Las viviendas con suelos de madera tienen sin duda un toque especial que difícilmente pueden conseguir otros materiales.
La calidez que transmiten es única y pueden casar perfectamente con cualquier estilo decorativo.
Sin embargo, cuando hablamos de suelos de madera en realidad usamos un término muy genérico, ya que a veces entendemos por madera lo que no es tal, y además existen diferentes alternativas que es necesario conocer y tener en cuenta.
Una madera auténtica da más categoría a una vivienda y sube su valor más que sus diversas imitaciones.
Sin embargo, en ocasiones puede ser poco práctica y desde luego resulta más cara y el presupuesto afectará a la estética (a mayor precio, menos nudos y lamas más anchas).
Así que en este post vamos a conocer un poco los pavimentos de madera y asimilados para que tengas todas las opciones a tu disposición.
Tipos de suelos de madera y derivados
Parquet
Se denomina parquet a todo revestimiento de suelo de madera con una capa superior de un grosor de 2,5mm y para su fabricación se emplean maderas nobles como el roble, nogal o haya.
A nivel común solemos asociar el parquet con un tipo de pavimento que se forma a base de tablillas de madera (habitualmente de 1cm de grosor y unos 45cm de largo como máximo), típica de los suelos de damero o en espiga, pero se podría denominar parquet a cualquier pavimento con la capa superior de madera maciza.
Una vez colocado, es bastante silencioso al pisarlo, ya que normalmente se instala con encolado.
Eso sí, pasado un tiempo hay que acuchillar y lijar el parquet para recuperar su esplendor.
Parquet multicapa
Es un material formado a base de varias capas de diferentes maderas.
De arriba abajo encontramos una primera capa de acabado que según la marca puede tener hasta siete capas de laca y agua para proteger el suelo del desgaste, o bien dos capas de aceite que dan aspecto de madera auténtica con efecto mate.
Si seguimos bajando encontramos la segunda capa que es la madera maciza (en este punto hay marcas que añaden una capa extra que admite lijado).
Mas abajo tenemos la capa núcleo que aporta estabilidad y durabilidad.
Finalmente tenemos la capa base que suele ser de pino. Está concebida como un refuerzo y evita que el suelo llegue a deformarse.
Laminado
Este material está formado por capas sintéticas o de derivados de la madera, con una capa visible que imita a la madera (pero que no lo es).
Si analizamos sus diferentes capas vemos una capa plástica exterior transparente cuya principal función es la de proteger del desgaste y demás impactos.
Esta capar tiene un acabado texturado que simula el acabado que se quiere emular, como suele ser la madera.
Un nivel más abajo se encuentra la “imagen del suelo”. Es decir, una fotografía de alta resolución del material al que se quiere imitar, con una resina de melamina.
Cuanta más calidad aporte el fabricante, más parecida será a la realidad, pudiendo encontrar verdaderas obras de arte por su parecido tan real.
Continuamos bajando capas y nos encontramos con el núcleo, que está formado por un panel HDF (fibra de alta densidad). Éste da estabilidad y resiste la humedad.
Y por último tenemos la capa de refuerzo que es la base de este suelo.
Tarima flotante
El término “flotante” hace referencia sobre todo a la colocación: estamos hablando de un parquet cuya instalación se realiza sin pegar al suelo, de ahí el termino flotante.
Es de madera natural y lo más llamativo es su sonido, tan propio de la madera. Por ello es importante tener en cuenta que las pisadas se escuchan, aunque realmente ahí radica su encanto.
Eso sí, es un error denominar “tarima flotante” a un suelo laminado, puesto que el término “tarima” hace referencia exclusivamente a la madera como material.
Se puede instalar con lamas machihembradas sobre rastreles de madera de menor calidad. Este sistema aumenta la altura del suelo unos 4cm.
Otro sistema de instalación es directamente sobre el suelo, sin rastreles ni cola, fijando únicamente el perímetro.
Con el paso del tiempo suele sufrir desgaste por arañazos y golpes, por lo que es necesario acuhillarlo.
Como veis, tanto la tarima flotante como el parquet necesitan ser acuchillados para su perfecto mantenimiento.
¿Qué significa acuchillar?
Cuando un suelo de madera es de calidad, es cuando se recomienda acuchillar el suelo para posteriormente barnizarlo. Esto se suele hacer aproximadamente al transcurrir una década.
Con este proceso lo que se consigue es reparar las imperfecciones que hayan podido salir a lo largo de esos diez años, como por ejemplo golpes, arañazos, manchas de humedad o de color provocadas por el sol.
El objetivo es recuperar la viveza que tuvo el suelo en origen. El cambio es espectacular y merece la pena realizarlo, ya que el aspecto general del interior en cuestión vuelve a cobrar vida.
¿Qué pasos requiere el acuchillado?
Lijado
Mediante lijas de diferente grano, se elimina el desgaste del suelo, empezando por las lijas más gruesas y terminando por las finas al finalizar el proceso para obtener una superficie lisa y suave.
Empastado o rellenado
Necesario en aquellos suelos que hayan sufrido un mayor desgaste y cuenten con grietas o fisuras profundas. Antes de empastar, será necesario lijar y limpiar la zona.
Barnizado, ya sea con barniz o con aceite
Esta es la última fase del acuchillado y se puede realizar con barniz o con aceite.
El aceite permite reparar con mayor facilidad arañazos pequeños o impactos, sin necesidad de tener que reparar toda la superficie.
Sin embargo, cuando se elige aceite hay que tener en cuenta que requiere algo más cuidado, por lo que hay que tratarlo con más frecuencia, una o dos veces al año, para que siga siendo efectivo.
El barniz en cambio no necesita ser renovado con el transcurso de los años, pero, en el caso de que el suelo haya sufrido algún impacto importante, para tratarlo habrá que retirar el barniz por completo para después volver a aplicarlo.
Con el aceite conseguimos un tacto de madera más pronunciado y un look mate al tiempo que se oscurece, mientras que con el barniz obtenemos un acabado suave que puede ser brillo, mate o satinado.
Una vez vistos los tipos de suelo de madera y sus derivados, así como el tratamiento para acuchillar el parquet y las diferencias entre barniz y aceite ¿Con qué opción te quedas?
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Un saludo
Este tipo de suelos generan mucha confusión entre los clientes.
Parquet, laminado, tarima… Mucha gente utiliza estos términos como si fueran sinónimos, cuando no tienen nada que ver.
La próxima vez que alguien me pregunte les enseñaré vuestro artículo;)
Muchas gracias Lucía, la verdad es que sí, son términos que la gente confunde muy a menudo 🙂
Saludos,
Eva