Con la noche de Nochebuena cerramos la vigesimocuarta y última puerta del calendario de Adviento y empezamos a pensar en la Nochevieja y los calendarios de Año Nuevo. Y es que estas fechas son perfectas para hacer balance del año que se va y nuevos propósitos para el que viene…
Estrenar algo siempre llena de ilusión. Lo mismo da que sean unos zapatos o un cuaderno, empezar un curso o decidirse a bajar unos kilos. Y quizá por eso un año por estrenar siempre trae esperanza y emoción, una especie de sensación positiva que nos hace pensar en todo lo bueno que está por venir. Y es esta especie de energía invisible la que nos empuja a llevar a cabo nuevos proyectos o a empezar esos que siempre acabamos dejando en el cajón.
Y para acompañarnos en ese camino hasta nuestras metas, en ese avanzar del día a día hasta cumplir todos los objetivos del año, en estas fechas solemos estrenar el calendario de Año nuevo. De hecho muchos de ellos no empiezan exactamente el 1 de enero, sino que vienen con los últimos días del año anterior, conscientes de que la planificación del año y la revisión de nuestra futura vida a corto plazo no se hace el mismo día 1, sino un poco antes, como si nos preparáramos para su llegada 😉
En cualquier caso, los calendarios, además de prácticos, resultan muy decorativos y son un complemento perfecto especialmente para decorar paredes, ya sea de la cocina, del escritorio, o de cualquier estancia de la casa, además de resultar un regalo perfecto para el día de Navidad, por si andas buscando alguna idea a última hora ;-).
En cuanto a su diseño, calendarios de Año Nuevo para decorar paredes hay de todos los tipos: desde aquellos que sólo cuentan los días, hasta los que nos permiten hacer anotaciones, ya sean tareas, objetivos o cosas varias que nos pasan a diario. Además, son un complemento gráfico ideal para dar rienda a la creatividad de los diseñadores, y por eso podemos encontrar desde el clásico calendario de 12 hojas pasamos a calendarios permanentes a base de fichas, colgados en perchas, en relieve (con botones o letras corpóreas, por poner un ejemplo), tipográficos o con todo tipo de imágenes…
Nosotros nos declaramos fans absolutos de este complemento y en este post le rendimos homenaje dejándote unos cuantos ejemplos para tu deleite o incluso inspiración, si es que eres de los que se lo diseñan por sí mismos…
El año que viene (osea, dentro de dos días) más 😉 ¡Feliz Nochebuena!
Vía: pinterest.com