Los habituales a nuestro apartado del “Rincón de la fama”, en el que analizamos los iconos del diseño a lo largo del siglo XX, sabréis que nos gusta de vez en cuando tomar alguna de esas piezas para hacer un estudio especial de su aplicación en la decoración de interiores.
Es el caso hoy del taburete Butterfly, del diseñador japonés Sori Yanagi, una maravillosa pieza de la que nos declaramos fans absolutos por su sencillez, perfecta simetría, limpieza y pulcritud, que lo hace apto para la decoración de cualquier ambiente gracias tanto a su estética como a sus múltiples funciones.
Ligero como una pluma, el taburete butterfly (denominado así por su similitud con una mariposa a punto de batir las alas), hace honor a su procedencia y estilo típicamente japonés. Casi más parecido a una escultura que a una banqueta, este taburete zen en realidad se puede usar de mil formas, convirtiéndose de este modo en una pieza de mobiliario multifuncional sin perder un ápice de su belleza.
En este sentido, lo mismo puede actuar como mesita auxiliar que como revistero, como puff improvisado para alguna visita de última hora o como mesilla de noche, como pequeña banqueta para alcanzar los libros más altos de la biblioteca, como toallero para el baño o como simple elemento decorativo para cualquier rincón.
Empleado tanto de forma individual como a pares, se puede elegir en distintos tipos de madera con diferentes tonalidades (desde el arce al wengué) y es igual de adecuado para cerrar la zona de estar del salón, colocándolo en la esquina contraria al sofá, que para situarlo a los pies de la cama como asiento de apoyo en el dormitorio, como mesita auxiliar para el rincón de lectura junto a la chimenea o para colocarlo bajo la consola en el recibidor.
Además, su belleza y simplicidad lo hace también apto para el diseño de locales, tiendas de moda o escaparates a los que se quiera dar un toque de glamour. En definitiva, una pieza ideal para los amantes del estilo zen y del encanto de la sencillez.
Vía: pinterest.com