Como ya comentamos en la primera entrada, el principal recurso a la hora de decorar paredes es el de colocar una serie de cuadros, láminas o fotografías por la sala a decorar, ya sea en cuadrícula, apoyados o colocados sin orden ni concierto.
De hecho, en la entrada anterior hablamos de ese número de personas que tiende a llenar las paredes de cuadros colocándolos más o menos sin ton ni son, o también algunos cuadros detrás del sofá formando una línea irregular.
En este momento, llega la hora de mostraros otra manera de disponer los cuadros en el salón, habitación, cocina o baño: la cuadrícula.
No olvidemos que los cuadros pueden colocarse en todas las estancias de la casa.
Quizás sea de las más recurrentes, se trata de imaginar una cuadrícula e ir colocando los cuadros dentro de ella.
Se permite colocar cuadros de distintos tamaños pero siempre respetando esa línea aproximada (que no perfecta) que enmarca el conjunto.
Lo ideal es que vayan todos en tonos similares (blanco y negro, tonos arena, etc.) pero también es posible utilizar el mismo marco y tamaño y colocar cuadros de distintos colores.
Esta opción es ideal para decorar pasillos o grandes paredes donde no sabemos qué poner.
No obstante, hay que tener cuidado y centrar el foco en esa pared, dejando limpios el resto de paredes, pues colocar más cuadros en otras zonas creará un efecto abigarrado.
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Y mientras tanto, aquí tienes algunas ideas más para colocar cuadros en cuadrícula para inspirarte 🙂
Vía: pinterest.com