Y terminamos nuestra “semana textil” con tips, ideas y trucos para decorar con cortinas de forma original y alternativa. Y es que su empleo no tiene por qué estar restringido a las ventanas. Si le echamos un poco de imaginación encontraremos nuevos usos que por lo general tendrán como denominador común un coste más económico que su alternativa habitual y estilo muy personal.
Por supuesto, cualquiera de los dos post anteriores, tanto el relativo a los sistemas para colgar cortinas como el de tendencias decorativas aplicarán perfectamente a cualquiera de estas soluciones. ¿Comenzamos?
Cortinas como separador de espacios
Si queremos una distribución diáfana y abierta en nuestra vivienda, emplear cortinas para delimitar cada estancia es una buena opción alternativa. Nos permite enmarcar y diferenciar un espacio de otro de modo temporal y retirar las cortinas cuando deseemos un espacio continuo para las visitas.
Las cortinas como separador de espacios son un sistema ligero y decorativo para dar privacidad a una o más zonas de nuestra casa. Funcionan especialmente bien en ambientes de estilo contemporáneo y en los de estilo bohemio por su carácter orgánico y pulcro.
Puedes elegir cortinas en el mismo tono o color de tus paredes si deseas que se integren en el espacio, o decantarte por un color diferente si prefieres que contrasten con el resto de tu hogar.
Cortinas enmarcando la cama
La zona de cama es un espacio íntimo y nada mejor que una cortina para crear ese marco privado de un modo relajado o con un punto romántico.
En este caso tienes la opción de ubicar las cortinas a cada lado de la cama colgando de un dosel o un sistema de sujeción ligero, o enmarcar la zona previa del dormitorio a tu cama con ellas a modo de antesala al espacio de descanso.
En ambos casos, elígelas en telas suaves, finas y naturales como el lino o el algodón que permitan la circulación del aire para un óptimo confort durante la noche.
Cortinas como cabecero de cama
Las cortinas fueron pensadas en origen para enmarcar ventanas, pero ¿ por qué no aprovecharlas también para recrear un espacio cálido como cabecero de cama? Su caída y textura las convierten en la alternativa perfecta para delimitar la pared principal dándole un punto de carácter y estilo al dormitorio sin ocupar mucho espacio y sin que nos cueste un riñón.
Armarios y Vestidores
¿Hay algo más sencillo que abrir una puerta? Sí, correr una cortina. Sin duda, las cortinas como uso alternativo a las puertas de tus armarios son una opción ligera y agradable a la hora de vestirte cada mañana: De un solo golpe podrás ver toda tu ropa u ocultarla cuando lo tengas un poco revuelto.
El resultado es muy elegante y práctico si quieres darle otro estilo a tu dormitorio fuera de lo convencional.
Puertas y Accesos
Si quieres vestir un poco tus cerramientos de vidrio como puertas o mamparas de ducha, la cortina es lo más idóneo. Aportan calidez y privacidad en casos de baño compartido maximizando su funcionalidad en el día a día y creando una atmósfera más agradable. También puedes emplear las cortinas para enmarcar accesos sin puertas como los de terrazas o porches continuos y crear diferentes áreas.
Cortinas diferentes para vestir la bañera
Aunque el empleo de cortinas en duchas y bañeras es más que habitual en los baños de medio mundo, una opción original que se sale de lo corriente, especialmente para darle un toque chic y femenino a esta estancia, es utilizar finas cortinas con puntillas y relieves como si se tratara de un pequeño altar.
Este tipo de cortinas quedan especialmente bien con bañeras exentas y en estilos vintage y shabby chic.
¿Más inspiración?
Si os habéis quedado con ganas de más, aquí va una pequeña muestra más de cómo decorar con cortinas de forma original como inspiración.
Vía: pinterest.com