¿Andas metido en obras? En este caso, sin duda te habrás planteado qué suelo poner, si un laminado, una madera natural o un azulejo imitación madera.
La madera es, sin duda, uno de los materiales más apreciados en el diseño de interiores. Aporta calidez, elegancia y una conexión natural con el entorno. Sin embargo, su precio y el mantenimiento que requiere a lo largo de los años suele ser su principal desventaja, especialmente en áreas con alta humedad, fuertes cambios de temperatura, presencia de mascotas o tráfico intenso.
El suelo laminado por su parte es la opción más barata, tanto en coste de material como de instalación, pero no deja de estar exento de problemas (el 90% de los modelos sufre si le cae agua o se friega con una fregona muy húmeda suele abombarse o levantarse, pues aunque la lámina superior es plástica, por dentro no deja de ser un derivado de la madera).
Por todo ello, es por lo que el azulejo imitación madera se ha convertido en una de las opciones más populares y prácticas a la hora de cubrir el suelo de la casa, pues aúnan el aspecto atractivo de la madera sin las desventajas asociadas a su mantenimiento.
¿Quieres saberlo todo sobre este material? ¡Pues vamos allá!
¿Qué es un azulejo imitación madera?
Los azulejos que imitan a la madera son baldosas fabricadas en materiales cerámicos o porcelánicos que replican de manera muy realista el aspecto y la textura de la madera natural.
Estos azulejos consiguen replicar diferentes tipos de madera a través de avanzadas técnicas de impresión digital, obteniendo las texturas y tonalidades del roble o del nogal, pasando por todo tipo de maderas exóticas como la teca o el wengué, con un nivel de detalle sorprendente.
Antiguamente las baldosas cerámicas solían venderse en formatos cuadrados o rectangulares, motivo por el cual no existían azulejos de imitación a la madera. Sin embargo, a día de hoy, la posibilidad de fabricar formatos en forma de lamas de distintos grosores y longitud, hace que su apariencia sea muy similar a la de un suelo de madera natural.
Ventajas de los azulejos imitación madera
Los azulejos que imitan la madera no solo son sumamente estéticos, sino que también presentan múltiples ventajas a nivel práctico que los convierten en la elección perfecta para cualquier espacio
Veamos sus principales ventajas:
1. Resistencia y durabilidad
A diferencia de la madera natural, los azulejos cerámicos son altamente resistentes al desgaste, arañazos, manchas y humedad.
Esto los hace especialmente adecuados para áreas como baños, cocinas o exteriores, donde la exposición al agua y la humedad es constante, así como para pisos de alquiler o con mascotas donde el desgaste puede ser importante.
2. Mantenimiento sencillo
La madera natural requiere un mantenimiento regular, como el barnizado o tratamientos especiales para evitar el deterioro.
Un azulejo imitación madera, en cambio, solo requiere una limpieza básica con agua y jabón, lo que simplifica mucho su cuidado a largo plazo, especialmente en aquellas piezas que imitan a listones, mucho más fáciles de limpiar si se colocaran en madera.
3. Buen conductor del calor
Si en tu casa vas a instalar suelo radiante (una opción cada vez más demandada en obra dado que permite mantener una temperatura idónea en toda la casa y elimina los antiestéticos radiadores), el suelo porcelánico será sin duda la mejor opción.
Este tipo de material es el que mejor conduce el calor, por lo que es el preferido por los instaladores de climatización por suelo radiante, por lo que un azulejo imitación madera serían la opción ideal para quien no quiere renunciar a la estética de la madera manteniendo este sistema de calefacción.
4. Adaptabilidad a todo tipo de ambientes
Los azulejos que imitan madera no se limitan solo a interiores: al ser altamente resistentes, pueden utilizarse en terrazas, patios o piscinas, creando una continuidad visual entre el interior y el exterior del hogar.
También permiten poner el mismo suelo toda la casa (incluyendo cocina y baño), lo que lo hace ideales para pisos pequeños o para cocinas abiertas e integradas en el salón, donde un “corte de material” en el suelo no suele quedar muy estético en términos generales.
Además, dados los distintos formatos en los que puede venir cortado el material, pueden realizarse juegos curiosos a nivel de diseño en cualquier estancia.
5. Variedad de estilos y acabados
Aunque inicialmente cuando este tipo de azulejos salieron al mercado las diferencias con la madera natural se notaban mucho, la tecnología ha avanzado tanto que hoy en día las opciones son casi infinitas.
Este tipo de azulejos está disponible en una gran variedad de tonos y texturas, desde acabados envejecidos que recuerdan a maderas rústicas hasta versiones más modernas y minimalistas.
De hecho, la mayoría de modelos se fabrican ho y con texturas en 3D, lo que implica notar el relieve de la veta de la madera, por lo que al tacto no resultan completamente lisos como si se tratara de una simple foto.
Esta versatilidad de texturas, tonalidades o formatos es lo que permite integrarlos fácilmente en cualquier estilo decorativo, ya sea un diseño clásico o un ambiente contemporáneo.
6. Sostenibilidad
Optar por azulejos imitación madera también puede resultar una elección ecológica, ya que, al evitar el uso de la madera natural, se contribuye a la conservación de los bosques y a la reducción del impacto ambiental.
Inconvenientes de los azulejos imitación madera
Aunque a nivel práctico todo son ventajas, como inconvenientes se puede destacar los siguientes:
1. Coste de instalación
Si bien el precio del material en sí no suele ser un problema (en general, es algo más caro que el laminado pero más barato que la madera natural de calidad), sí tiene un coste de instalación superior en obra.
Digamos que siempre será más caro instalar un suelo porcelánico que uno de madera o laminado, que normalmente van con sistema “machihembrado” por el que unas piezas encajan con otras, lo cual implica una instalación más fácil, a menos que uno se decida por colocar las lamas de madera pegadas al suelo, que tiene un coste mayor.
En cualquier caso, si bien el coste de instalar un material porcelánico en conjunto (material más instalación) es superior al del laminado, no sucede así con la madera, donde el precio del material puede ser tan alto que no compense la diferencia del coste de instalación, por lo que será una opción a valorar.
2. Frialdad al tacto
Quien anda descalzo habitualmente por la casa suele referir que un suelo porcelánico resulta frío de pisar, a diferencia de la madera que suele sentirse más cálida.
No obstante, si optas por sistemas de calefacción por suelo radiante, este inconveniente se disipa, pues notarás el suelo calentito por todo el espacio.
Por otro lado, si bien un suelo frío al tacto puede gustar menos en invierno, resulta muy agradable en verano, especialmente en las zonas más cálidas, donde se agradece “el fresquito” a la hora de caminar descalzo o al tocar cualquier superficie cubierta con ellos.
3. Longitud de la lama
Si te gustan las lamas largas, hay que tener en cuenta un azulejo imitación madera normalmente suele ser proporcional a su ancho, pues en suelos porcelánicos, al instalar lamas largas y estrechas se corre el riesgo, sobre todo si el material no es de la más alta calidad, de que salgan “cejas” al instalarlo.
Esto surge cuando la lama se encuentra ligeramente combada por el centro, lo que implica que al instalarlo el suelo puede no quedar perfectamente liso al tacto en determinadas zonas, lo que notarías si pisaras descalzo. Por eso la longitud de las lamas en este tipo de material suele ser menor, pues si no se corre este riesgo.
Para evitarlo, en estos casos (lamas muy largas) es fundamental que el material sea de calidad y se cuente con un buen instalador.
4. Separación de la lama
A diferencia del suelo laminado o de madera real, que van machihembrados, encajando unas lamas con otras, en el caso de los azulejos que imitan a la madera, al igual que en cualquier otro material cerámico, se colocan canto junto a canto, lo que implica dejar una mínima separación entre lama y lama que irá cubierta de una lechada.
El truco para evitar que se vean es, por un lado, elegir un azulejo porcelánico rectificado, cuyos cantos son perfectamente rectos en los bordes, para que quede la mínima separación posible, y por otro, utilizar una lechada del mismo color de la madera (no la blanca habitual) para que pase desapercibida.
¿Dónde utilizar azulejos imitación madera?
Uno de los grandes atractivos de los azulejos imitación madera es su capacidad de adaptarse a diferentes espacios y estilos. Aquí te ofrecemos algunas ideas sobre cómo utilizarlos de manera efectiva en la decoración del hogar:
Salones y áreas comunes
Además de en el suelo, a día de hoy el material porcelánico tiende a usarse en numerosas paredes de áreas de estar o comedores, pues les aportan mucha elegancia, especialmente cuando se desea destacar una pared en concreto (normalmente aquella donde va el sofá o el aparador del comedor, así como los frentes de chimenea).
Por su parte, en el suelo, además de las ventajas obvias del mantenimiento (permite arrastrar sillas o muebles sin sufrir consecuencias), resultan como hemos comentado antes una opción especialmente fresca en climas cálidos o ideal para pisos con calefacción por suelo radiante.
Baños
Siendo el baño el habitat natural para el material cerámico de toda la vida, la aparición de azulejos de imitación a la madera les ha aportado una elegancia estética que no tenían antes.
En general, en estos ambientes la presencia de azulejo es la más adecuada, dado que la humedad no afectará a su apariencia ni a su estructura.
En particular, los azulejos imitación madera en este espacio crean un ambiente relajante que evoca a un spa natural, especialmente los que imitan a listones de madera de bambú o cuando se combinan con elementos de piedra o con plantas de cualquier tipo.
Cocinas
Otra de las estancias clásicas para el material cerámico, especialmente el porcelánico de altas prestaciones, gracias a su resistencia a las manchas, a las fuentes de calor y a los productos de limpieza abrasivos.
Si bien hoy en día muchas cocinas se pintan para abaratar costes o darles un aspecto más homogéneo, zonas como el frente de cocción siempre serán objeto de material cerámico, así como el suelo, donde los derrames y el tráfico constante son comunes en esta estancia.
En el caso de cocinas pintadas, también conviene instalarlos en la parte trasera de los muebles bajo encimera, especialmente aquellos que cuenten con instalaciones de agua (como el fregadero), pues evitarás la presencia de humedades debajo.
Además, en caso de que tengas una mesa pegada a la pared o barra para desayuno en la cocina, también se recomienda colocarlos en esa pared, pues se evitará que las salpicaduras propias de la comida o bebida puedan arruinarla como pasaría con una pared pintada.
Exteriores
Por supuesto, si cuentas con una terraza, un porche o un área de piscina, los azulejos imitación madera serán la opción ideal para combinar duración y estética.
Su resistencia a la humedad y cambios de temperatura garantiza que mantendrán su belleza incluso en condiciones climáticas extremas, cosa que no ocurre con ningún otro material, que con el tiempo suele verse afectado sobre todo por el sol, desgastando su color.
En resumen, a día de hoy, los azulejos imitación madera se han consolidado como una tendencia clave en la decoración de interiores y exteriores, combinando lo mejor de ambos mundos: la belleza de la madera natural y la durabilidad de los materiales cerámicos.
Ya sea en ambientes modernos o rústicos, en interiores o exteriores, estos azulejos ofrecen tantas variedades, tonalidades y texturas que aquellos que buscan un acabado elegante, sofisticado y de fácil mantenimiento encontrarán sin duda su opción ideal.
Así que si estás enfrascado en una obra y andas dudando, no lo pienses; a la larga, lo agradecerás 😉