Con el buen tiempo parece que apetece más llenar nuestras vidas de color, y cuando eso ocurre solemos hacerlo con la ropa que nos ponemos pero, dado que este es un blog de decoración de interiores, ¿por qué no emplearlo también en nuestras casas?
Hoy os proponemos dar un cambio de aires mediante alfombras de colores. Un elemento fácil de incorporar a un interior, ya que no requiere ningún tipo de obra y es capaz de cambiar por completo la sensación de la estancia.
A continuación podéis encontrar varios ejemplos descritos a lo largo de ocho puntos. Hay para todos los gusto 😉
Alfombras de colores suaves
Sus tonalidades apacibles son la delicia de las personalidades mansas ya que no suelen comportarse como el centro de atención y no destacan especialmente en la decoración global.
Sin embargo, hay que decir que casan perfectamente en cualquier ambiente y permiten fusionar varios colores si se quiere dar algo más de dinamismo.
Además, se pueden combinar perfectamente con una decoración más vital, siendo la alfombra el elemento que aporte el contraste, poniendo el contrapunto para no recargar demasiado el ambiente.
Colores vivos
Ideales para los alegres de carácter. Entrar al salón de casa y encontrar una alfombra de tonos fuertes y enérgicos lo aguantan muy pocos, con lo que habrá que buscarle un lugar y una decoración en la que pueden ser las protagonistas, donde puedan mostrarse como si de una obra de arte se tratase.
De este modo, es preferible que el entorno gire alrededor de ella y no haya muchos más colores. Siempre y cuando no se esté buscando un diseño kitsch o muy llamativo como ocurre en la segunda foto.
No es recomendable para lo que quieren encontrar un remanso de paz, ya que las alfombras de colores vivos activan a cualquiera por cansado que esté.
Alfombras lisas
Con este tipo de alfombra nos referimos a aquellas que tienen un único color de forma continua en toda su superficie.
Pueden ser de colores vivos o suaves pero, independientemente de su intensidad, todas ellas contribuyen a crear un ambiente más “estable”, del que es más difícil cansarse con el paso del tiempo.
Es ideal para aquellos a los que no les gusta mucho arriesgarse, ya que son persistentes y duraderas.
Alfombras multicolor
Este tipo de alfombras son muy practicas a la hora de decorar un pasillo, ya que es una zona de paso que suele resultar complicada de “vestir” para muchos. Llevando el foco de atención al suelo, a base de muchos colores, conseguimos dar luz a todo el cubículo.
Pero no sólo ha de ponerse en zonas de paso, también es posible ubicarlas en salones, dormitorios, entradas, comedores, etc. Solo hace falta elegir las tonalidades e intensidad adecuadas para que encajen dentro del conjunto.
Alfombras con fondo blanco
Una forma de suavizar un poco el ambiente sin dejar de aportar ese toque de color, es elegir una alfombra cuya base sea blanca o muy clara y sobre la que destaquen rayas, motivos geométricos o cualquier otro tipo de pincelada de color.
Se consigue un tapiz colorido sin llegar a ser una gran masa de color que recorra el suelo.
Alfombras con animales
Los animales en la decoración es un recurso cada vez más en boga dentro del interiorismo y, como no podía ser menos, también los tenemos en las alfombras.
Los hay más y menos discretos, siendo los más coloridos y grandes una buena opción para habitaciones juveniles o ambientes desenfadados, mientras que los animales de tamaño más pequeño, de tonalidades armónicas sobre fondo claro, suelen quedar mejor en ambientes que tiren hacia el estilo clásico.
Alfombras con motivos geométricos
Tan importante como el color que elijamos es la forma en que lo apliquemos.
Los dibujos geométricos permiten crear un entramado que nos dejará tener un color de fondo y otro en la geometría. Esta técnica hace que sean algo más livianas al mismo tiempo que destilan cierto toque de distinción.
Por otro lado, también están las opciones en las que se mezclan por ejemplo triángulos o rombos donde cada figura tiene un color, lo que convierte a nuestra alfombra en una moqueta muy variada, colorida y alegre.
Alfombras con dibujos
Se comportan casi como si fuesen un cuadro. En esta tipología entran muchas vicariantes, ya que se pueden utilizar grandes flores o estampados, franjas de colores en degradado, imágenes que recuerdan a un caleidoscopio con una mezcla de colores vivos en , etc.
Sin duda son el objeto de todas las miradas ya que suelen destacar sobre el resto de elementos de la sala.
Otras alfombras:
Y como en este mundo textil existen muchas más opciones de las que os podemos mostrar en este post, a continuación os dejamos más ejemplos de alfombras de color, desde rayas hasta dibujos a lo Jackson Pollock, pasando por manchas superpuestas. ¡Hasta la semana que viene!
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Vía: pinterest.com