto que a diferencia del mobiliario residencial (destinado a las casas), el mobiliario de oficina debe cumplir ciertos estándares relacionados con la ergonomía y la seguridad laboral, en especial los del puesto de trabajo.
Esto hace referencia sobre todo a la mesa de trabajo, el sillón de escritorio o la iluminación de esta zona, pero fuera de ahí existen muchas opciones.
Mesas
En muebles de oficina las más clásicas son las mesas rectangulares para una o varias personas.
Pueden contar con variaciones, como separadores individuales, por grupos o en el centro para generar cierta privacidad a aquellos trabajadores que se encuentren enfrentados.
También son habituales las mesas en L y, en menor medida, las mesas redondas, estas últimas más para pequeñas reuniones informales o puestos flexibles, ya que favorecen la visión entre todas las personas que están sentadas en ella.
Respecto a la ergonomía, en el mercado podemos encontrar mesas de varios niveles, mesas altas, con formas irregulares o accesorios que facilitan el trabajo, como pasacables, bandejas para regletas, bucs o cajoneras incorporadas, etc.
A nivel estético y por razones de practicidad el material más habitual es el laminado en distintas versiones (lisas, de imitación madera, en color, etc.) aunque en algunas oficinas también puede usarse la madera noble, especialmente en la sala de reuniones.
En cualquier caso, las mesas de oficina suelen estar concebidas para interactuar entre sí: podemos juntar varias mesas o ponerlas separadas, crear grupos y ayudar a la comunicación entre los trabajadores.
Sillas y sillones
Lo importante en este caso, en especial para las sillas de escritorio, es la comodidad, pero dentro de ellas existen muchísimas opciones.
Tenemos las clásicas sillas y sillones de oficina giratorias y de altura regulable, aunque dentro de esta gama podemos encontrarlas más o menos ergonómicas, con reposabrazos con respaldo alto o bajo, con reposacabezas, etc.
No obstante, en una oficina también se encuentran muchas sillas fijas (con patas o patín), en especial para visitantes o zonas informales, al igual que taburetes y sillas altas para mesas elevadas.
Aunque no son tan cómodas, sí pueden usarse en puntos concretos en los que no se pasa mucho tiempo y ayudan a marcar estilo.
En cuanto a materiales y formas, este tipo de piezas suelen ir o bien de materiales plásticos de última generación o, lo más habitual, tapizadas, ya sea en cuero o en tela, normalmente ignífuga y anti manchas, permitiéndonos jugar con el color para aportar el carácter que necesitamos.
Sillones, bancos y sofás
Aunque este tipo de muebles se suelen ver más en zonas como la recepción o salas de espera, se pueden incluir también en la zona de trabajo.
Esta opción es ideal para esas oficinas que pretenden crear un ambiente más social.
En estos casos la libertad de formas y colores es mayor, pudiendo prescindir de la comodidad, ya que son piezas donde se pasa poco tiempo y que están más pensadas para impactar estéticamente.
Puffs
Este tipo de asientos son también ideales para aquellos tipos de oficina en los que se busca transmitir una imagen social, informal, joven o fresca.
Se puede optar por puffs de mayor dureza (algo más serios en general) o por los más blandos, que suelen transmitir más diversión.
Almacenaje
Aunque el papel cada vez está más en desuso y los catálogos y libros a día de hoy ya se encuentran todos en formato digital, una oficina no puede prescindir de estanterías, muebles archivadores o cajoneras.
Dependiendo del volumen de almacenaje que se necesite, se puede jugar también con este tipo de piezas para incorporarlas a la estructura del inmueble (ya que son candidatas perfectas para hacerse a medida) o utilizar piezas exentas como separador de espacios.
El metal y los laminados (blanco o en color) son muy habituales, aunque las que imitan a madera le dan un punto más cálido, si eso es lo que se pretende conseguir.
En cualquier caso, dependiendo del estilo que se quiera conseguir se puede jugar a crear divisiones con armarios y probar varias ideas diferentes, como estanterías bajas, iluminadas, etc.
Pizarras y otros elementos
Las pizarras son un elemento habitual en muchas oficinas, sirven para compartir ideas, notas, horarios o recordatorios y son un buen método para crear un ambiente colaborativo.
En algunas oficinas más atrevidas también podemos encontrar otro tipo de piezas de mobiliario más “creativas”
Por ejemplo, toboganes, columpios o hamacas, ideales para hacer un descanso en labores que requieren mucha concentración.
También existen tipos de oficina que tratan de atraer talento creando un ambiente donde los trabajadores se sientan como en casa, ofreciendo espacios sorprendentes como juegos recreativos, zona de cine, gimnasio, cápsulas para el descanso, zonas al aire libre o zonas de cafetería en las que trabajar, en los que un buen proyecto de diseño interior es crucial.
En general, de lo que se trata en estos casos es de incluir elementos de ocio en la oficina para que el ambiente resulte más desenfadado y no cueste ir a trabajar los lunes 🙂
Como veis, existen muchos tipos de oficinas y en todas ellas la distribución de los espacios y la selección del mobiliario resultan cruciales para adaptarse al estilo empresarial y transmitir la imagen que se busca.
Obviamente todas ellas tienen sus pros y contras, pero ahora que tienes toda la información en la mano, ¿con qué tipo de oficina te quedas?
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Muy buen artículo!