Aunque no conozcas su nombre o su historia, seguro que lo has visto infinidad de veces en la decoración de salones de todo tipo de viviendas y locales: Se trata del Chester (abreviatura española del sofá Chesterfield), todo un icono del estilo clásico inglés.
El origen del Chester, sofá clásico inglés por excelencia, se remonta a principios del siglo XIX cuando se empleó para ambientar los exclusivos clubs sociales londinenses en los que sólo se permitía la entrada a los hombres. Posteriormente pasó a los salones y estancias de las viviendas de la alta sociedad británica, y de ahí se popularizó hasta convertirse en uno de los símbolos más destacados de la decoración británica de todos los tiempos.
Aunque existen varias versiones al respecto, cuenta la leyenda que su nombre se debe al IV conde de Chesterfield, Philip Dormer Stanhope, quien encargó a un ebanista local la fabricación de un sillón duro y robusto, con brazos y respaldo a la misma altura, para obligar a sentarse recto a su personal de servicio, de modo que su postura y uniformes lucieran de acuerdo a los cánones de estilo de la época. Según se cuenta, en su lecho de muerte, la últimas palabras del Conde dirigidas a su lacayo fueron “Please, give a seat to Mr. Dayrolles” (por favor, dé asiento al Sr. Dayrolles), un joven diplomático, protegido y ahijado del Conde. El lacayo, en parte cansado de la rigidez del sillón y en parte interpretando las últimas palabras de su señor al pie de la letra, obligó al diplomático a llevarse el sillón consigo a casa.
La admiración por parte del entorno del diplomático hizo que se multiplicaran los encargos de esta pieza y así de su origen aristocrático pasó a la burguesía y a la clase pudiente como símbolo de distinción y estatus social, convirtiéndose en un imprescindible de los elitistas clubs masculinos, banqueros, despachos de abogados y nuevos ricos de la Inglaterra Victoriana.
El sillón, un objeto de perfecta pureza, en cuero marrón salpicado con grandes y profundos botones, al que el paso del tiempo sólo le aporta un mayor atractivo, acabó fabricándose pronto en versión sofá, sobreviviendo a lo largo de los siglos y extendiendo su influjo a nivel mundial primero en las colonias inglesas gracias a los oficiales de la Armada británica y después en la alta sociedad americana como vestigio nostálgico de su madre patria.
El Chester ha permanecido intemporal a lo largo de los años, a pesar de haber evolucionado a modelos y colores más acordes a los tiempos, pero siempre con una clara inspiración al original. Sus patas cortas, sus brazos torneados y el capitoné del tapizado con botones cosidos a mano son sus principales señas de identidad.
Hoy en día además, con el auge de los estilos retro, vintage y British, está viviendo una segunda edad dorada, encontrándose fuera de los ambientes clásicos y combinando perfectamente con estilos contemporáneos. Muy presente en la decoración de locales de todo tipo, hoy puede encontrarse en versiones coloristas (rojos, morados o fucsias), en tapizados de tela o terciopelo y en imitaciones de todas clases.
Vía: pinterest.com
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Hola Luz,
Lamentablemente nosotros no vendemos ningún tipo de producto ni tenemos tienda online. Sólo tratamos de inspirar a la gente y que aprenda a decorar por sí misma, y por tanto no puedo darte precios ni solicitar pedidos. ¡Ya lo siento!
Un saludo,
Eva