Dicen las estadísticas que una de las cosas que mayor terror provoca en cualquier ciudadano de a pie es tener que ir al dentista, y el diseño de las clásicas clínicas dentales tampoco ayuda precisamente a sentirse relajados: espacios fríos y asépticos envueltos en un blanco impoluto nos evocan la sensación de hospital ya antes de sentarnos en el sillón de tortura.
Sin embargo, el interiorismo ha entrado con fuerza también en este tipo de locales y hoy os traemos uno inaugurado el año pasado en el que casi casi estamos deseando que nos llamen a consulta: el centro de implantología dental Vericat de Alzira (Valencia).
Bajo la dirección médica del Dr. Albert Vericat, este local de 300m2 distribuidos en 3 plantas se reformó íntegramente tratando de mantener en lo posible lo previamente existente y centrándose en la experiencia de usuario con el fin de transmitir confianza, cercanía y comodidad.
El resultado es un espacio a medio camino entre una boutique y un hotel (nadie al entrar sería capaz de adivinar la actividad que se desarrolla dentro) en el que el usuario se relaja nada más entrar y entra en una atmósfera cuidada, serena y sugerente.
La fachada
En alguna ocasión ya hemos resaltado la importancia del diseño de fachadas en todo proyecto de interiorismo de locales. Al fin y al cabo es lo primero que el usuario ve antes de entrar y por tanto es necesario que provoque un cierto impacto.
En el caso de Vericat se optó por una solución cosmética cubriendo la esquina de la entrada y parte de la fachada principal con una piel de panel ventilado de aluminio en acabado cobre de Dibon que permitiera potenciar la altura y homogeneizar la fachada.
La entrada
Ya desde el momento de entrar se percibe la atención al detalle y un espacio mitad acogedor mitad impactante que acoge al visitante. Un área con mostrador de recepción y sala de espera caracterizado por una doble altura que resulta de lo más sugerente.
Se trata de un espacio abierto y luminoso abierto al exterior gracias a los grandes ventanales de la fachada.
El mostrador, protagonista de la recepción, se concibe como un gran volumen cúbico cubierto de mármol específicamente diseñado para este espacio.
La entrada evoca a un lobby de hotel, con un sofá Simone de Missana y varias sillas Moon de Capdell en diferentes acabados.
El interior
Inspirándose en la letra “V” protagonista de la marca, por todo el local se van sucediendo diversos elementos con tramas lineales diseñados a medida para la marca: estanterías, percheros o separadores de espacios conviven con vinilos, texturas y fachada de trama similar.
Una cuidada selección de materiales nobles y naturales combinados con elementos metalizados y espejados provocan un curioso y elegante juego de reflexiones.
La iluminación también es parte estudiada del diseño de este local, desde el juego de lámparas suspendidas de la entrada inspiradas en la orfebrería hasta los focos, luces integradas y lámparas colgantes que recorren las zonas interiores del segundo nivel, pasando por los efectos de luces y sombras con los que las tramas lineales de los distintos elementos diseñados para el local parecen jugar.
Cabinas y áreas de consulta
El resto de cabinas se encuentran ubicadas en la primera planta, cuyo diseño, dentro del orden y asepsia necesaria para estos espacios, mantiene el mismo concepto que en la planta baja.
Un sillón Concord de Capdell y una lámpara de lectura Plié de Fambunea completan este área, en la que la luz indirecta predomina con el fin de proporcionar una sensación confortable a los pacientes.
Para el área de consulta principal, una mesa Feel de Arlex y una silla de director TNK de Actiu, así como una lámpara Wireflow de Vibia completan el conjunto.
En definitiva, el lugar ideal para que a uno le prescriban un implante dental 😉
Vía: pinterest.com