Poder trabajar como interiorista cuando uno termina de estudiar diseño de interiores suele ser una incógnita antes siquiera de plantearse elegir escuela.
En estos casos, a muchos les asalta la duda: ¿podré trabajar de lo mío cuando termine?
Es cierto que el interiorismo, a día de hoy, es un mercado saturado, con numerosos estudios de interiorismo, profesionales autónomos o incluso cientos de cuentas online que ofrecen todo tipo de asesorías decorativas.
Y es cierto también que, en general, cada año salen más graduados de lo que aparentemente necesita el mercado, por lo que muchos interioristas que desean trabajar por cuenta ajena acaban por hacerlo en campos bastante alejados de su profesión.
Así que vamos a poner algo de luz en el asunto para explorar todas las posibilidades que ofrece esta profesión y no quedarte únicamente en el consabido puesto secundario en un estudio.
¿Por cuenta propia o ajena?
Ésta es la primera opción a plantearse y no es poca cosa… Toda opción tiene sus pros y sus contras y hay que valorar lo que cada uno busca y a qué está dispuesto a renunciar para ello.
Trabajar por cuenta ajena
Trabajar para una empresa sin duda te dará más estabilidad (al menos sabes que cobrarás a final de mes mientras dure) y te permitirá aprender y coger experiencia sin asumir responsabilidades frente al cliente (eso lo hará tu jefe).
Además, tendrás un horario fijo (en principio) por lo que podrás organizar el resto de tu vida como mejor convenga.
Y los fines de semana (en principio) siempre los tendrás libres. Salvo que trabajes en tienda o en algún estudio en el que haya que echar más horas que un reloj, lo normal es que desconectes el viernes, y hasta el lunes ciao.
A cambio, dependiendo de dónde entres, puede que te quemes enseguida si te tienen siempre haciendo el mismo trabajo (ej. planos) o tareas que no te competen (ej. reclamando cobros).
Y por supuesto, siempre dependerás de un jefe que te dirá lo que puedes o no hacer, cómo hacerlo y/o en qué áreas centrarte, que muchas veces no son las a ti te gustaría (normalmente diseñar).
Además, el sueldo es el que es (no muy alto si tienes poca experiencia) y tendrás poca flexibilidad de horario
Trabajar por cuenta propia
Sin duda es más gratificante a nivel personal pero te obligará a convivir con la incertidumbre día a día.
El interiorismo entendido como proyecto integral no es un tipo de trabajo recurrente, como sí lo es una gestoría que presenta cada trimestre los impuestos, y por tanto, una vez has terminado con un cliente, en muchos casos no les volverás a ver.
Como mucho te puede recomendar a otro en algún momento o le puedes hacer algún proyecto de una segunda vivienda, pero eso no suele ocurrir de forma inmediata sino al cabo de un tiempo y además es incontrolable (puede que sí, puede que no).
Por tanto, el trabajo te requerirá conseguir nuevos clientes cada día a menos que se te ocurra un modo de convertir tu servicio en recurrente (por ejemplo, una asesoría decorativa mensual, un mantenimiento en el caso de un servicio de organización, etc.) pero siempre serán temas puntuales y de escasa entidad.
Además, trabajar por cuenta propia requiere tener un mínimo colchón. Primero necesitas hacer frente a una inversión inicial (ordenador, página web, etc.)
Luego tendrás que pagar gastos fijos todos los meses (gestoría, suministros, alquiler de local si lo tienes, mantenimiento web, etc.)
Y por último habrá gastos variables, como impuestos (de Hacienda no se salva nadie) o gastos publicitarios que hay que tener en cuenta si te quieres dar a conocer.
Además, sobre todo al principio, olvídate de fines de semana o vacaciones. Si no trabajas, no cobras, y siempre hay muchísimo que hacer, así que deberás estar preparado para trabajar mucho más que por cuenta ajena.
A cambio tendrás libertad en todos los sentidos, y eso, amigos, no tiene precio: libertad de horarios (trabajas mucho pero si te tienes que tomar una mañana entre semana, te la tomas), no rindes cuentas más que a ti mismo (aunque en el fondo tu cliente sea el jefe), puedes tomar las decisiones que quieras respecto a tu negocio y llevarlo por donde tú quieras.
¿Estudio convencional u otras alternativas?
Otra decisión a tomar, tanto en trabajo por cuenta ajena como propio, será si trabajar en (o montar un) estudio de diseño de interiores convencional, generalista, con sus clásicos proyectos de reforma y amueblamiento, o enfocarte hacia otros campos.
Estudio convencional
El mercado de estudios de interiorismo está muy saturado, aunque tiene la ventaja de que ves el diseño de principio a fin de forma más completa que enfocándote sólo en un área.
Dentro de los estudios de interiorismo además los hay que se especializan en el mercado residencial (viviendas) o en el comercial (restaurantes, hoteles, farmacias, peluquerías, cualquier local en general).
Lo primero es más sencillo (si estás empezando, igual te resulta más fácil por ahí) pero lo segundo sin duda es más creativo y, en general, suele ser más rentable (los clientes deciden rápido, se dejan aconsejar con más facilidad y quieren terminar lo antes posible porque le va en ello su pan, a diferencia de las viviendas donde el cliente se lo toma con toda la calma del mundo).
Eso sí, si te planteas un estudio por cuenta propia en una gran ciudad, a menos que tengas un buen colchón inicial te recomiendo empezar en algún coworking (muchos interioristas incluso trabajan en casa, ya que la mayoría realiza visitas a domicilio cuando le llama un cliente) para evitar los altos costes fijos de un local nada más empezar.
Tienda de mobiliario y decoración
Es uno de los campos donde más fácil es conseguir un puesto por cuenta ajena si es lo que buscas, ya que existen cientos de tiendas de cocinas, muebles o decoración que necesitan dependientes especializados, desde IKEA a marcas italianas de alto nivel.
El mayor problema de este tipo de trabajos está en los horarios (y a veces en el sueldo, según la tienda), ya que suelen estar marcados por el horario habitual, dejando mucho espacio libre a mediodía a costa de terminar tarde y trabajar sábados y/o domingos alternos, con lo que si buscas conciliación, te será difícil a menos que trabajes a tiempo parcial.
Por su parte, si deseas trabajar por cuenta propia en este campo, deberás hacer una buena inversión inicial (local con dimensiones mínimas, compra de mobiliario para vestir la tienda, sistema de pagos, etc.) además de tener que contratar al personal que la atienda a menos que lo hagas tú mismo (con horarios sacrificados), por lo que no es una opción válida para todos los bolsillos.
Otras opciones
En cualquier caso, dada la saturación y la dificultad por sobresalir en el mundo de los estudios de interiorismo convencionales, quizás te convenga especializarte o enfocarte en un nicho concreto e ir a por él.
Es cierto que por cuenta ajena te será más difícil (no depende de ti, sino de que te contraten) pero si decides trabajar por cuenta propia, como todo está por hacer, podrás elegir.
Entre los campos alternativos al interiorismo profesional encontrarás los siguientes:
Estilista
Trabajan creando escenas específicas con diversos complementos decorativos y pueden actuar en muchos campos, fundamentalmente el editorial (revistas de decoración, fotografía, etc.), pero también el publicitario (anuncios, catálogos de producto relacionado con el hogar, webs, etc.)
Infografista
Las infografías 3D son la principal herramienta para vender y el estudio de interiorismo que no las utilice se queda claramente atrás.
Muchos estudios contratan infografistas propios para tenerlos en plantilla, por lo que si buscas trabajo por cuenta ajena ésta puede ser una opción interesante, ya que muchos dueños de estudios (en particular los de más edad) no manejan estas herramientas.
Pero también puedes trabajar por cuenta propia como profesional, ya que en muchos casos este trabajo se subcontrata a freelances. Si además acabas creando una buena relación con los estudios que te subcontraten, tendrás trabajo recurrente de unos y de otros.
Eso sí, hacer buenas infografías no es fácil y requiere tiempo y formación, así que deberás especializarte y practicar mucho antes de decidirte por esta rama.
Organizador de espacios
Se centran en ordenar armarios y espacios de almacenamiento, normalmente en hogares (seguro que te suena Marie Kondo como máximo exponente).
Es un nicho curioso, aunque también empieza a saturarse, dada la cantidad de organizadoras que existen actualmente, pero dependiendo del mercado aún puede tener interés.
Homestager
Se dedican específicamente a preparar casas fundamentalmente para la venta con el fin de conseguir una operación más rápida y a mejor precio.
Es una salida interesante y que ayudaría realmente al propietario, con efectos probados. El inconveniente es que los vendedores particulares son un mercado difícil, al resistirse mucho a invertir en una propiedad de la que desean deshacerse y no ser conscientes del efecto positivo a nivel de rentabilidad hasta que se cierra la operación, por lo que si ésta es tu opción deberás armarte de paciencia para realizar una labor pedagógica a veces extenuante.
Diseñador de eventos
Este tipo de profesionales se ocupan de diseñar espacios para eventos concretos (showrooms, fiestas, pop-ups, etc.) como ejemplo perfecto de interiorismo efímero.
Un campo bonito y variado por la cantidad de eventos diferentes que pueden surgir, aunque estresante y normalmente basado en opciones low-cost.
Escaparatista
Se dedican a diseñar escaparates para múltiples tipos de tiendas. Una profesión igualmente variada y bonita, además de recurrente una vez consigues al cliente.
Puede ser muy rentable si se consigue trabajar para cadenas del sector del lujo (Loewe, etc.) o para grandes grupos con inmuebles dispersos a nivel local, nacional o internacional (Zara Home, etc.)
Diseñador de stands
Aunque la pandemia ha dejado a este sector para el arrastre (las ferias han estado dos años paralizadas y aunque han vuelto a la normalidad, aún no han recuperado las cifras de expositores y asistentes), el mercado del diseño de stands resulta muy interesante.
Eso sí, no es fácil para alguien sin experiencia, fundamentalmente por la cambiante normativa entre unas ferias u otras y unos países u otros (muchos materiales o diseños simplemente no se pueden llevar a cabo por requerimientos de la feria en cuestión), y puede resultar estresante en el momento de la ejecución (el montaje), pero se puede vivir muy bien si se consigue un nombre en el sector o se realizan stands para grandes marcas.
Escenografista
El mundo del teatro, el cine y la televisión necesitan profesionales capaces de recrear espacios interiores de muy diversos tipos y épocas, por lo que este campo puede ser muy interesante, aunque no es un mundo fácil de entrar.
Diseñador de yates
Un trabajo muy de nicho pero a la vez con poca competencia, el diseño interior de yates puede ser una ocupación muy rentable si uno se hace un nombre, dada la capacidad económica de sus clientes.
Un sector curioso y específico en el que, al igual que con el diseño de stands, tendrás que formarte o experimentar de forma específica por sus peculiares características.
Otras ocupaciones
Existen opciones alternativas menos conocidas para trabajar como interiorista pero no por ello menos interesantes.
Una opción por ejemplo es el diseño de videojuegos… A veces necesitan recrear ambientes interiores y los programadores, que saben programar pero no diseñar, no saben cómo vestirlos.
También puede uno especializarse en el diseño corporativo o de oficinas, incluyendo el diseño gráfico que muchas veces lo acompaña.
El diseño de escape rooms puede ser otra opción, ya que requieren también recrear distintos ambientes de la forma más real posible, aunque con la pandemia también han caído muchos de estos espacios.
Otra opción es enfocarte a un área concreta del interiorismo, como la iluminación o los textiles. De hecho, muchos estudios colaboran con partners lumínicos en sus proyectos (pues es una disciplina algo especializada, sobre todo en entornos comerciales) y también existen empresas de telas que contratan diseñadores textiles.
Los servicios online (asesorías de amueblamiento y decoración a distancia, estudios de distribución, consultas concretas) es otro de los campos a los que uno puede dedicarse, con la ventaja de ahorro de costes físicos (local, etc.)
Por último, la formación en interiorismo y decoración es otro de los campos donde uno puede acabar recayendo, aunque obviamente no podrás empezar a formar hasta que tengas la experiencia suficiente para dar clase en algún campo concreto. Hasta entonces (y en realidad toda la vida), te tocará lo contrario, formarte para conseguirla 🙂
Un consejo de última hora
Elena y yo llevamos 12 años con nuestro estudio de interiorismo desde que decidimos tirarnos a la piscina y abrirlo allá por 2010, en plena crisis inmobiliaria.
Te aseguro que salir adelante no es fácil, especialmente si lo haces sin padrinos y con recursos escasos. Por el camino hemos cometido miles de errores en los que no deberíamos haber caído si alguien nos hubiera explicado cómo hacerlo, así que te aconsejamos que antes de lanzarte te asesores con gente que esté activa en el sector.
Y si quieres trabajar por tu propia, te adelantamos desde ya que para este próximo otoño abriremos en nuestra plataforma de formación un espacio PRO con uno de los programas más interesantes que tenemos: CÓMO MONTAR UN ESTUDIO DE INTERIORISMO, válido también para ejercer como autónomo en múltiples campos dentro de esta profesión.
Un curso que dábamos ya hace años de forma presencial y ahora pasamos al online (de hecho, una de las cosas que más nos enorgullecen es ver cómo algunas alumnas acabaron montando su estudio y hoy siguen viento en popa, como las gallegas de DecoriaStudio o nuestra querida Victoria, del estudio VictoriaInteriors en Barcelona.
En el curso, muy enfocado a la práctica y plagado de ejemplos y experiencias propias que hemos tenido, abarcaremos a lo largo de 10 módulos completos temas como impuestos, empezar o no con socios, gastos e ingresos en los que vamos a incurrir, cómo determinar nuestros honorarios, qué tipos de clientes te vas a encontrar y cómo llevarlos a tu terreno, cómo funciona todo el entramado de proveedores en esta profesión (funcionamiento, comisiones, etc.), ferias mejores y peores, timos en los que no debéis caer, opciones de marketing tanto offline como online que funcionan y otras que no, formas de darte a conocer y conseguir ingresos alternativos, mil y un consejos y sugerencias prácticas y varias herramientas que usamos en el día a día para el trabajo. Algo que NADIE te enseña cuando estudias en escuelas de grado y Másters y que nos parece esencial para sobrevivir ahí fuera.
Si esta opción te interesara, escríbenos por favor a info@decofilia.com para enviarte la información necesaria y apuntarte sin ningún compromiso a la lista de espera (todos los que se apunten antes del 30 de junio tendrán un 20% de descuento en el precio del curso).
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