Uno de los quebraderos de cabeza más comunes de los padres a la hora de decorar una habitación infantil es cómo hacerlo para que perdure en el tiempo, es decir, sin que haya que cambiar la decoración a medida que crecen.
Poner muebles infantiles (sillas, camas o escritorios pequeños) puede resultar caro si al poco tiempo hay que cambiarlos por otros más grandes.
Sin embargo, existe una solución muy interesante, sencilla y económica para crear espacios de cuento sin que resulte un problema evolucionar: los vinilos decorativos. Sí, sí, esos adhesivos que ponemos en las paredes para darles alegría o color.
Como única condición para usar este tipo de vinilos es tener una pared lisa, limpia y seca
La ventaja de los vinilos infantiles actuales, a diferencia de los que se comercializaban hace una década, es que muchos son lavables y no dejan residuos al retirarlos, de forma que no supondrá un drama eliminar esa manchita que ha dejado el peque o cambiarlos de un año para otro si así lo queremos.
Además, han evolucionado mucho en cuanto a diseños y colores, pudiendo personalizarlos tanto en medida como en diseño o color para que encajen a la perfección en la habitación, consiguiendo dormitorios infantiles de ensueño donde los más pequeños se sentirán en su propio refugio.
Si desconoces este mundo y dudas sobre cómo decorar el dormitorio de tus hijos, a continuación te guiamos por las categorías más comunes para que puedas inspirarte. ¡Vamos a ello!
Naturaleza
A los niños les encanta la naturaleza, los parques, los árboles y salir a jugar al aire libre. Por eso, los vinilos infantiles que emulan la creación de un bosque en una pared son de los más demandados.
Abetos, palmeras o bosques de bambú (especialmente si les acompaña un oso Panda) pueblan las habitaciones infantiles haciendo las delicias de los más pequeños.
También los bosques basados en troncos altos tienen mucha aceptación, además de quedar muy elegantes estéticamente.
Para darles un toque de vida, estos troncos suelen ir acompañados de pájaros, hojitas sueltas o koalas que añaden dinamismo y evitan esa sensación de repetición.
Ya sin llegar a crear bosques enteros, la proliferación de motivos de suelo como setas, champiñones o plantitas permiten decorar la parte inferior de las paredes o comenzar sobre un zócalo sin tener que llegar al techo.
Por último, los árboles llenos de hojas o flores, también imprimen mucho movimiento a la pared, a la vez que transmiten una etérea sensación de paz.
Un efecto decorativo muy curioso cuando utilices vinilos decorativos con flores, es destinar algunos adhesivos a pegarlos sobre los muebles, generando la falsa sensación de un árbol en movimiento. ¡Pruébalo, verás como sorprendes!
Bebés
Existen vinilos infantiles para todas las edades, desde los más pequeños a los adolescentes.
Los vinilos para los más pequeñines suelen tener colores suaves y motivos recurrentes, como nubes, estrellitas, globos, ositos o bailarinas.
Muchos de estos vinilos pueden personalizarse solicitando a medida el nombre el peque.
Medidores
A medida que van creciendo, y como lo hacen tan deprisa, una idea tanto práctica como decorativa es disponer de un vinilo medidor para que vayan viendo cómo escalan posiciones 😊.
Este tipo de vinilos infantiles pueden utilizar motivos genéricos suaves, como árboles o estrellas, u optar por opciones más coloristas para darle alegría a la habitación.
También pueden personalizarse con el nombre del peque y su deporte favorito:
Mapamundis
Para los más mayorcitos, los vinilos de Mapamundi suelen tener muchísima aceptación.
Los hay genéricos, con el mapa del mundo desplegado, o dinámicos, que evolucionan con el tiempo, gracias a unas pegatinas adicionales que los chicos pueden ir poniendo a medida que van visitando países.
Muchas veces este tipo de vinilos les acompañan hasta la vida adulta, pues viajar es una pasión que crece con la edad 🙂
Puntos, bodoques y estrellas
Si no te atreves a utilizar vinilos figurativos, siempre puedes decantarte por los motivos más sencillos, como puntos y bodoques, que puedes colocar a tu libre albedrío y que en general permiten crear habitaciones infantiles elegantes y llenas de encanto.
Dentro de esta gama los hay en formato mini y color negro, a modo de pequeños puntitos, ideales para estilos escandinavos.
También los tienes más grandes y de color, ya sea en versión monocromo o combinando dos o tres colores.
Por último, los hay que llevan una pátina dorada y que permiten darle al dormitorio infantil, especialmente al femenino, un efecto princesa con un toque de glamour.
Las estrellas también son un motivo recurrente, quizás porque suelen generar fascinación en los niños.
Las hay de distintos tamaños y colores, y se pueden colocar sueltas o en combinación con topitos y bodoques sobre una pared azul oscuro para simular un cielo de noche.
Otros motivos
Si aún buscas más opciones o algo que se salga de la norma, también existen multitud de motivos originales.
Por ejemplo, puedes optar por una combinación de calaveras con parches y pañuelos para los amantes de las pelis de piratas o bien por motivos espaciales para los que quieren ser astronautas.
También puedes elegir simplemente el nombre del peque en grandes dimensiones como cabecero de cama o acompañado de motivos gráficos que lo acompañen.
Para los amantes de la lectura, también existen colecciones que tienen al Principito como protagonista.
Y finalmente, otros motivos, como ojitos cerrados, animales muy del gusto de los más pequeños como elefantes o búhos, así como pequeños robots harán del dormitorio infantil un espacio más feliz.
Como ves, la evolución de los vinilos infantiles y la gran variedad que puedes encontrar en el mercado hacen de esta opción una de las más decorativas y originales para vestir la habitación de tus niños. ¡Ya verás sus caritas cuando los pongas!
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Vía: pinterest.com