Con el auge del estilo mediterráneo y ecofriendly, los cestos y canastos de fibra natural se han convertido en una tendencia que ha venido para quedarse, ya que además de su sencillez, naturalidad y economía, resultan profundamente decorativos y sirven además como elemento de almacenaje.
Este tipo de cestos pueden ser de fibras naturales como el mimbre o el yute, o de fibras sintéticas. Son tejidos que en alguno casos pueden ir teñidos o con diseños y accesorios extra que van dando más color y textura al canasto.
Aunque tienen un origen artesanal (ya en el antiguo Egipto alcanzaron su apogeo al trabajar el papiro, excelente para tejer gracias a sus tres metros de altura y gran flexibilidad), no se masificaron hasta que comenzó su producción en masa.
Hoy en día existen muchas técnicas de trenzado y anudado y el arte y cultura con cestería se sigue expandiendo alrededor del mundo y aunque inicialmente se utilizaban para llevar alimentos u enseres de un sitio a otro, hoy su uso a nivel doméstico se ha popularizado como elemento decorativo, macetero o contenedor de almacenaje.
Para darte idea de todas sus posibilidades, veamos algunas ideas para decorar con cestos de fibra natural para que compruebes cómo te pueden ayudar a organizar mejor tu espacio, esconder zapatos o juguetes de niños y hasta vestir las macetas de tus plantas.
¡Esperamos que te guste!
Cestos y canastos para el baño
¿No sabes cómo organizar tu baño o no tienes suficiente espacio para muebles?
Los cestos podrían ser una solución de lo más práctica para el almacenaje de baño, ya que son económicos, los hay de muchos formatos y se adaptan a cualquier entorno, ya que se pueden colocar en el suelo, debajo del lavabo, colgados en la pared o donde te haga falta.
Resultan ideales para guardar el papel higiénico, las toallas de baño o de mano, así como esponjas, tarros, cremas o enseres varios.
Organizando la despensa
Aunque para el almacenaje de cocina algunos optan por usar frascos de vidrio para poder ver el contenido, también hay productos que guardamos necesariamente en la despensa y que convendría ordenar para que no resulte un caos.
En este sentido, los cestos de mimbre (sin tapa) resultan perfectos para este tipo de espacio, porque permiten ver por la parte superior los productos que contiene pero al menos tiempo se guardan ordenados para una mejor organización de este espacio.
Latas de conserva, papel de cocina, botes y frascos e incluso verduras son los candidatos perfectos para estos pequeños organizadores.
En la habitación infantil
Es curioso ver cómo los más pequeños de la casa siempre quieren jugar con su múltiples juguetes pero nunca guardarlos 😊. Les encanta sacarlos y jugar con varios a la vez, lo que inevitablemente acaba en desorden y caos asegurado.
En estos casos, una solución fantástica para tenerlos todos agrupados son los cestos de mimbre, que permiten guardarlos y amontonarlos sin mucho trabajo para ocultarlos de la vista rápidamente.
Ideales para muñecos, peluches o incluso, a menor escala, rotuladores, libros y cuadernos, resultan perfectos también para darle un aire “naïf” y divertido a las salas de juegos.
Los cestos como macetero
¡A quién se le ocurriría esta brillante idea! En los últimos años, no hay casa “trendy” que se precie que no cuente con un canasto como macetero.
Este tipo de contenedores resultan ideales porque ocultan la tierra e incluso el propio macetero que viene de serie con la planta y dejan ver únicamente el verde, lo que unido a lo natural del tejido les da un aspecto absolutamente natural.
Pueden alojar plantas grandes, pequeñas, de suelo y por supuesto ¡también colgantes o elevados con patas!
Lo importante está en que tú elijas y disfrutes combinando opciones y colores…
Cestos en el recibidor
Los cestos de fibra son una opción ideal para decorar la zona inferior de la consola de entrada, ya que el espacio que cubren debajo se llena con estos elementos sin resultar desangelado.
Además, dependiendo de su tamaño, pueden servir para guardar los paraguas de mano, los zapatos al entrar, las pantuflas de casa o lo que se te ocurra, aportando además un toque natural y delicioso a esta estancia.
En la zona de trabajo
Si quieres trabajar a gusto en casa, una opción ideal para mantener a raya el desorden organizativo de estos espacios es contar con cestas y canastos de mimbre.
En ellos se pueden dejar rollos de papel, cuadernos y agendas, o, ya en cestas más pequeñitas, elementos como botes de clips, post-its, rotuladores y bolígrafos y pequeños accesorios.
Otros usos
Cestos de la ropa sucia, contenedor para las mantitas del sofá, práctico accesorio para guardar los cojines de la cama cuando la deshacemos, cuencos para picoteo…
En fin, múltiples opciones organizativas para cestos y canastos de fibra que lo mismo valen para un roto que para un descosido.
¡Anímate y pon un cesto organizador en tu vida! 😊
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Vía: pinterest.com