Dentro del mundo del interiorismo de cocinas, los fregaderos de cocina suelen ser lo que dejamos siempre para el final.
Para la mayoría se trata de un accesorio secundario para lo que vale cualquier cosa, pero en realidad lo usaremos varias veces todos los días, siendo, junto con la encimera, lo que tendrá un uso más intensivo a diario, así que es esencial elegirlo bien.
Por otro lado, la mayoría piensa que el “mundo fregaderos” se reduce a un sota, caballo y rey. Que no hay mucho donde elegir, vaya.
Y sin embargo, nada más lejos de la realidad. Existen cientos de modelos que varían en tamaño, materiales, forma, estilos, profundidad, calidad…
Los hay tipo pila (como aquellos en los que se fregaba la ropa antiguamente), de acero inoxidable para un look industrial o bien integrados en la propia encimera como los fregaderos de cocina de Cosentino, que van perfectos con las encimeras de Silestone®.
Además, este elemento puede tener un gran impacto en la decoración, tanto si se busca una estética minimalista haciendo que pase desapercibido, como si al contrario se prefiere que aporte personalidad y carácter al espacio dándole protagonismo.
Así que para arrojar un poco de luz ¡vamos con ellos!
Qué material elegir para el fregadero de cocina
Acero inoxidable
A pesar de ser la elección mas frecuente y favorita por su bajo cose, no siempre es así, ya que las diferentes opciones en calidad y fabricación pueden aumentar mucho su precio.
En cualquier caso, son los más famosos de mercado por su buen resultado (ya que ofrecen resistencia a golpes y a las altas temperaturas) y por su estética, dado su aspecto moderno e higiénico.
Algo que los caracteriza y diferencia de los demás es su facilidad de limpieza, aunque a cambio es propenso a los rayados y a la aparición de cal, lo que opaca el brillo distintivo del acero con el tiempo.
A nivel de diseño es muy versátil, habiendo muchas posibilidades en cuanto a formas, tamaños y composiciones, pudiendo adaptarse a cualquier estilo gracias a la “neutralidad” del material, aunque se queda corto en variedad de colores.
Fregaderos de resina (Solid Surface)
Los fregaderos de cocina a base de minerales y resinas sintéticas tipo Corian® englobados bajo la categoría de Solid Surface tienen la ventaja de permitir una integración total con las encimeras, creando una sensación de continuidad en toda la superficie.
Al ser un material completamente moldeable, se pueden crear todo tipo de formas y texturas, aportando diseño, estética y muchas posibilidades decorativas.
Además, presentan una gran gama de colores, siendo una opción para aquellos que priman el diseño por encima de todo.
Por otro lado tienen una textura muy agradable y una estética muy limpia, resultando más atractivas que las de acero inoxidable convencional.
Sin embargo, como principal desventaja, tiene un alto precio (son de los más caros del mercado) y suele ser un material algo delicado, siendo vulnerable a golpes y rayaduras, así como al calor directo, lo que no sucede con el acero inoxidable.
Por lo tanto, si optamos por un fregadero de cocina en este material, deberemos ser algo más cuidadosos que con uno de batalla.
Minerales y materiales reciclados
Los fregaderos de minerales y materiales reciclados también ofrecen una muy buena resistencia a los golpes y a los arañazos, como ocurre con los de acero, con la ventaja frente a éstos de la gran variedad de texturas y colores.
El material es el mismo que se usa en las encimeras, como es el caso de Silestone® de Cosentino, por lo que se pueden combinar fregaderos y encimeras de forma conjunta para que parezcan de una sola pieza, o bien optar por tonos diferentes para hacer contraste.
Cerámica y piedra sintetizada
Los materiales cerámicos están a la orden del día en encimeras de cocina y lo empiezan a estar también en fregaderos.
En este caso podemos encontrarlos de dos tipos:
- Los clásicos fregaderos de cerámica “tipo pila o pileta”, normalmente brillantes, que suelen sobresalir de la encimera y “morder” el mueble, muy de moda últimamente y perfectos para amantes de lo vintage o shabby chic
- Los de estética más moderna, basados en innovadoras superficies ultracompactas de alta resistencia y fácil mantenimiento (tipo Dekton®), similares a los que hoy en día encontramos en encimeras de cocina.
Ambos ofrecen muy buena resistencia a los arañazos y al calor,
Eso sí, los fregaderos de este material son muy duros, por lo que hay que tener cuidado de no dañar nuestra vajilla por su rigidez.
Su principal desventaja en cambio es que si sufren golpes muy fuertes (una olla que se cae, etc.) pueden sufrir muescas, además de tener un precio más elevado que otras opciones.
Mármol
El mármol es un material resistente pero difícil de mantener, ya que es delicado y se mancha con mucha facilidad.
Además, aunque es resistente al calor (no se quema), no tolera del todo bien el calor directo, por lo que hay que tener cuidado de no dejar directamente en el fregadero las ollas o sartenes calientes recién sacadas de la placa de cocción por si dejan cerco.
Si además es pulido, hay que tener cuidado con aquellos líquidos que lleven ácidos, pues pueden dañarlo y hacerle perder el brillo.
En cualquier caso, los fregaderos de mármol son una opción más a valorar y tienen la ventaja de poderse integrar a la perfección en la encimera, fabricándose de una pieza entera y permitiendo una continuidad visual en la cocina.
Eligiendo la forma y el diseño del fregadero de cocina
¿Una o dos cubetas?
Los más populares son los de una sola cubeta, con o sin escurridor, básicamente por una cuestión de ahorro en el espacio de trabajo o porque al requerir el fregadero un hueco debajo nos limita a la hora de colocar cajones o elementos de almacenaje.
Sin embargo, si cuentas con una cocina más amplia o si utilizas el fregadero para lavar tu vajilla diariamente, lo recomendable es optar por un fregadero de dos cubetas, o bien de una sola cubeta pero muy amplia para contar con más espacio para fregar.
Con tapa
Si la visión del fregadero te molesta en la cocina, puedes optar por fregaderos de cocina con tapa, que ocultan el hueco de la cubeta y de paso actúan como un espacio de encimera adicional para poder trabajar mejor y preparar con más comodidad tus recetas.
Elige un modelo de tapa que combine con tu encimera o bien opta por una tapa de madera, una alternativa más clásica.
En cualquier caso, lo ideal es que sea una tapa corredera, extraíble y resistente a golpes.
Fregaderos mini
Cuando tenemos poco espacio disponible en la cocina, lo más funcional es seleccionar un fregaderos de cocina pequeño, así sacaremos mejor provecho de nuestra encimera.
En este sentido, los fregaderos de tamaño reducido, bien de una sola cubeta o de cubeta y media serán una perfecta alternativa como solución de emergencia.
¿Sobre encimera o bajo encimera?
Fregadero bajo encimera
Los fregaderos bajo encimera son aquellos instalados con el borde justo por debajo de la encimera.
De este modo dejan libre toda la zona de trabajo y ofrecen una limpieza visual y una continuidad a la superficie que no consiguen los que van sobre la encimera.
Pueden ser del mismo material o distinto de la encimera, y pueden ir perfectamente integrados en ella o como una pieza aparte.
Fregadero sobre encimera
Los fregaderos sobre encimera en cambio se encastran con los bordes por encima de la misma.
Son los fregaderos más comunes y son esenciales cuando la encimera es de un material que no tolera bien la humedad, como por ejemplo los de melamina o formica.
Cómo puedes ver, el fregadero de cocina no es un “simple accesorio” sino que hay todo un mundo de diseño y tecnología detrás, con múltiples formas y tamaños.
Lo importante a la hora de elegirlo es el estilo decorativo que queremos conseguir, el uso que le vayamos a dar, el presupuesto que tengamos y el tipo de encimera elegido para sacarle el mayor partido y hacerlo combinar a la perfección con el resto de elementos de la cocina.
¡Elige un bonito y práctico fregadero de cocina y verás como acabas adorando fregar :)!
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Vía: pinterest.com