Grifos que marcan la diferencia en el baño

Para todo aquellos que os estéis planteando hacer una reforma del baño, o incluso para los que os acabáis de comprar un piso de obra nueva pero no estáis del todo contentos con las calidades, os interesa este post, ya que vamos a hablar de los tipos de grifos que podemos incluir en nuestro nuevo baño.

Y es que en el mundo de la grifería de baño, también es posible encontrar diseño y muchas variantes, que podrán dar el toque de gracia a esta estancia.

Por supuesto, son muchas las formas con las que podemos decorar nuestro baño, desde utilizar un azulejo vistoso, optar por una lechada de colores o impactar con un mueble de lavabo con empaque. Sin embargo, hoy nos centraremos en la fuente de agua: los grifos.

Si echamos la vista atrás, a la época de nuestros padres, podemos comprobar que no era un elemento al que dedicarle mucha importancia. Más allá de que fuesen más o menos clásicos o más o menos buenos, el diseño no era un factor demasiado importante.

Hoy en día en cambio podemos ver una gran variedad en el mercado, ya sea desde el color, que abarca desde el blanco al negro, pasando por el cromo, cobre o dorado, hasta su forma, que en algunos casos reinventa los modelos clásicos y en otros se innova simplificando sus líneas hasta llegar al minimalismo.

Pero como una imagen vale más que mil palabras, vamos a ver una selección de fotografías donde podremos comprobar las diferencias en cada uno de los grifos presentes en el cuarto de baño. ¡Vamos allá!

Grifos para el lavabo

Sobre el lavabo

De los más habituales en casi todos los baños y también de los más cómodos y prácticos.

Algo de lo que no se suele dar cuenta la gente hasta que tiene todo el baño instalado es el comprobar que el agua caiga centrada en lavabo, y de hecho, en más de una ocasión nos las vemos y deseamos para poder lavarnos bien las manos.

Es el caso por ejemplo de muchos baños públicos modestos donde el grifo es tan pequeño que el agua cae prácticamente pegada al borde interno del lavabo.

Con los grifos que van instalados sobre el lavabo, y con cierta longitud del caño, se soluciona bastante bien este percance, aunque siempre es recomendable elegir uno cuya boca no haga ángulo recto respecto al caño, sino en el que esté ligeramente inclinada hacia nosotros. Así, aunque el grifo sea corto, llevará el agua hacia el centro del lavabo.

Empotradas

Sin duda de los más estéticos que hay, además de prácticos ya que liberan la encimera.

Son capaces de aportar un toque de distinción al baño, sea cual sea su estilo.

Los podemos encontrar con dos manetas independientes, una para el agua caliente y otra para la fría. También podemos verlos con la maneta independizada del caño o, por el contrario, con una placa que unifica ambos elementos.

Éste último será mucho más fácil de instalar para el fontanero, ya que no tendrá que comprobar que ambos elementos queden bien alineados en altura.

De encimera

Este tipo de grifos suele ir acompañando a un lavabo sobre encimera . Según el espacio del que dispongamos, podremos ubicarlo tras el lavabo o bien a un lado en los casos en los que el espacio sea más justo, o cuando queramos que sea bien visible.

Es importante tener en cuenta la longitud del caño, ya sea de diseño recto o curvo. Lo importante siempre será que el agua caiga en el centro del lavabo.

Griferías creativas

Y si lo que queremos es ser originales ¿por qué no invertir en el grifo?

Os aseguramos que diseñando un baño sencillo y neutro con el fin de dirigir las miradas a la grifería del lavabo, conseguiremos nuestro objetivo.

Por ejemplo, podéis optar por un grifo que emerja del techo hasta llegar a un lavabo sobre encimera, o bien que surja del suelo junto a un lavabo de pie exento.

Grifos para la ducha

Para la ducha podemos optar con grifería de superficie, empotrada o en columna.

Las de superficie suelen constar de una barra en la que se encuentran tanto las manetas como el rociador.

La empotrada tiene cada uno de los elementos instalados independientemente, sin nexo de unión visible entre ellos.

Y por último, tenemos las columnas que, además de tener lo anteriormente mencionado, cuentan también con grupo de chorritos a lo largo de ella para poder disfrutar de un masaje a base de agua.

Y para los amantes de las duchas relajantes, tenemos también a nuestra disposición el efecto agua de lluvia a base de rociadores encastrados en el techo. Todo un lujo.

Grifos para bañera

En los baños más “antiguos” la grifería de la bañera se presenta combinada junto con la de la ducha pero, en los baños de “diseñitis”, solemos ver el plato de ducha por un lado y la bañera por otro.

En ese último caso, podremos optar con grifos cuyo caño salga del suelo cuando la bañera sea exenta. Con cascada para llenar la bañera y también con rociador si se quiere. Estos grifos podremos instalarlos en la repisa de la bañera si es el caso del modelo elegido.

Y cómo no, al igual que ocurre con el resto de la grifería, también podemos comprarla para encastrar en la pared.

Grifos para el bidé

Por último, pero no por ello menos importante, nos encontramos con la grifería del bidé.

Éstos cada vez son menos utilizados, e incluso llegan a ser retirados por muchos, ya que apenas le dan utilidad, más allá de dejar encima la toalla o cualquier otro enser de baño.

Sin embargo, siguen siendo utilizados por algunas personas, y en baños grandes no se prescinde de ellos, por lo que su grifería es tan importante como las demás.

Por su tipología, lo normal es encontrarlas con la maneta incluida en el propio grifo, y es el conjunto del mismo el que podemos ver con distintos diseños.

En ocasiones los vemos con la maneta en la parte baja y en otras en la parte superior o en un lateral. También se pueden elegir con el grifo orientable y en distintos colores como en el resto de la grifería de baño.