Si esta semana teñida de rojo pasión la comenzábamos con ideas para decorar el rincón chimenea en San Valentín, queremos rendirle tributo a Cupido terminándola con coronas de San Valentín para decorar paredes y puertas.
Como ya comentamos en nuestro post dedicado a las coronas de Navidad, aunque tradicionalmente el empleo de coronas estuvo ligada a la práctica religiosa, a partir del siglo XV su empleo se comenzó a extender a nivel secular hasta hoy, en que dado su carácter fuertemente decorativo, ha sobrepasado el ámbito navideño para extender su dominio a otras fechas específicas como Halloween, las distintas estaciones o días como el de San Valentín.
Y es que una corona es un adorno de impacto que acapara las miradas tanto si la colocamos sobre una pared como en una puerta, y especialmente las de San Valentín, con el color rojo como protagonista absoluto (el más fuerte de la gama tonal). Su contraste con el blanco habitual del 90% de las paredes hace que nuestra vista se fije particularmente en ese punto.
Por eso, si te planteas una decoración de San Valentín con pocos detalles que además puedas reciclar el año que viene, sin duda las coronas de San Valentín serán tu mejor aliado. Veamos algunas ideas:
Coronas circulares
La corona simboliza el círculo eterno de la vida, y quizás por eso es fácil asociarla al ideal del amor eterno o al anillo de compromiso que simboliza el amor para toda la vida. Sea cual sea el motivo, lo cierto es que las coronas perfectamente circulares dan un toque moderno, elegante y muy actual a la decoración.
Coronas con forma de corazón
Símbolo absoluto del amor y diana para las flechas de Cupido, una corona de San Valentín se identificará como tal si de una u otra manera aparece este icono. Las hay que lo incorporan de forma sutil en los adornos y otras como éstas que directamente le hacen protagonista adaptando la clásica forma de la corona a la de este órgano tan romántico.
Coronas tipográficas
Para los que quieren huir de lo clásico, nada mejor que incorporar elementos gráficos a las habituales coronas: Love, Be mine y Xo serán los recursos más habituales (por alguna razón parece que los términos ingleses a algunos les resultan menos empalagosos).
Coronas blancas
¿Harto del rojo? El blanco aporta un punto tremendamente elegante para una decoración sutil en San Valentín. Ya sea con flores silvestres, ramas, plumas u otros elementos blanquecinos, este tipo de coronas representan la pureza del amor por encima de la pasión.
Coronas de papel y cartón
Ideales para los fans del DIY, las coronas de papel, cartón o cartulina son ideales para hacerlas nosotros mismos, bien enrollando hojas de libros o cuadernos que no nos sirvan, bien haciéndonos con papel craft y diseñando nuestra propia corona a base de distintos patrones.
Coronas rústicas
Si te va el aire campestre o tu estilo es el rustic chic, prueba a crear una corona a base de ramas secas, flores rojas, hojas verdes, tela de saco o bayas del campo.
Coronas clásicas
¿Poco amigo de la innovación? Recurre a las clásicas coronas abullonadas, vistosas y llenas de adornos para decorar las paredes o puertas de tu hogar.
Coronas alternativas
Si por el contrario eres de los que huyen de lo convencional, usar materiales poco frecuentes, como cuerdas o corchos o bien cambia la forma habitual (circular o en forma de corazón) y opta por bolsas o saquitos de tela en los que introducir flores y corazones.
Coronas vintage
Para los amantes del pasado y de la época romántica, qué mejor que las coronas de estilo vintage, hechas con madera desgastada, trozos de libros o partituras antiguas, botones nacarados propios de los vestidos de la abuela o ramas con pájaros y otros motivos femeninos.
Y por si aún te quedan ganas, prueba con estas otras imágenes de coronas de San Valentín seleccionadas para ti que seguro encuentras la tuya.
¡Y feliz día de los enamorados!
Vía: pinterest.com