El minimalismo es un estilo decorativo que apuesta por la sobriedad, la pureza de líneas y la ausencia de elementos prescindibles (“menos es más”), adoptando un enfoque sobrio y reducido a lo básico en lo que a decoración se refiere.
Dentro de este estilo hoy queremos centrarnos en uno de sus elementos clave: las puertas minimalistas ocultas en la pared, que consiguen integrarse completamente en la arquitectura.
Este tipo de puerta se caracteriza por la ausencia aparente de marco y anclaje mediante bisagra oculta o colgada mediante carril, de modo que a la vista solo percibimos su contorno lineal de manera muy sutil.
Por su origen arquitectónico, este tipo de cerramiento se basa en la pureza formal y material. Sin embargo, el singular efecto visual que este tipo de puertas minimalistas crean en un espacio, las ha convertido en un elemento recurrente adoptado también por otros estilos decorativos, conservando su diseño formal pero variando hasta el infinito su acabado estético.
Veamos qué factores determinan un resultado final u otro para este tipo de puertas.
Revestimiento
La innovación a lo largo del tiempo ha propiciado la creación de variantes muy diversas de las puertas ocultas que destacan por originales revestimientos de papel pintado, chapas de madera y metal, molduras o microcemento, que les permiten integrarse en diferentes contextos y atmósferas.
La idea en estos casos es que la puerta se revista del mismo material que la pared, jugando incluso con su continuidad en las líneas y dibujos que éstas formen, integrándose completamente en el ambiente y pasando totalmente desapercibida.
¿Tirador sí o no?
Otro elemento interesante a la hora de optar por puertas ocultas es la presencia o ausencia de tiradores, pomos y picaportes que consigan esconder en mayor o menor medida un baño en suite, una salida al comedor desde la cocina o una división de zonas colectivas de áreas más privadas.
Los tiradores completamente mimetizados con el ambiente son especialmente efectivos si buscamos maximizar visualmente el espacio en estudios o pequeños apartamentos, en los cuales resulta vital aprovechar cada centímetro y conseguir ambientes visualmente amplios y despejados. Para conseguir mimetizar al máximo este tipo de puertas, se puede colocar un tirador similar al de algún armario de la estancia, optar por una puerta pivotante que se abra simplemente al empujar, optar por un picaporte del mismo color que la puerta o bien elegirlo de pequeño tamaño para que quede lo más desapercibido posible.
Despieces del revestimiento
Dado que el contorno de una puerta oculta es mínimo pero ligeramente visible, podemos sacarle un mayor partido a su diseño si jugamos con los despieces de su revestimientos y del de la pared donde la vayamos a integrar. Cuanto más geométrico sea su despiece más contribuiremos a que dicha puerta pase desapercibida.
Sistemas de anclaje
El efecto sorpresa se multiplica según el tipo de sistema de cuelgue o anclaje que elijamos para nuestra puerta minimalista oculta.
Si dentro del diseño optamos por un mayor aprovechamiento del espacio, una puerta abatible mediante bisagra oculta es nuestra mejor opción. Si por el contrario disponemos de una gran amplitud, podemos optar por una puerta pivotante.
Como se puede apreciar, las puertas minimalistas ocultas en la pared no son sólo una cuestión de estilo sino que contribuyen también a un mejor aprovechamiento del espacio.
Aquí dejamos algún ejemplo más de su integración en el hogar para aquellos que estéis pensando en una reforma moderna para vuestro hogar, oficina o local.
Vía: pinterest.com
Buen y largo artículo! muy trabajado, felicidades. Me encanta decofilia
Muchas gracias Juan, lectores como tú son los que nos hacen seguir cada día 🙂
En la puertas que no se ve la cerradura, ¿Cómo es el sistema?
Bdias, dónde puedo conseguir una puerta como esta, es de paso de salón a dormitorio y no quiero que se perciba desde el salón.
El artículo buenísimo.Muchas gracias.
Gracias Inma, nos alegra que te guste.
Este tipo de puertas, más que “conseguirlas” en algún lado las hacen los oficios a medida, porque tienen que ir de suelo a techo y recubrirlas del mismo tono o material que la pared.
Así que en este caso simplemente indícale lo que quieres al que te haga la obra y ellos se encargan (intervendrá sólo el carpintero o bien carpintero/lacador/pintor según sea el acabado).
Un saludo,
Eva