Este próximo domingo es carnaval y las calles se inundarán de disfraces, antifaces y caretas; por eso hoy queremos rendirle tributo a las máscaras en la decoración de interiores. Y es que una de las opciones más recurrentes en la historia de la decoración de paredes y aparadores es precisamente el empleo de máscaras. Casi tan antiguas como la humanidad, desde que el ser humano tuvo consciencia de sí mismo ha tratado de representarse ya sea en pintura o escultura, y más tarde, en fotografía.
Aunque en la tradición europea griega y romana podemos encontrar muchas máscaras de barro y cerámica, y aunque también en el antiguo Egipto aparecen las más antiguas, a día de hoy son sin duda las de tipo étnico (máscaras africanas o de tribus indígenas de América Latina) las más atractivas para decorar.
Las máscaras solían utilizarse antiguamente en rituales sociales o religiosos y representaban figuras legendarias o espirituales, permitiendo la unión entre las divinidades, los vivos y los muertos. En el oeste de África todas ellas pueden enmarcarse en uno de estos cuatro grupos: espíritus animales, espíritus del antepasado, héroes mitológicos o una combinación de estas dos últimas.
En cualquier caso, hoy en día y su empleo en el diseño interior ha relegado su simbología en favor de la estética, escogiéndose una u otra no por su significado o representación sino exclusivamente por criterios ornamentales.
En este sentido, podemos encontrar máscaras de todo tipo, ya sea para colgar en la pared o insertadas en un pedestal a modo de escultura. Éstas últimas, de tamaño no muy grande, son perfectas para decorar aparadores y consolas de entradas y comedores.
Un tipo de máscaras que quedan muy decorativas son las de forma alargada. Caras que parecen alargarse en un espejo amorfo y que sin embargo resultan muy estéticas en la decoración de paredes, bien solas (decorando una columna o espacio alargado y estrecho), bien a pares (para decorar por ejemplo ambos lados del cabecero de cama) o bien en combinación con otras de formas y tamaños distintos para decorar un amplio espacio de pared.
Las máscaras también resultan muy decorativas adornando pasillos alargados. En este sentido, máscaras de forma y tono similar enmarcadas en hornacinas blancas iluminadas en la zona superior darán un estilo muy personal a esta estancia tan supuestamente anodina.
Si en cambio queremos decorar un aparador, una muy buena opción es utilizar dos máscaras con pedestal, una más alta que la otra y colocarlas a un lado del mismo a modo de esculturas decorativas. O bien, si lo que queremos es decorar una esquina, un rincón o una pared estrecha, podemos optar por colocar la máscara sobre un pedestal alto y cúbico para darle presencia.
Y para aquellos a los que les guste la estética de máscaras pero no el volumen, siempre pueden diseñárselas en vinilos y colocarlas en la pared 😉
Vía: pinterest.com
Buenos días
Donde puedo encontrar máscaras con un pedestal para decorar mi salón?
Espero su respuesta
Muchas gracias
Hay muchos sitios, pero puedes probar aquí
http://www.caminoacasa.com/madrid/esculturas-y-figuras.html
¡Un saludo!
Muy buen artículo se nota que sabes del tema