Ya vimos en el post de escaleras flotantes cómo en dúplex o viviendas de dos pisos la escalera puede convertirse en el foco esencial de la decoración, convirtiéndose en ocasiones prácticamente en una escultura. Éste es el también el caso de las escaleras de caracol que veremos hoy, un elemento arquitectónico que sin duda se convierte en el centro de atención de la entrada o el salón, pues allí donde va colocada es imposible que pase desapercibida.
Ventajas e inconvenientes
Las escaleras de caracol tienen como ventaja principal su indudable estética, gracias al efecto hipnótico que produce una espiral en el ojo humano, así como una reducción del espacio en horizontal, ya que sólo ocupan a lo ancho el diámetro que se les quiera dar, mientras las escaleras rectas necesitan de varios metros de largo en horizontal para llegar desde el primer peldaño al último.
Sin embargo, también tienen algunas desventajas, y es que en general tienden a ser mucho menos prácticas que las escaleras de un solo tramo. ¡Imagina teniendo que subir un somier, o un colchón al piso de arriba! Además, aunque ocupan menos espacio en horizontal, sí lo hacen en volumen, y además por su propia forma obliga a ubicarlas en el centro de una estancia (o al menos no pegada a la pared), por lo que a veces suelen resultar un incordio para reubicar los muebles.
Partes de una escaleraBarandilla y pasamanos
En este tipo de escaleras ambos elementos suelen tener una presencia muy importante. En ocasiones se funden en uno (barandilla y pasamanos consisten en un solo bloque del mismo material) y a veces (las menos) se prescinde de ellos, dejando escaleras de caracol con peldaños flotantes que aligeran la estructura pero pueden resultar un peligro a efectos prácticos.
A veces también se opta por materiales distintos en ambos elementos, por ejemplo pasamanos de madera y varillas de metal, pero lo cierto es que cualquier opción es estéticamente válida.
Peldaños
Atendiendo a las partes de una escalera, en las de caracol los peldaños tienen un lado de la huella más corto que otro, y por tanto habrá que tener en cuenta en su diseño que el lado menos profundo sea lo suficientemente cómodo como para poder colocar el pie con comodidad. Además, puede optarse por peldaños con huella y contrahuella, que resultan más robustos o seguros, y peldaños sin contrahuella que resultan más ligeros y permiten meter parte del pie por debajo del escalón siguiente.
Por su parte, a diferencia de las escaleras rectas por tramos, las de caracol no suelen tener descansillo, se sube de abajo a arriba de una tacada.
En cualquier caso, sean más o menos prácticas y tengan tanto fans como detractores, lo que no se puede cuestionar es su estética, como lo muestra esta selección escaleras de caracol que dejamos como inspiración.
Vía: pinterest.com