Vamos con el último de los elementos del ciclo de la energía en el Feng Shui: El elemento metal. La fase metal de la materia es densa y compacta. Al ser la energía metal centrípeta (dirigida hacia el centro) le corresponde como forma el círculo o la esfera y se asocia al atardecer o al principio de la noche, representando la concentración de la energía, el pensamiento, la profundidad y también la riqueza (dinero, joyas)…
Esta energía se manifiesta a través de toda superficie brillante, espejada, blanca o metalizada. En el Feng Shui su aspecto positivo se asocia con la concentración, introspección y autodescubrimiento (dado que la dirección fluye hacia dentro), la fortaleza, la honestidad y la justicia. En su aspecto negativo, se asocia a la construcción de cerrojos, candados, armas, celdas o jaulas, es decir, todo aquello que restringe la libertad o pone límites y orden. De hecho, el metal representa la experiencia, la madurez, pero en exceso incrementa el riesgo de ser autoritario y frío.
Objetos que representan el metal son:
- cuadros e imágenes con puestas de sol (atardecer), niños
- elementos de forma redonda o curva
- monedas, elementos de metal, portafotos
- electrodomésticos, aparatos electrónicos, lámparas y apliques metalizados
El elemento metal tiene las siguientes correspondencias:
- Movimiento: Hacia dentro
- Formas asociadas: Círculo y esfera
- Direcciones magnéticas: Oeste y Noroeste
- Estación: El otoño
- Números: 6 y 7
- Colores: Blancos, grises, metalizados (plateados o dorados)
- Órganos: Pulmones y colon
- Trigrama: Lago y cielo
En el ciclo de los elementos del Feng Shui, el metal es creador del agua, destructor de la madera e inhibidor de la tierra. A su vez, es creado por la tierra, destruido por el fuego e inhibido por el agua.
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