El verde es un tono que inevitablemente asociamos a la naturaleza: es el color de los árboles, las plantas, los arbustos, las montañas cubiertas de pinos… Representa por tanto toda la fuerza de la naturaleza y se relaciona con el crecimiento y la renovación (las hojas son verdes cuando crecen de los árboles, no cuando se caen), por lo que es ideal para utilizarlo tras un trauma o depresión.
Como cualidades positivas es un color que apacigua y tranquiliza. Genera serenidad a quienes padecen desórdenes físicos (motivo por el cual muchos hospitales se han pintado tradicionalmente en tonos verdes) y equilibra la psique. Además, neutraliza las corrientes telúricas (corrientes eléctricas que se mueven bajo tierra o a través del océano y que no son positivas para el Feng Shui) y armoniza el ambiente hogareño.
Como cualidades negativas en cambio puede asociarse a la envidia, los celos, la inmadurez, y en ciertas ocasiones a la enfermedad, cuando nuestra piel muta de color (a veces más amarillo, a veces más verde). No debemos utilizarlo en lugares donde el crecimiento no es deseable (por ejemplo en dormitorios de pacientes con cáncer).
En Feng Shui, el color verde favorece el crecimiento de proyectos que empiezan, por lo que es idea para zonas como el estudio, bibliotecas, y también para los cuartos de los niños, no sólo porque son seres humanos en crecimiento 😉 sino también porque el verde relaja y protege contra los terrores nocturnos. También restablece la energía en personas con trastornos del sueño y mitiga las pesadillas. A nivel de salud es bueno para afecciones intestinales, estomacales, biliares, hepáticas, digestivas y ováricas.
A la hora de aplicarlo a la decoración, es muy adecuado para el baño y perfecto para usar en textiles (cortinas, alfombras, cojines) o en cuadros. En su variante más viva (verde manzana) transmite energía (aunque hay que evitar utilizarlo en exceso para no sobreexcitar); en su variante pastel (verde agua, verdes claros), tranquilidad, calma y armonía interior, y en su versión más oscura (verdes oscuros casi negros), evoca el interior y la oscuridad, por lo que puede deprimir o debilitar.
Tip para decorar: El verde manzana queda especialmente bien combinado con el blanco nieve y/o su complementario: el morado. El verde agua es ideal para el estilo Shabby Chic, ya sea sólo o sobre todo combinado con tonos lavanda o malvas suaves. Y si te gusta el verde oscuro, céntralo en el baño, porque en un salón o una zona donde pasamos mucho tiempo puede llegar a agobiar.
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Hace unas semanas atrás, ignoraba el hecho de la espiritualidad y las energías que están a mi alrrededor, siempre me sentía cansada, abatida y con malas ganas en todo lo que hacia, pero los consejos del Feng shiu me han abierto la mentalidad y me han cambiado mis malos hábitos y sacado de mi zona de confort. Me han ayudado a decorar la casa con ambiente natural y las posiciones donde atrae las buenas vibraciones, muy buenos tus tips. saludo.