¿Por qué un biombo? Cuando queremos dividir espacios o delimitar zonas sin tener que levantar incómodos y oscuros tabiques, o bien cuando queremos darle distintas funciones a un mismo espacio y necesitamos utilizar separaciones “de quita y pon”, las soluciones portátiles son las más adecuadas.
Ya en su momento vimos como posibles separadores de espacios las celosías o paneles móviles, los flecos o las guirnaldas de bolas pero en realidad, nada mejor y más práctico que los biombos para conseguir este fin.
A diferencia de las anteriores opciones, un biombo suele ser por lo general opaco, de modo que no deje pasar ni la luz ni la vista a lo que hay detrás. Son por tanto ideales para crearse un pequeño vestidor improvisado en el dormitorio, colocarlo junto a una bañera exenta en la zona de aseo o bien para esconder esos pequeños objetos que no queremos dejar a la vista, desde esa silla con la ropa para planchar amontonada encima a esas cajas llenas de trastos que no sabemos dónde meter.
Aún así, si lo que queremos es dejar pasar la luz también los hay traslúcidos o calados que cumplen sobre todo funciones decorativas, al igual que como original cabecero de cama, una opción también muy utilizada.
Si optamos por decorar con biombos, podremos elegir entre aquellos de estilo clásico u opciones más modernas. Entre los biombos clásicos, motivo de este post,existe una gran variedad, entre los cuales podemos encontrar los siguientes:
- Biombos de estilo modernista o art-decò, con sus formas curvas y orgánicas
- Biombos de madera decapada, ideales para el estilo shabby chic.
- Biombos desgastados, sacados del baúl de la abuela, con sus desconchones y manchas incorporados para un toque vintage ese estilo único de las cosas antiguas
- Biombos con espejo, normalmente en partes
- Biombos calados, ya sea en madera a modo de celosía o bien en metal (especialmente dorados), perfectos para darle un aire oriental a la estancia, en una gama que va desde el estilo japonés al de Oriente Medio.
- Biombos lacados con finos motivos y escenas chinas, que aportan ese punto clásico-oriental a los salones .
- Biombos de múltiples secciones estrechas y alargadas, así como los terminados en puntas redondeadas a modo de almenas árabes.
- Y por supuesto, los biombos tapizados con estampados florales, que completan esta gama de biombos clásicos para la decoración de ambientes de todos los estilos.
Y es que en tiempos de fusión de estilos, decorar con biombos clásicos puede ser una opción tanto para ambientes de aire antiguo como para estancias modernas, aportando ese punto de calidez y de vuelta al pasado que a veces parece necesitar estos espacios. ¿Quieres ver cómo quedan?
Vía: pinterest.com