¿Dudas a la hora de colocar cuadros? Lo cierto es que es el principal recurso que nos viene a la mente a la hora de decorar paredes y existen muchas formas de hacerlo, por lo que es normal que entren dudas.
Para empezar, podemos poner uno, dos o varios cuadros, optar por láminas o fotografías enmarcadas o lienzos sin marco, combinar distintos tamaños o grosores… ¡Buf, qué lío!
En cualquier caso, suele ser una decisión que todo el mundo toma intuitivamente, sepa de decoración o no.
Ahora bien, el cómo colocarlos es el quid de la cuestión y donde se nota la mano del interiorista 🙂
En general, hay gente que tiende a llenar las paredes de cuadros más o menos puestos sin ton ni son.
También es bastante habitual, colocar dos o tres cuadros encima del sofá de forma irregular (unos más arriba, otros más abajo…
Todos estos son errores de concepto, por lo que abrimos estar serie para enseñaremos distintas formas originales y creativas de colocar cuadros en la pared.
Y en esta ocasión nos centraremos simplemente en los que van apoyados, ya sea en baldas o en muebles.
Si además usamos tonos neutros (blanco, negro y gris) combinados como mucho con un color monocromo, y homogeneizamos el tipo de marco (ej. distintos tamaños pero todos del mismo grosor y color), el resultado será fantástico.
No olvidemos que los cuadros pueden disponerse en todas las estancias de la vivienda, desde la entrada hasta el baño, pasando por cocina, dormitorios y salón.
A su vez, es importante que el tamaño de los cuadros vayan acorde al tamaño de la sala.
Para habitaciones grandes lo ideal es poner cuadros o lienzos grandes, o un archipiélago de cuadros pequeños y medianos, aunque esta opción se ha visto tanto que empieza a decaer su uso.
En cambio para las estancias pequeñas no es recomendable poner cuadros muy grandes que casi no dejen aire alrededor, ya que hará que la habitación se perciba aun más pequeña.
En cualquier caso, te dejamos algunas imágenes de inspiración y si quieres profundizar en el tema te encantará nuestro curso sobre complementos decorativos, en el que dedicamos una sección íntegra a los cuadros y con él acabarás siendo toda un experta por menos de lo que cuesta una cena 🙂
Y ahora, ¡vamos allá con esa inspiración!
Cuadros apoyados en repisas
No se trata de ponerlos todos en fila india ni todos igualitos, sino unos delante de otros (los más grandes detrás) para darle dinamismo.
Cuadros sobre chimeneas
Al ser el dintel más estrecho que una balda suelen caber menos cuadros, pero su anchura permite combinarlos con libros, flores u objetos escultóricos, que siempre quedan bien.
Cuadros apoyados sobre muebles
En este caso rige el mismo principio que con el dintel, combinando diferentes objetos, solo que al ser más bajos que la chimenea pueden colocarse más grandes.
Cuadros sobre el suelo
En este caso debe haber alguno de tamaño extragrande, si no quedaría raro. Puedes colocar uno solo o varios (de otros tamaños) colocados delante.
Esta opción le da un aire informal y bohemio a cualquier espacio.
Vía: pinterest.com